El crecimiento explosivo del mundo digital está aumentando la importancia de la ciberseguridad. El panorama empresarial actual depende en gran medida de los datos y las infraestructuras digitales, pero no está exento de peligros. El aumento desenfrenado de las amenazas cibernéticas y las violaciones de datos acentúa la urgencia de contar con medidas de seguridad resilientes para proteger nuestros marcos digitales. La seguridad de las redes en la nube se ha convertido en una faceta indispensable del campo de las tecnologías de la información.
La seguridad de las redes en la nube es crucial tanto para las empresas como para los particulares en la era digital actual. A medida que dependemos cada vez más de la comodidad de la tecnología en la nube (almacenamiento de datos, puesta en común de recursos y funcionamiento de aplicaciones), se hace imprescindible comprender la complejidad de los sistemas de seguridad que protegen estos entornos virtuales.
Esta entrada del blog trata sobre la seguridad de las redes en la nube, examinando sus elementos fundamentales, su importancia, sus componentes, las mejores prácticas y las posibles dificultades.
¿Qué es la seguridad de redes en la nube?
La seguridad de redes en la nube es un campo especializado que se centra en la implementación de políticas, medidas, métodos y tecnologías para proteger los datos, las aplicaciones y la infraestructura integral de la computación en la nube. La seguridad de redes en la nube se ocupa principalmente de los aspectos de seguridad de los servicios basados en la nube y de las medidas de protección necesarias para proteger la información contra el acceso ilícito, las violaciones de datos y otras amenazas cibernéticas dentro de un entorno de computación en la nube.
La seguridad de redes en la nube se puede dividir en dos aspectos cruciales: la protección de los datos en tránsito y los datos en reposo. Los datos en tránsito se refieren a los datos transmitidos entre diferentes ubicaciones, por ejemplo, desde su dispositivo a la nube. Por otro lado, los datos en reposo son los datos almacenados en la nube.
¿Por qué es importante la seguridad de las redes en la nube?
No se puede subestimar la importancia de la seguridad de las redes en la nube. Depende de dos factores principales. En primer lugar, no se puede ignorar el auge de las empresas que migran hacia los servicios en la nube. Esta migración significa que cada vez se almacenan más datos confidenciales en la nube. Las consecuencias de una brecha de seguridad o un acceso no autorizado son graves, con un alto riesgo de pérdidas económicas importantes, daños a la reputación de la empresa y posibles implicaciones legales.
En segundo lugar, el mundo de las amenazas cibernéticas no es estático. Los ciberdelincuentes están mejorando sus técnicas y empleando tecnologías de vanguardia para violar las redes en la nube. Las buenas medidas de seguridad de siempre no son suficientes para hacer frente a estas amenazas de la nueva era. Por lo tanto, existe una necesidad cada vez mayor de poner en primer plano medidas especializadas de seguridad de redes en la nube.
Características de la seguridad de redes en la nube
La seguridad de redes en la nube combina una serie de herramientas y características para proporcionar una defensa integral de los datos y las aplicaciones alojados en la nube.
Un elemento central de la seguridad de redes en la nube es la gestión de identidades y accesos, o IAM. Esta herramienta garantiza que solo las personas con los permisos adecuados puedan acceder a los recursos de la nube. IAM funciona estableciendo y controlando los privilegios de cada usuario de la red. A menudo se utilizan técnicas como MFA y SSO para reforzar la seguridad.
Otra característica clave es el cifrado de datos. Al transformar los datos en un formato ilegible sin una clave de descifrado, el cifrado ofrece una protección adicional para los datos, ya sean móviles o fijos. La mayoría de los proveedores de servicios en la nube incluyen protocolos de cifrado robustos en sus medidas de seguridad, lo que hace que los datos no tengan sentido para cualquiera que pueda acceder a ellos de forma ilegal.
Los cortafuegos también desempeñan un papel crucial en la seguridad de las redes en la nube. Actúan como un muro entre una red de confianza, como el entorno de la nube, y una red que no es de confianza, como Internet, y examinan el tráfico entrante y saliente basándose en reglas de seguridad preestablecidas, bloqueando todo lo que parece sospechoso o no sigue las reglas.
Otra característica importante son los sistemas de detección y prevención de intrusiones, o IDS/IPS. Estos sistemas supervisan el tráfico de la red para detectar y contrarrestar las amenazas antes de que puedan causar daños. Los IDS/IPS pueden identificar comportamientos inusuales o patrones de amenazas conocidos y responder al instante alertando a los administradores o tomando medidas automáticas.
Por último, la seguridad de las redes en la nube abarca los sistemas de gestión de información y eventos de seguridad (SIEM). Estos sistemas recopilan y analizan datos de diversas fuentes para identificar patrones inusuales o posibles amenazas. También ofrecen supervisión y alertas en tiempo real y pueden generar informes completos por motivos de cumplimiento normativo.
Componentes de la seguridad de redes en la nube
La seguridad de la red en la nube implica varios elementos esenciales que, en conjunto, crean un entorno seguro en la nube.
La seguridad de los datos es lo primero y actúa como componente central. Como se ha mencionado anteriormente, garantiza la privacidad, la fiabilidad y la accesibilidad de los datos, ya sea en movimiento o en reposo. Estrategias como el cifrado, la tokenización y la prevención de pérdida de datos (DLP) se utilizan para defender los datos.
Por consiguiente, la gestión de la postura de seguridad en la nube, o CSPM, también es una pieza fundamental. Ayuda a las organizaciones a supervisar y gestionar su postura de seguridad en diversos entornos de nube. Las herramientas de CSPM pueden identificar riesgos basándose en normas de cumplimiento y mejores prácticas del sector.
Un tercer componente clave es la gestión de identidades y accesos, o IAM. Los sistemas IAM distinguen, validan y permiten a personas o grupos acceder a aplicaciones, sistemas o redes específicos en función del rol y las funciones del usuario dentro de la empresa.
También contamos con la seguridad de las aplicaciones como componente, cuyo objetivo es garantizar la seguridad de las aplicaciones utilizadas en un entorno de nube. Esto implica medidas desplegadas a lo largo de la vida útil de una aplicación para disuadir las infracciones de la política de seguridad de una aplicación o de su sistema subyacente.
Retos de la seguridad de las redes en la nube
Aunque la seguridad de las redes en la nube ofrece varias ventajas, también presenta una serie de obstáculos. A medida que las empresas trasladan cada vez más sus operaciones a la nube, la complejidad y la variedad de las preocupaciones en materia de seguridad en la nube se han amplificado.
Un reto destacado es gestionar las necesidades de seguridad multifacéticas de un entorno multinube. Numerosas organizaciones emplean diversos servicios en la nube para distintos segmentos de sus operaciones, lo que requiere la gestión de los protocolos y normas de seguridad de cada uno de ellos. Esto no solo multiplica la complejidad, sino que también amplía el perímetro de ataque potencial.
Otro reto es la visibilidad y el control limitados sobre los datos. Una vez que los datos se transfieren a la nube, rastrear su ubicación y supervisar quién tiene acceso a ellos puede resultar complicado para las organizaciones. Esto podría suponer un riesgo si los datos caen en manos equivocadas o se produce una violación de datos.
El cumplimiento de las normas reglamentarias supone un tercer reto. Los diferentes sectores y regiones aplican diferentes normativas en materia de protección de datos y privacidad. Esto puede dar lugar a multas y sanciones. El incumplimiento puede dañar la reputación.
Además, la seguridad de las API (interfaces de programación de aplicaciones) es un reto común al que se enfrentan las organizaciones. Las API, que facilitan la comunicación entre diferentes aplicaciones de software, desempeñan un papel fundamental en los entornos de nube. Si estas API no se gestionan de forma segura, los ciberdelincuentes pueden aprovecharlas para acceder a datos y servicios sin autorización.
Prácticas recomendadas para la seguridad de las redes en la nube
1. Implemente controles sólidos de gestión de identidades y accesos (IAM)
La gestión de identidades y accesos es la piedra angular de la seguridad en la nube. Al establecer un sistema IAM sólido, puede controlar de forma eficaz quién tiene qué nivel de acceso a sus recursos en la nube. Este enfoque, conocido como el principio del privilegio mínimo (PoLP), reduce las posibilidades de violaciones internas de datos y limita los daños potenciales en caso de que una cuenta caiga en manos equivocadas.
Además, la incorporación de la autenticación multifactorial (MFA) añade otra dimensión de seguridad. La MFA solicita a los usuarios que proporcionen al menos dos pruebas de identidad, como una contraseña junto con un código único enviado a su dispositivo móvil. Este procedimiento reduce la probabilidad de acceso no autorizado, especialmente si los datos de inicio de sesión principales del usuario (nombre de usuario y contraseña) se han visto comprometidos.
2. Cifrar los datos en reposo y en tránsito
El cifrado de datos es otra práctica fundamental en la seguridad de las redes en la nube. El cifrado de los datos en reposo (datos almacenados) y en tránsito (datos que se transfieren de un lugar a otro) los hace ilegibles sin la clave de descifrado correcta. Por lo tanto, incluso si un ciberdelincuente intercepta los datos, no podrá entenderlos sin la clave.
Además, es fundamental gestionar las claves de cifrado de forma segura. La pérdida o el robo de una clave puede dar lugar a la exposición de los datos, lo que haría inútiles todos los esfuerzos de cifrado anteriores. Por lo tanto, las organizaciones deben adoptar prácticas seguras de gestión de claves, posiblemente utilizando servicios automatizados en la nube para evitar errores humanos, que pueden dar lugar a una mala gestión o a pérdidas críticas.
3. Adoptar un modelo de seguridad de confianza cero
A medida que el panorama de las amenazas cibernéticas sigue transformándose, la adopción de un modelo de confianza cero se está convirtiendo en algo vital para lograr una seguridad eficaz. La esencia de este modelo es el mantra "nunca confíes, siempre verifica", que sugiere que ninguna entidad, ya sea dentro o fuera de los límites de la red de la empresa, debe recibir una confianza ciega.
Con el enfoque Zero Trust, cada solicitud de acceso a los recursos de la red se considera una posible amenaza hasta que se demuestre lo contrario. Esta metodología reduce drásticamente las áreas potenciales susceptibles de sufrir ataques, frena la amenaza que suponen los ataques internos y proporciona a la organización un mayor control y visibilidad sobre su red.
4. Supervisión continua y respuesta a incidentes
Un sistema de vigilancia ininterrumpida es esencial para mantener la seguridad de su red en la nube. Esta configuración le ofrece una visión en tiempo real de su entorno en la nube, lo que facilita la detección y resolución rápidas de las amenazas a medida que aparecen. Las herramientas de supervisión también le proporcionan una visión detallada de la actividad de la red, lo que le ayuda a detectar tendencias que podrían indicar un problema de seguridad inminente.
Igualmente importante es contar con un plan de acción sólido para responder a los incidentes. Una respuesta bien pensada puede reducir drásticamente el daño y el tiempo de recuperación de una brecha de seguridad. Una estrategia de respuesta eficaz debe esbozar los pasos a seguir tras una brecha, asignar tareas y responsabilidades, y ofrecer directrices sobre cómo gestionar la comunicación interna y externa sobre el incidente.
5. Formación y concienciación de los empleados
Aunque parezca increíble, sus empleados pueden ser su mayor fortaleza o su mayor vulnerabilidad en lo que respecta a la seguridad de la red en la nube. Todo depende de su grado de concienciación y conocimiento sobre las prácticas de seguridad. Las sesiones de formación frecuentes pueden dotarles de la capacidad y los conocimientos necesarios para detectar y gestionar adecuadamente las posibles amenazas de seguridad.
Guía de mercados de la CNAPP
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Guía de lecturaConclusión
En el panorama digital actual, los actores maliciosos están innovando y la seguridad de las redes en la nube se está convirtiendo en una prioridad para las organizaciones.
SentinelOne es su aliado de confianza en esta aventura, ya que le ofrece una solución integral para hacer frente a los nuevos retos. SentinelOne es una potente plataforma CNAPP que supervisa y corrige posibles configuraciones erróneas en la nube y protege los activos. El motor de seguridad ofensiva de SentinelOne analiza las amenazas en tiempo real. Defiende a las empresas de la mentalidad de los atacantes simulando ataques de día cero para detectar vulnerabilidades desconocidas, gestionarlas y mitigarlas.
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