En el espacio digital actual, la ciberseguridad se ha convertido en una gran preocupación para todas las personas, empresas y gobiernos. Si bien la tecnología avanza día a día, también lo hacen los métodos que utilizan los actores maliciosos para explotar las vulnerabilidades del sistema y provocar enormes pérdidas económicas, además de dañar la reputación. Los riesgos de ciberseguridad pueden definirse como aquellas amenazas y debilidades que proporcionan puntos de entrada a través de los cuales se pueden producir violaciones de datos, se puede comprometer la información, se pueden producir pérdidas económicas o se pueden producir interrupciones operativas.
Estos riesgos suelen provenir de errores humanos, vulnerabilidades tecnológicas y actos maliciosos deliberados. Algunos ejemplos son el ataque a SolarWinds, que comprometió a muchas agencias gubernamentales y empresas privadas de EE. UU. en 2020, y el ataque del ransomware WannaCry, que puso de manifiesto las vulnerabilidades de Microsoft Windows en 2017.
Comprender cómo surgen, detectar las amenazas potenciales y desplegar soluciones modernas de protección son formas importantes de abordar estos riesgos. El artículo tiene como objetivo explorar los riesgos a los que se enfrenta la ciberseguridad, cómo se pueden detectar y mitigar, y qué soluciones modernas se encuentran a disposición de la protección del entorno digital.
 Los 10 principales riesgos de ciberseguridad
Los 10 principales riesgos de ciberseguridad
 Conocer los tipos de riesgos de ciberseguridad sigue siendo fundamental para desarrollar estrategias de protección eficaces. Los tipos básicos incluyen:
1. Malware
Malware, abreviatura de "software malicioso", se refiere simplemente a programas creados con la intención de destruir o dañar sistemas informáticos. En esta categoría, las formas más notorias de malware son los virus informáticos, los gusanos y el ransomware. Un virus es un malware que se adhiere a algún otro archivo o programa, y su proliferación se realiza mediante la ejecución de archivos infectados. Los gusanos son programas que se replican a sí mismos y se propagan por las redes sin adherirse a otros archivos.
De todos los tipos de malware, el ransomware supera al resto al cifrar los datos de un objetivo y luego pedir una cantidad de rescate a cambio de la clave para descifrar dichos datos. Todas estas formas de malware pueden tener graves consecuencias: pérdida de datos, fallos del sistema y elevados gastos económicos.
2. Phishing
El phishing es una forma de ataque de ingeniería social en la que el ciberdelincuente engaña a la persona para que revele información confidencial haciéndose pasar por algo o alguien que no es. Los atacantes, a través de correos electrónicos, mensajes o sitios web falsos, realizan solicitudes deshonestas, a menudo haciéndose pasar por fuentes legítimas como bancos, minoristas en línea y organizaciones conocidas en la web.
Estos mensajes contienen solicitudes urgentes u ofertas atractivas para animar a los clientes a revelar información personal, como el nombre de usuario y la contraseña o el número de la tarjeta de crédito. Los ataques de phishing se dirigen a la psicología más que a cualquier vulnerabilidad de la tecnología humana. Esto los sitúa entre las técnicas más comunes y eficaces para robar información confidencial y comprometer la seguridad.
3. Ataques de intermediario (MitM)
El ataque de intermediario es un ataque en el que un atacante intercepta la comunicación entre dos partes sin que ninguna de ellas lo sepa. En un ataque MitM general, un atacante espía, intercepta y probablemente manipula el tráfico entre un usuario y algún servicio, como un sitio web o un servidor de correo electrónico. Esto puede ocurrir a través de una red Wi-Fi no segura, en la que el atacante se coloca con éxito entre el usuario y el destino con el que el usuario cree que se está comunicando.
Al interceptar las comunicaciones en el punto medio, un atacante puede obtener control y acceso no autorizados a datos o información, ya sea confidencial o personal, que luego puede utilizar para penetrar o violar el sistema de seguridad. Las razones por las que los ataques MitM son peligrosos es que se producen sin el conocimiento de la víctima; por lo tanto, su detección y prevención son motivo de preocupación.
4. Ataques de denegación de servicio (DoS)
DoS es un tipo de ataque que intenta dejar fuera de servicio una máquina, una red o un servicio concreto para los usuarios a los que está destinado. Para ello, satura el recurso con una avalancha de solicitudes ilegítimas o consume los recursos del sistema, lo que hace que el sistema no esté disponible para los usuarios válidos. Este tipo de ataque se lleva a cabo normalmente mediante un ataque DDoS, en el que se utilizan varios sistemas comprometidos para intentar que el ataque sea mucho más fuerte y, por lo tanto, más difícil de gestionar.
Por lo general, las consecuencias de este tipo de ataque son la interrupción del servicio afectado, que puede ser temporal o prolongada, lo que provoca pérdidas económicas, la pérdida de confianza de los clientes o interrupciones en las operaciones. Los ataques DoS suelen ser muy perjudiciales, ya que afectan directamente a la disponibilidad de los servicios y, por lo tanto, se dirigen a cualquier organización que pueda estar conectada a Internet.
5. Inyección SQL
La inyección SQL es un ataque en el que se inyecta código SQL malicioso en los campos de entrada de las aplicaciones web, como cuadros de búsqueda o formularios, con la intención de aprovecharse indebidamente de la vulnerabilidad de la aplicación web. Si una aplicación web no valida o limpia adecuadamente las entradas de los usuarios, el atacante puede manipular las consultas de la base de datos de la aplicación para obtener acceso ilegítimo, revelar información confidencial o incluso modificarla.
Mediante la inyección SQL, por ejemplo, un atacante puede eludir la autenticación, acceder a información confidencial o incluso llegar a eliminar bases de datos completas. En este tipo de ataque, los atacantes aprovechan los diferentes puntos débiles de la interacción entre las aplicaciones web y las bases de datos. La cuestión fundamental es una vulnerabilidad que puede afectar directamente a las organizaciones que utilizan aplicaciones basadas en bases de datos.
6. Ataques de día cero
Los ataques de día cero son, en pocas palabras, ataques contra vulnerabilidades en software o sistemas que aún no han sido detectadas y, por lo tanto, no han sido corregidas ni parcheadas por los desarrolladores. El término "día cero" significa, en sí mismo, que desde el momento en que se descubre una vulnerabilidad, un exploit la utiliza en un objetivo, sin que haya días de protección entre medias.
De hecho, los exploits de día cero son uno de los tipos más peligrosos, ya que aprovechan debilidades desconocidas, sin dejar ninguna advertencia previa ni mecanismos de defensa instalados. Dado que la vulnerabilidad en cuestión suele darse a conocer, los equipos de seguridad pueden elaborar parches o actualizaciones que mitiguen el riesgo. Hasta ese momento, los sistemas siguen siendo vulnerables, y estos exploits de día cero suponen una grave amenaza para la ciberseguridad.
7. Amenazas internas
Las amenazas internas provienen de personas dentro de las organizaciones que hacen un uso indebido de su acceso a los datos o sistemas. Los agentes de amenaza en este sentido son empleados, contratistas u otras personas con acceso legítimo a información confidencial. Las amenazas internas provienen de personas con intenciones maliciosas de causar daños o robar información, o negligentes por defecto, que han comprometido la seguridad mediante acciones descuidadas.
Algunos ejemplos son la filtración de información confidencial por parte de un empleado a una empresa de la competencia o ser víctima de un ataque de phishing que expone datos confidenciales. Dado que las personas con información privilegiada tienen acceso autorizado, estas amenazas pueden ser especialmente difíciles de detectar y prevenir.
8. Amenazas persistentes avanzadas (APT)
Los ciberataques sofisticados y prolongados son ataques en los que los intrusos violan la integridad de una red y permanecen en ella durante un tiempo prolongado sin ser detectados. A diferencia de los ataques oportunistas o transitorios, las APT se caracterizan por una planificación cuidadosa, esfuerzos persistentes y objetivos refinados.
Estos atacantes utilizan una serie de técnicas, entre las que se incluyen la ingeniería social, el malware y la penetración en la red, para obtener y mantener el acceso a sistemas sensibles. La mayoría de las veces, esto les permite obtener información sensible a largo plazo, como propiedad intelectual o datos estratégicos. Las APT son especialmente angustiosas debido a las posibilidades de sigilo y a los altos niveles de daño potenciales antes de que se lleve a cabo la detección real.
9. Robo de credenciales
El robo de credenciales es una amenaza que consiste en robar credenciales de inicio de sesión, normalmente nombres de usuario y contraseñas, para acceder sin autorización a sistemas, cuentas o datos. Esto puede hacerse mediante phishing, keylogging o violación de datos, entre otros métodos. Las credenciales válidas permiten a los atacantes eludir los mecanismos de seguridad y acceder a los recursos protegidos.
El robo de credenciales abre una amplia puerta a muchas cosas, entre las que se pueden incluir la divulgación no autorizada de información confidencial, el fraude financiero y el robo de identidad. Dado que normalmente se utilizan para autenticar a los usuarios y concederles acceso, el robo de credenciales supone un riesgo significativo para la seguridad, tanto en el ámbito individual como en el organizativo.
10. Vulnerabilidades del IoT
Las vulnerabilidades del Internet de las cosas se refieren a aquellas debilidades que pueden estar presentes en dispositivos IoT, como electrodomésticos inteligentes, sensores industriales o incluso vehículos conectados, y que podrían ser aprovechadas por un atacante. La mayoría de los dispositivos IoT se basan en funciones de seguridad limitadas, por lo que son muy vulnerables a los ataques.
Algunos ejemplos de estas vulnerabilidades son el uso de contraseñas débiles o predeterminadas, firmware sin parches y la implementación de un cifrado deficiente . La explotación de estas debilidades permite el acceso no autorizado al dispositivo, a los datos en tránsito o incluso ataques a las redes conectadas. Además, la solución de sus vulnerabilidades de seguridad no se vería socavada por la omnipresencia de los dispositivos IoT, necesaria para evitar violaciones de la red.
¿Cómo mitigar los riesgos de ciberseguridad?
La mitigación de los riesgos de ciberseguridad es tanto preventiva como una combinación de supervisión y respuesta. Estos son los pasos clave para reducir los riesgos de ciberseguridad:
- Actualizaciones periódicas de software: La mitigación de los riesgos de ciberseguridad es un enfoque multifacético que abarca la prevención, la detección y la respuesta. Para empezar, es necesario actualizar el software con frecuencia. La razón por la que los sistemas operativos y las aplicaciones deben mantenerse actualizados es que la mayoría de sus actualizaciones contienen parches para vulnerabilidades conocidas que podrían ser utilizadas por los atacantes. La aplicación de estas actualizaciones de forma regular protege los sistemas contra el compromiso a través de software obsoleto. Políticas de contraseñas seguras: El segundo paso clave es establecer políticas de contraseñas seguras. Una buena política de contraseñas garantiza que estas sean difíciles de adivinar, únicas y que se cambien periódicamente para minimizar el tiempo disponible para descifrarlas. La MFA eleva aún más el listón con factores de verificación que requieren que los usuarios demuestren su identidad utilizando dos o más factores de verificación, lo que complica aún más las cosas a los atacantes, ya que la posesión de una contraseña robada no sería suficiente.
- Formación de los empleados: La formación de los empleados es una de las formas más importantes de minimizar los riesgos de ciberseguridad relacionados con el factor humano. Educar a los empleados sobre cómo reconocer los intentos de phishing, utilizar contraseñas seguras y manejar los datos de forma segura reduce significativamente el riesgo de que un ataque tenga éxito. Este debe ser un proceso continuo para ayudarles a tomar conciencia de las amenazas emergentes y las mejores prácticas en este sentido.
- Cortafuegos y software antivirus: Los cortafuegos y el software antivirus protegen los sistemas de las actividades maliciosas dirigidas contra ellos. Los cortafuegos actúan como una barrera entre las redes internas de confianza y las redes externas no fiables. Los cortafuegos bloquean el acceso no autorizado a una red privada o desde ella. El software antivirus identifica el malware y lo aísla antes de que cause daños reales. Ambas herramientas son muy básicas a la hora de proporcionar defensa contra una amplia gama de amenazas cibernéticas.
- Cifrado de datos: El cifrado de datos es otro tipo de medida de seguridad fundamental. El cifrado de los datos confidenciales en reposo y en tránsito garantiza que, en caso de interceptación o acceso no autorizado a los datos, estos sigan siendo ilegibles sin una clave de descifrado válida. Esto protege la información confidencial contra el acceso no autorizado y las violaciones.
Riesgo de ciberseguridad frente a amenaza
Ser capaz de distinguir entre los dos conceptos, riesgos de ciberseguridad y amenazas de ciberseguridad, es fundamental para una buena gestión de la seguridad:
Riesgo de ciberseguridad
En ciberseguridad, el riesgo se refiere a la probabilidad de que una amenaza determinada aproveche la presencia de una vulnerabilidad para causar daños a un sistema o a una organización. En realidad, se trata de una estimación o evaluación de la probabilidad de que una amenaza específica pueda aprovechar una vulnerabilidad específica.
En otras palabras, si existe una vulnerabilidad concreta en el software de una organización y también existe la probabilidad de que un pirata informático intente aprovecharla, el riesgo se explica por la probabilidad de que se produzca y el daño que podría causar. La evaluación del riesgo ayuda a priorizar las medidas de seguridad mediante la clasificación de las probabilidades de diversos tipos de amenazas y los posibles daños que estas pueden causar, de modo que los recursos se distribuyan correctamente y se orienten las formas de respuesta.
Amenaza a la ciberseguridad
Por otro lado, una amenaza a la ciberseguridad es cualquier peligro potencial que pueda manipular una debilidad en un sistema. En general, las amenazas son elementos externos que pueden dañar la información y los sistemas, y pueden incluir hackers maliciosos, malware, ataques de phishing o incluso desastres naturales.
A diferencia de los riesgos, que se basan en la probabilidad y el impacto, las amenazas identifican su naturaleza y capacidad para explotar las vulnerabilidades. Por ejemplo, una organización que tiene sistemas de respaldo débiles se ve amenazada por un grupo de hackers conocido por especializarse en ransomware. Ser capaz de identificar las amenazas permitirá a una organización desarrollar mejores defensas y respuestas específicas contra ellas.
En general, un riesgo implica un concepto generalizado del posible impacto de varias amenazas que explotan vulnerabilidades, mientras que una amenaza se refiere a actores o eventos específicos que pueden causar daños.
¿Cómo ayuda SentinelOne a resolver los riesgos de ciberseguridad?
SentinelOne es una plataforma premium de protección de endpoints diseñada diseñada para gestionar numerosos riesgos de ciberseguridad. Así es como ayuda SentinelOne:
1. Detección de amenazas basada en IA
La plataforma Singularity™ utiliza la última tecnología de inteligencia artificial y aprendizaje automático para ofrecer una detección y respuesta de última generación. Básicamente, los algoritmos de estas tecnologías analizan los datos de los endpoints para detectar si hay malware conocido o desconocido, incluidos los complejos exploits de día cero. Por lo tanto, la plataforma impulsada por IA detecta todas las amenazas en tiempo real, con la garantía de una rápida identificación y mitigación de los riesgos cibernéticos antes de que puedan comprometer la seguridad del sistema.
2. Análisis de comportamiento
La plataforma Singularity™ es un análisis de comportamiento de última generación que ofrece supervisión en tiempo real de las actividades de los puntos finales, identificando patrones de comportamiento sospechosos que podrían indicar una posible brecha de seguridad. Mediante un análisis en profundidad de patrones y anomalías, la plataforma identifica los primeros indicios de actividades maliciosas para que la intervención temprana pueda ser proactiva. Evita que las amenazas causen daños importantes y ayuda a preservar la integridad de las TI dentro de su organización.
3. Respuesta automatizada
La plataforma Singularity™ proporciona una potente respuesta automatizada con cuarentena, corrección y reversión. Esto significa que, en caso de detectarse un incidente de seguridad, se puede automatizar el aislamiento de los sistemas afectados, junto con la neutralización de las amenazas y la reversión a estados anteriores que se sabe que son seguros.
Estos procesos automatizados reducen drásticamente el impacto de los ataques y minimizan los tiempos de respuesta, lo que permite obtener enormes ganancias en eficiencia operativa y una mayor resiliencia de la seguridad.
4. Protección unificada de endpoints
La protección unificada de endpointsendpoint abarca todos los endpoints, desde estaciones de trabajo de escritorio y portátiles hasta servidores, y muchos más. Esto permite a SentinelOne integrar mecanismos en todos estos dispositivos, lo que garantiza que ningún punto final pueda utilizarse como vector de ataque. Esta coherencia simplifica la gestión y mejora la postura de seguridad de toda la red.
5. Inteligencia sobre amenazas
Singularity™ Threat Intelligence ofrece una capa muy importante de inteligencia sobre amenazas al integrar información actualizada sobre las últimas amenazas y vulnerabilidades. Esto se consigue mediante la integración de la información más reciente, lo que permite a las organizaciones adoptar estrategias de defensa proactivas y responder rápidamente a los incidentes. El suministro continuo de inteligencia procesable mantiene las defensas alerta y adaptadas a los riesgos cibernéticos en constante evolución.
6. Informes y análisis de incidentes
Singularity™ Threat Intelligence también permite la notificación y el análisis detallados de incidentes. De este modo, es posible obtener una visión profunda de los incidentes de seguridad, como la naturaleza de los vectores de ataque y su impacto. Esto contribuye en gran medida a ayudar a las organizaciones a desarrollar una buena inteligencia sobre amenazas, de modo que se puedan formular mejores estrategias de seguridad para mejorar la postura general de seguridad.
 
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Mejore su postura de seguridad con detección en tiempo real, respuesta a velocidad de máquina y visibilidad total de todo su entorno digital.
DemostraciónConclusion
En estos tiempos, en los que las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas y frecuentes, comprender y gestionar los riesgos de ciberseguridad es fundamental. Solo descubriendo los tipos de riesgos, implementando estrategias de mitigación y utilizando soluciones de seguridad avanzadas similares a SentinelOne se podrá proteger a las personas y a las organizaciones de las amenazas cibernéticas en constante evolución.
Las actualizaciones periódicas, la formación de los empleados y las medidas adoptadas para garantizar una seguridad integral forman parte de una estrategia de ciberseguridad eficaz.
"Preguntas frecuentes sobre los riesgos de ciberseguridad
Las ocho amenazas cibernéticas más comunes son el malware, el phishing, los ataques de intermediario, los ataques de denegación de servicio, la inyección SQL, los exploits de día cero, las amenazas internas y la vulnerabilidad del IoT.
La seguridad en el ciberespacio es arriesgada debido a los cambios dinámicos en el escenario de amenazas, la dificultad tecnológica y las posibles consecuencias de las infracciones, que incluyen pérdidas económicas, daños a la reputación e incluso perjuicios legales.
Entre ellos se incluyen la actualización periódica del software, la aplicación de una política de contraseñas adecuada, la formación de los empleados, los cortafuegos, el software antivirus, el cifrado de datos, los controles de acceso, los planes de respuesta a incidentes, la realización de copias de seguridad periódicas, la realización de evaluaciones de vulnerabilidad y la supervisión de la red.
Mientras que el riesgo en ciberseguridad es la posibilidad de que una amenaza aproveche una debilidad para causar daños, una vulnerabilidad representa una debilidad o una brecha dentro de un sistema que puede ser aprovechada por amenazas para causar daños. Los riesgos implican tanto las amenazas potenciales como las vulnerabilidades que pueden explotar.

