La transformación digital es el motor de la innovación, pero esta transformación ha hecho que las organizaciones sean vulnerables a los ciberataques. El riesgo está aumentando muy rápidamente en las organizaciones y prácticamente ninguna organización o empresa puede permitirse ignorar este riesgo. El ransomware, los ataques de día cero, el phishing y Denegación de servicio distribuida (DDoS) son algunas de las amenazas que han seguido evolucionando en los últimos dos años. Teniendo en cuenta que las amenazas mencionadas cambian constantemente de forma, las estrategias para contrarrestar estos riesgos deben adaptarse a su vez. La mitigación proactiva en ciberseguridad no es una forma más de defensa, sino que se convierte en un requisito previo que una organización debe desarrollar y mantener de forma inherente para proteger los activos digitales y permitir la continuidad del negocio.
Este artículo analiza la mitigación, las estrategias de mitigación, las técnicas y las mejores prácticas de ciberseguridad para que las organizaciones puedan frustrar eficazmente las amenazas. Más adelante, el artículo abordará los tipos de amenazas cibernéticas, la necesidad imperiosa de una mitigación proactiva y las herramientas y técnicas para mantener eficazmente a raya estas amenazas.
Comprender las amenazas cibernéticas emergentes
Tipos de amenazas
Las amenazas cibernéticas han aumentado a lo largo de los años y se han convertido en una serie de riesgos graves. Las organizaciones actuales se enfrentan a diferentes categorías de amenazas y, por lo tanto, buscan formas de mitigar dichos riesgos.
1. Malware
El malware es un software diseñado para interrumpir, dañar u obtener acceso no autorizado a sistemas informáticos. Algunos ejemplos son los virus, los gusanos y los troyanos. Se puede utilizar para robar información confidencial o comprometer funciones. Esta amenaza también se puede utilizar simplemente para propagar el impacto de un dispositivo electrónico a otro al conectarse a una red concreta.
2. Phishing
En general, el phishing es una actividad que representa un acto de fraude cuyo objetivo es obtener información confidencial, principalmente la identificación de inicios de sesión o números de tarjetas de crédito, haciéndose pasar por una institución en la que se tiene confianza. Los ataques más comunes se realizan a través de correos electrónicos o sitios web que se camuflan como otros para intentar engañar a la persona y que esta proporcione información.
3. Ransomware
Es un tipo de malware que se utiliza para cifrar los archivos de los usuarios y exigir una suma de dinero a cambio de descifrarlos. Muchas organizaciones de todo el mundo se enfrentan actualmente a ataques de ataques de ransomware contra sus datos y archivos a través de Internet. El problema de la sustitución surge en caso de que los datos sean retenidos para pedir un rescate y no existan alternativas disponibles para continuar con la actividad empresarial en ese momento.
4. Ataques DDoS
Un ataque distribuido de denegación de servicio es una de las formas más poderosas de impedir el funcionamiento del sistema, ya que se genera tanto tráfico que el sistema se satura, lo que provoca fallos y lo lleva al colapso. Cuando existe la posibilidad de interrumpir las operaciones y causar graves pérdidas económicas, un ataque DDoS interrumpe el funcionamiento normal de las redes o los sitios web al saturarlos con más tráfico del que pueden soportar.
5. Explotaciones de día cero
Los días cero son fallos de seguridad que los atacantes aprovechan antes de que el proveedor publique un parche. Las tácticas de explotación del sistema en estos términos son especialmente peligrosas porque, en la mayoría de los casos, dejan al sistema indefenso. "Zero-day" significa aquí que quedan exactamente cero días antes de que se solucione la vulnerabilidad que se va a explotar.
¿Por qué es esencial la mitigación proactiva?
La mitigación proactiva de la ciberseguridad es importante para mantener a una organización a la altura de las amenazas emergentes. Mientras que la respuesta a incidentes reacciona a los incidentes después de que se hayan producido, la gestión proactiva se ocupa de identificar y corregir las vulnerabilidades incluso antes de que se produzcan. Esto reduce no solo la probabilidad de un ataque, sino también el daño infligido si se produce.
Las medidas proactivas implicarían actualizar el software con regularidad, contar con controles de acceso sólidos, formar a los empleados y garantizar que su postura de seguridad sea mucho más sólida. En términos organizativos, significaría ser capaz de actuar de forma proactiva, reaccionar ante las amenazas y contrarrestarlas antes de que se desarrollen por completo y se conviertan en infracciones o interrupciones importantes.
Tipos de mitigación
Las estrategias de mitigación en ciberseguridad adoptan diversas formas o tipos, cada uno de ellos destinado a minimizar un riesgo concreto. Conocer cómo aprovechar al máximo estas categorías resulta muy útil a la hora de crear una estrategia de defensa integral en una organización.
Estrategias clave de mitigación proactiva en ciberseguridad
- Actualizaciones periódicas de software: Es beneficioso mantener un sistema con software actualizado y mantenerlo al día con actualizaciones periódicas. Las actualizaciones periódicas ayudan a corregir las vulnerabilidades conocidas, lo que reduce las posibilidades de que sean explotadas. Se trata de una práctica que cierra las brechas de seguridad y no permite que los atacantes se aprovechen del software obsoleto instalado en un sistema.
- Segmentación de la red: Dividir una red en segmentos más pequeños y diferenciados puede aislar la propagación de un ataque y reducir los daños potenciales. Contribuye además a reducir el acceso no autorizado, es decir, a minimizar las posibles brechas que intentan llegar a las partes sensibles de la red.
- Formación y concienciación de los empleados: Los errores humanos son responsables de gran parte de los incidentes cibernéticos. Aquí es donde se podría utilizar un programa de formación continua para dotar a los empleados de conocimientos sobre las posibles amenazas, como los ataques de phishing, y las formas de evitarlos. Una mayor concienciación ayuda a reducir la probabilidad de que los ataques tengan éxito y permite a los trabajadores identificar y denunciar actividades sospechosas.
- Autenticación multifactorial: La MFA va un paso más allá al exigir múltiples formas de verificación antes de que el usuario inicie sesión. La probabilidad de acceso no autorizado se reduce con la autenticación multifactorial, más aún si uno de los factores, como una contraseña, se ve comprometido. Las formas comunes de factores en la MFA son lo que el usuario sabe (como la contraseña), lo que posee (los tokens de seguridad) o lo que es (como la información biométrica).
- Cifrado de datos: Por su propia naturaleza, los datos deben almacenarse y transmitirse de forma cifrada, de modo que, si se interceptan, puedan recuperarse, pero no de forma significativa sin las claves de relevancia correctas. El cifrado de datos es un proceso de conversión de los datos en un formato ilegible para todos aquellos que no estén autorizados, de modo que los datos confidenciales queden ocultos a los usuarios no autorizados.
Pasos clave para crear un plan de mitigación eficaz
Estos pasos clave para la creación de un plan de mitigación viable y sólido se alcanzan mediante la identificación y la supervisión de las posibles vulnerabilidades.
1. Identificación de activos críticos
Para poner en práctica el primer enfoque del plan de mitigación de riesgos, que implica los controles o tratamientos de riesgos correspondientes, primero es necesario identificar qué activos representan el mayor riesgo para su organización, y estos pueden ser datos, propiedad intelectual y sistemas críticos para la funcionalidad, entre otros. Se considera necesario identificar lo que hay que proteger con el fin de dedicar más esfuerzos y recursos a su mitigación.
2. Identificar fallos
Realice un análisis de vulnerabilidades para determinar el riesgo actual de su sistema. Es necesario que este tipo de evaluación abarque todo su entorno informático, es decir, redes, sistemas, aplicaciones y otros. Una vez identificadas estas vulnerabilidades, es fácil idear medidas especiales para combatirlas.
3. Desarrollar estrategias de mitigación
Se deben formular medidas de protección específicas sobre las vulnerabilidades que se han establecido en relación con los riesgos; dichas medidas pueden ser generales, globales y aquellas que ya están incorporadas en el plan de gestión de riesgos de la organización.
4. Implementación de controles
Una vez establecidas las estrategias, lo siguiente es ponerlas en práctica en toda la organización. Sin embargo, esto puede requerir la integración de nuevas tecnologías, una revisión de los sistemas existentes que se implementan en la organización o la modificación de los ejercicios de formación que se llevan a cabo con los empleados. La implementación garantiza que las medidas de mitigación que se aplican sean sólidas y estén estrechamente coordinadas.
5. Supervisar y revisar
Este tipo de control debe realizarse de forma rutinaria para garantizar que el plan de mitigación elegido funciona según lo previsto para las amenazas previstas. Por lo tanto, el plan debe revisarse a intervalos fijos en función de las amenazas y los cambios en el entorno empresarial, y actualizarse en los casos extremos. La revisión también permite identificar cualquier disparidad con respecto al plan estratégico previsto y ofrece la oportunidad de realizar las correcciones necesarias.
Técnicas eficaces para la mitigación
Existen varias medidas muy eficaces para mitigar las amenazas cibernéticas. A continuación se presentan algunas estrategias eficaces de defensa cibernética que se incluyen tanto en el proceso de mitigación como en la mitigación de los posibles impactos que podría tener un ataque.
Solución para puntos finales
Una seguridad completa de los puntos finales es una prioridad, ya que estos son siempre los primeros en sufrir un ciberataque. Las soluciones avanzadas de protección de terminales pueden detectar primero los factores y, al mismo tiempo, neutralizar la amenaza antes de que se propague por la red. Estas soluciones suelen incluir supervisión en tiempo real, inteligencia sobre amenazas y respuesta automatizada de forma predeterminada, lo que permite a las organizaciones obtener un control completo de la seguridad de sus datos.
Sistemas de detección de intrusiones (IDS)
El IDS toma nota de las actividades que considera sospechosas en la red y genera una alerta justo en el momento en que podría producirse un ataque. Si se actúa a tiempo, una empresa puede evitar pérdidas que pueden ser significativas, tanto en términos de magnitud como de impacto en el negocio. El IDS permite la detección de incidentes y el análisis de amenazas en tiempo real en situaciones en las que es muy útil actuar con rapidez.
Planes de copia de seguridad y recuperación
El proceso de mitigación subraya la importancia de realizar copias de seguridad periódicas de los datos y de contar con un plan de recuperación para intentar contener el efecto de este tipo de ransomware y otras amenazas cibernéticas destructivas. En estos casos de ataque, la medida garantiza que los datos críticos se restauren con un tiempo de inactividad y una pérdida mínimos. Sin embargo, la eficacia de estos planes de copia de seguridad debe ponerse a prueba, ya que sus funcionalidades se comprenden mejor en la práctica.
Retos de la mitigación proactiva
A continuación se enumeran varias dificultades conocidas que surgen al implementar el proceso de mitigación:
- Asignación de recursos – Desarrollar estrategias de mitigación integrales y mantenerlas requiere tiempo, dinero y experiencia. Las organizaciones deben equilibrar la protección de sus activos críticos con otras prioridades operativas, asegurándose de que los recursos se asignen de manera eficiente.
- Desarrollo del panorama de amenazas – Las amenazas cibernéticas siguen evolucionando y cada día surgen nuevas amenazas. En un entorno tan dinámico, las organizaciones deben cambiar constantemente sus estrategias de mitigación para mantener su eficacia. Disponer de información actualizada sobre las últimas amenazas y tendencias es fundamental para mantener una postura de seguridad sólida.
- Equilibrio entre usabilidad y seguridad. Unos controles de seguridad inadecuados pueden perturbar fácilmente la productividad de los usuarios o convertirse en una molestia. Este es siempre el elemento de preocupación entre la ciberseguridad y la usabilidad. Implemente estrategias de trabajo significativas que mejoren la seguridad sin causar un gran perjuicio a la usabilidad.
Mejores prácticas en la planificación de la ciberseguridad
Las mejores prácticas de planificación de la ciberseguridad, si las implementan las organizaciones, pueden contribuir en gran medida a que estas superen tales dificultades. Además, las estrategias de mitigación deben ser duraderas y eficaces.
1. Adoptar un enfoque orientado al riesgo
La priorización de los esfuerzos que se deben dedicar a la mitigación se realiza teniendo en cuenta el nivel de riesgo que presenta un evento, peligro o amenaza. Este enfoque garantiza que las primeras vulnerabilidades que se aborden sean las más críticas, maximizando así el rendimiento de sus estrategias de mitigación. Una estrategia basada en el riesgo ayuda a asignar recursos para trabajar en aquellas áreas con mayor potencial de efecto.
2. Supervisión continua
Implemente herramientas para supervisar su seguridad de forma continua, proporcionando información en tiempo real sobre la situación real de la seguridad de su organización. Esto permite la detección temprana de amenazas y la aplicación de soluciones que reducirán la probabilidad de éxito de un ataque. El uso de la supervisión continua permitiría conocer la situación y encontrar la respuesta adecuada ante el fuerte aumento de las amenazas.
3. Auditorías periódicas
Realice auditorías de seguridad periódicamente, con la previsión de que estas revelarán los puntos débiles de su sistema de ciberseguridad. Dichas auditorías incorporarán comprobaciones tecnológicas y de procesos para garantizar la eficacia de todos los elementos de su estrategia de seguridad. Las auditorías periódicas se realizan para verificar la eficacia de determinadas medidas de mitigación e identificar áreas específicas susceptibles de mejora.
4. Colaboración entre equipos
La ciberseguridad no es una preocupación exclusiva del departamento de TI. Una mitigación eficaz debe contar con la participación de otros equipos colaborativos, como las unidades de negocio de TI y seguridad, para la implementación e integración de prácticas de ciberseguridad en toda la organización y las operaciones en general. Un esfuerzo de colaboración interfuncional mejora la seguridad en general y la capacidad de respuesta a incidentes en tiempo real.
Las mejores herramientas para apoyar la mitigación proactiva
Existen varias herramientas que ofrecen apoyo a las estrategias de mitigación proactiva destinadas a proteger a las organizaciones no solo del panorama actual de amenazas cibernéticas, sino también de las posibles amenazas futuras.
- Cortafuegos: Los cortafuegos eran y siguen siendo parte de cualquier estrategia de ciberseguridad exitosa. Se consideran la primera capa de protección de una red contra el acceso no autorizado. Otros aspectos, como la inspección profunda de paquetes y la prevención de intrusiones, han mejorado los cortafuegos actuales.
- Software de eliminación de anuncios: El software Ad Remover es un tipo de componente antivirus que tiene como objetivo detectar malware y erradicarlo de un sistema. Ayuda a prevenir el acceso no autorizado al sistema por parte de virus, ransomware y otros virus de programas. Las soluciones avanzadas funcionan en tiempo real y pueden incluir una opción de presentación de diapositivas automatizada para realizar un escaneo más intenso.
- SIEM (o gestión de información y eventos de seguridad): SIEM señalan los datos de diversas áreas de seguridad de una organización y los recopilan y analizan para ofrecer una comprensión más profunda de las amenazas y los riesgos reales y potenciales de la organización. Esta evaluación e interpretación integral de los patrones y, más concretamente, de las anomalías emergentes e injustificadas, indica los riesgos de seguridad futuros y permite una respuesta rápida para neutralizar los eventos previstos.
Diferencia entre mitigación y remediación
Antes de señalar las diferencias entre ambos, hay que señalar que, en ocasiones, incluso las palabras mitigación y remediación se utilizan indistintamente; sin embargo, ambas tienen significados diferentes en el contexto de la ciberseguridad.
La mitigación en ciberseguridad se refiere a las medidas preventivas que se toman para garantizar que se mantenga el mínimo imprescindible en términos de preparación para hacer frente a los riesgos expuestos. Entre las medidas de mitigación se encuentran la actualización de software, los controles de acceso y la formación en seguridad designada.
La remediación en ciberseguridad se define como el proceso de respuesta a las amenazas cibernéticas y las medidas que deben adoptarse para hacer frente a las consecuencias de los incidentes cibernéticos después de que se hayan producido. Esto incluye la erradicación de los efectos del malware, el proceso de obtención de información sobre el incidente y el restablecimiento del sistema a su posición original desde donde atacó el virus. El objetivo de la remediación es restaurar el efecto lo más rápido posible y recuperarse de un ataque.
| Característica | Mitigación | Remediación |
|---|---|---|
| Objetivo | Prevenir o reducir la probabilidad y el impacto de las amenazas cibernéticas. | Reparar y recuperarse de los efectos de un incidente de seguridad. |
| Tipo de acción | Implementar medidas preventivas para evitar ataques. | Tomar medidas correctivas después de que se produzca una infracción. |
| Ámbito | Aborda los riesgos y vulnerabilidades potenciales en todos los sistemas. | Se centra en resolver los problemas concretos causados por un incidente. |
| Participación en el proceso | Requiere supervisión, actualización y formación continuas. | Se activa solo después de detectar una infracción. |
| Resultado | Mayor seguridad, menor riesgo de incidentes. | Sistemas restaurados, vulnerabilidades corregidas y lecciones aprendidas para la prevención futura. |
Combinación de detección y corrección para una mitigación exitosa
La ciberseguridad solo puede resolverse mediante un enfoque de detección, control y solución del problema detectado. La detección consiste en identificar las amenazas y los riesgos, mientras que la mitigación consiste en evitar o, al menos, reducir el impacto de la amenaza. La gestión de emergencias incluye los aspectos relacionados con las medidas adicionales que se deben tomar después de que se produce un incidente.
Al integrar estos componentes, las organizaciones pueden adoptar un enfoque integral de la ciberseguridad para prevenir futuras infracciones y mitigar las amenazas existentes de manera eficaz. Por lo tanto, un enfoque válido implica una supervisión constante y medidas preventivas, además de un documento de gestión y recuperación sólido para tales invasiones.
Ejemplos reales de mitigación
Para ilustrar la importancia de la mitigación proactiva, veamos algunos ejemplos reales en los que estas estrategias se han aplicado con éxito.
- El ransomware WannaCry: WannaCry fue uno de los mayores ataques de ransomware de la historia moderna, que afectó a miles de empresas en 2017. No obstante, los participantes que habían actualizado el software y contaban con sistemas de copia de seguridad fiables pudieron reducir el alcance de la amenaza y volver a poner en marcha sus sistemas, lo que puso de relieve la necesidad de adoptar este tipo de medidas. Las actualizaciones continuas y la práctica de las copias de seguridad resultaron fundamentales para evitar que el ataque causara más estragos.
- Violación de datos en Target: En 2013, los datos personales confidenciales de millones de clientes de Target quedaron expuestos públicamente como parte de una importante filtración de datos. La filtración se remonta a un proveedor externo que sufrió una filtración. Este es un ejemplo de lo que debe incluir una buena estrategia de mitigación proactiva en forma de una gestión sólida de los proveedores y una segmentación de la red. Esta filtración podría haberse remediado mediante una gestión eficaz de los proveedores y una segmentación de la red.
- El ataque a la cadena de suministro de SolarWinds: El ataque a SolarWinds en 2020 afectó a la mayoría de las entidades gubernamentales y del sector privado. Esto puso de manifiesto la necesidad de una supervisión continua y una detección temprana, así como la necesidad de un plan de respuesta a incidentes adecuado. El alcance y el efecto del ataque se habrían reducido si se hubiera contado con una supervisión y unas respuestas eficaces.
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DemostraciónConclusión
El objetivo de este blog era sentar las bases para crear estrategias de mitigación proactivas con las que combatir las amenazas cibernéticas en constante evolución. Tras analizar los diferentes tipos de amenazas cibernéticas y la necesidad de una respuesta temprana, se llega a la conclusión de que las empresas deben desarrollar medidas eficaces para el análisis y la mitigación de amenazas.
La mitigación eficaz es un elemento crucial para limitar los posibles peligros con respuestas proactivas, como actualizaciones frecuentes y autenticación multifactorial, al tiempo que se abordan las vulnerabilidades y se reduce el daño potencial si se produce algún ataque.
Al final, el artículo analiza los mecanismos de mitigación básicos que deben incluirse en un enfoque sólido de ciberseguridad. La aplicación de estos conocimientos y la ayuda de expertos en ciberseguridad como SentinelOne permiten a las empresas adelantarse a los riesgos emergentes con soluciones de seguridad avanzadas. No hace falta decir que la mitigación proactiva no siempre es un esfuerzo unilateral. Debe ejercitarse de forma continua y abarcar la vigilancia, la adaptación y la mejora a lo largo del tiempo. Nuestras estrategias para identificar, reaccionar y mitigar las amenazas cibernéticas en constante evolución deben evolucionar si queremos garantizar un entorno digital seguro.
"FAQs
La mitigación proactiva garantiza que las amenazas cibernéticas nunca se produzcan o, en el peor de los casos, que se reduzca su daño, minimizando el riesgo de infracciones y manteniendo la continuidad del negocio. Garantiza que las vulnerabilidades se aborden con la suficiente antelación para reducir el daño potencial.
La mitigación de amenazas cibernéticas incluye el desarrollo y la implementación de estrategias para prevenir o reducir el impacto de los ciberataques. Comprende herramientas preventivas y medidas de respuesta como forma de gestionar o contener las amenazas.
Mitigar significa reducir algo en grado, intensidad o gravedad, disminuyendo el daño potencial de una amenaza cibernética en lo que respecta a la ciberseguridad.
La mitigación es una medida posterior al evento, de baja eficacia, centrada en reducir el impacto de una amenaza en caso de que se materialice. La prevención consiste en la adopción de un conjunto de medidas previas para evitar que se produzca esa amenaza. Ambas son importantes en una estrategia de seguridad.
Las cuatro tácticas de mitigación son:
- Actualización periódica del software para corregir vulnerabilidades.
- Segmentación de la red para reducir cualquier riesgo de una posible violación.
- Autenticación multifactorial para un acceso más seguro.
- Formación del personal para sensibilizarlo sobre las amenazas.
