¿Sabías que Google identifica cada semana unos 50 sitios web con código malicioso? Aunque las cifras puedan parecer pequeñas, es importante comprender que los hosts reales de malware representan aproximadamente el 1,6 % de estos sitios analizados, lo que supone unos 50 dominios comprometidos por semana. Tanto para las empresas como para el usuario medio de Internet, estas cifras solo sirven para dejar claro que el peligro acecha en cada rincón de la web. El problema de identificar nuevos sitios que pronto pueden convertirse en fuente de un ataque de malware sigue siendo un reto para las organizaciones.
Hoy en día, el término malware, o software malicioso, es un término general que engloba todos los programas diseñados para robar datos, dañar o interrumpir el funcionamiento normal y realizar actividades no autorizadas para tomar el control de los recursos. Entender "¿Qué es el malware?" es mucho más que una simple cuestión técnica, es la clave para comprender cómo existen las amenazas contemporáneas. Las nuevas variantes de amenazas requieren nuevas soluciones, desde actualizaciones diarias de los escáneres de malware hasta inteligencia de amenazas de vanguardia.
El objetivo de este artículo es ofrecer una visión completa del malware y de las medidas que deben tomar las organizaciones para evitar o minimizar estos riesgos para sus recursos digitales.
En el artículo trataremos los siguientes temas:
- Definición sencilla de malware
- Tipos detallados de malware (virus, gusanos, troyanos y más)
- Cómo funciona el software malicioso bajo la superficie
- Vectores de infección comunes, desde correos electrónicos de phishing hasta medios extraíbles
- Algunos ataques de malware reales y sus implicaciones para las empresas
- Orientación sobre detección, prevención, eliminación de malware y mejores prácticas
- Algunas observaciones finales sobre el refuerzo de las defensas de la organización
Al final, comprenderá qué es el malware, cómo puede prevenir la infección, cómo comprobar si hay malware y cómo actuar si se infecta. Así pues, comencemos con una breve definición del término "malware" y su papel en el mundo actual de la seguridad informática.
¿Qué es el malware? Una explicación sencilla
En pocas palabras, el malware es un software diseñado para causar daños y obtener acceso no autorizado a un ordenador y sus recursos. El significado del término malware abarca todas las formas, desde virus que infectan los archivos hasta sofisticados troyanos que roban información de forma secreta. Aunque la pregunta "¿Qué es el malware?" se suele responder de forma bastante limitada (por ejemplo, la gente solo piensa en los virus), "malware" es un término muy amplio. Incluye gusanos, ransomware, keyloggers y adware, que funcionan de diferentes maneras para propagarse u ocultarse.
Cabe destacar que las infecciones de malware no solo afectan a los ordenadores con Windows. Aunque no es tan frecuente, el malware para Mac también está ganando popularidad a medida que aumenta el número de usuarios de Apple. Los atacantes saben que cada plataforma tiene sus vulnerabilidades, por lo que crean ataques personalizados. En este caso, independientemente de si se es usuario de Windows, Apple o Linux, la pregunta "¿Qué es el malware? va mucho más allá del enfoque de los virus y nos hace tomar conciencia de que debemos tener cuidado con todos nuestros dispositivos.
Por último, definir el malware es también aceptar que se trata de una amenaza dinámica que está en constante evolución. Cada día surgen nuevas cepas que cambian sus métodos para evadir la detección. Para cualquiera que gestione una pequeña empresa o una gran organización corporativa, es fundamental conocer la definición de malware para poder construir la defensa adecuada. El primer paso para contrarrestar la amenaza es comprender el alcance del problema.
Tipos de malware
El término "malware" engloba diversos programas, cada uno con comportamientos, mecanismos de infección y potencial destructivo distintos. Cuando la gente pregunta por el significado de "malware", lo percibe como virus, pero eso es solo el principio.
Es importante que las empresas comprendan las diversas categorías de malware para mejorar las medidas de seguridad. A continuación, exploramos algunas de las categorías más comunes.
- Virus: Los virus son programas diseñados para adherirse a otros programas o archivos y luego hacer copias de sí mismos cada vez que se ejecuta el archivo anfitrión. En el pasado, los virus fueron el primer malware identificado en la historia del malware. Pueden dañar archivos, ralentizar el rendimiento del ordenador o crear una puerta de entrada para que se produzcan otras infecciones de malware. La detección moderna de malware implica el uso de bases de datos de firmas que se utilizan para detectar estos fragmentos, aunque las formas avanzadas de malware pueden ocultar su presencia.
- Gusanos: Los gusanos no son como los virus, ya que no necesitan la ayuda del usuario para propagarse. Se replican por sí mismos, pasando de una red a otra aprovechando los puertos existentes o abiertos en los protocolos o sistemas. Su capacidad para replicarse los hace especialmente peligrosos, ya que pueden saturar toda la red de una empresa en pocas horas. Se trata de cepas digitales de rápida propagación que pueden controlarse con procedimientos de análisis rápido de malware y con la aplicación oportuna de parches.
- Troyanos: Un troyano aparece en forma de una aplicación que el usuario descarga voluntariamente o de un archivo normal. Una vez activados, realizan acciones maliciosas, como robar credenciales o crear puertas traseras. A pesar de que los troyanos no siempre son destructivos y sus características destructivas no siempre se manifiestan abiertamente, siguen siendo un paso en la progresión de ataques de malware más complejos. Los troyanos, que a menudo se utilizan junto con el sigilo y el engaño, se consideran una de las subcategorías de malware más peligrosas para las empresas que no se protegen.
- Ransomware: El ransomware bloquea los archivos o todo el sistema de la víctima y exige una determinada cantidad de dinero (en la mayoría de los casos, criptomonedas). Algunos de los virus más populares de esta categoría son WannaCry y Petya, que causaron revuelo en todo el mundo. El ransomware es una de las amenazas cibernéticas más destructivas desde el punto de vista financiero debido al tiempo de inactividad que provoca, el rescate y el impacto en la marca. Las empresas aplican medidas de protección contra el malware por capas, como el uso de copias de seguridad fuera de línea, la instalación de mejores cortafuegos y la formación de los usuarios.
- Spyware: Spyware espía en secreto las acciones del usuario, registrando las pulsaciones del teclado, el historial de navegación u otra información. De esta manera, los ciberdelincuentes pueden obtener cualquier cosa, desde datos de inicio de sesión hasta otra información confidencial de la organización. Este factor de sigilo lo hace extremadamente dañino, ya que las víctimas no saben que han sido víctimas de una violación de seguridad durante mucho tiempo. Estas intrusiones se pueden prevenir realizando análisis periódicos con un escáner de malware, así como supervisando las actividades del sistema en busca de cualquier comportamiento sospechoso.
- Adware: Adware interrumpe a los usuarios mostrándoles anuncios emergentes o redirige el tráfico a páginas que contienen anuncios para generar ingresos. Aunque el adware se considera a menudo uno de los tipos de malware menos peligrosos, puede afectar negativamente al rendimiento y la eficiencia. Peor aún, estos anuncios pueden conducir a otros dominios maliciosos, lo que aumenta aún más los riesgos de seguridad. Una buena seguridad del navegador y bloqueadores de anuncios genuinos ayudan a mitigar el problema del adware.
- Rootkits: Los rootkits, como su nombre indica, se ejecutan en el nivel raíz de un sistema y proporcionan a los atacantes un control total sobre el sistema. Ocultando procesos, interceptando llamadas del sistema y también pueden eludir la mayoría de las herramientas convencionales de análisis de malware. Los rootkits son difíciles de detectar o desinstalar una vez instalados y, por esta razón, los profesionales del campo de la ciberseguridad los consideran malware peligroso. El escaneo a nivel del núcleo y las comprobaciones del BIOS/firmware suelen ser las últimas líneas de defensa.
- Keyloggers: Un keylogger es un tipo de spyware que registra todas las pulsaciones de teclas en un sistema y las envía a un sitio remoto. El hacker puede introducir fácilmente información confidencial, como contraseñas, información financiera y mensajes. Aunque pueden emplearse de forma legal, por ejemplo, en casos como la supervisión parental o corporativa, los keyloggers se consideran una de las formas más peligrosas de spyware. Estas intrusiones silenciosas se previenen mediante el uso de la autenticación multifactorial y la instalación de software anti-keylogger.
- Botnets: Una botnet es un conjunto de dispositivos infectados por un programa de software malicioso controlado por un ciberdelincuente. Las botnets son capaces de llevar a cabo operaciones de ataque con malware a gran escala, enviar spam o incluso realizar un ataque DDoS. Cada una de las máquinas infectadas, denominadas "zombi", contribuye con el uso de su potencia de procesamiento. La detección y segregación de la actividad de las botnets es esencial para la prevención del malware, ya que son capaces de coordinarse en muy poco tiempo en una organización que no esté preparada.
- Malware para Mac: El malware para Mac se dirige a los sistemas Apple debido a su capacidad para explotar las debilidades específicas de la plataforma. Históricamente ha sido menos frecuente que su homólogo para Windows y ha crecido en línea con la cuota de mercado de Apple. Desde troyanos que imitan las aplicaciones típicas de macOS hasta adware incluido en los instaladores, el malware para Mac perturba la confianza en la seguridad de los dispositivos Apple. Es fundamental asegurarse de que los sistemas estén actualizados e implementar el uso de soluciones de escáner de malware para Mac.
¿Cómo funciona el malware?
El malware no es solo algo que permanece inactivo, sino que intenta activamente afianzarse, mantenerse y, en ocasiones, incluso multiplicarse. Comprender cómo funciona bajo la superficie permite al personal de seguridad diseñar mejores estrategias para combatirlo. Al definir "¿Qué es el malware?",
es necesario mencionar las estrategias que utiliza el código malicioso para acceder al sistema objetivo. A continuación, analizamos seis factores que explican el ciclo de vida operativo del malware.
- Vector de infección inicial: Un virus necesita un punto de entrada, que puede ser un archivo adjunto de correo electrónico, un enlace en un sitio web o una unidad extraíble. Tan pronto como la víctima abre el archivo o el enlace, el programa se activa y se prepara para causar estragos. El phishing sigue estando muy extendido y su enfoque básico consiste en engañar a los usuarios para que instalen la carga útil. Estas etapas son fundamentales a la hora de prevenir el malware como sociedad.
- Escalada de privilegios: Una vez que el malware ha penetrado en el sistema, muchos de ellos obtienen un mayor nivel de acceso al sistema al conseguir más privilegios. Aprovechando una debilidad o accediendo sin autorización a los permisos, el malware obtiene privilegios elevados, pasando de ser un usuario normal a un administrador. Por ejemplo, el código de un troyano puede ocultarse en el servicio del sistema. Esto amplía la posibilidad del alcance del daño que puede causar, por lo que es importante identificar el malware lo antes posible.
- Sigilo y persistencia: El malware necesita ocultarse para pasar desapercibido y no ser detectado lo antes posible. Las cepas polimórficas cambian las firmas de código en tiempo de ejecución, y los rootkits avanzados cambian las llamadas del sistema para ocultar los procesos. La reinstalación tras el reinicio puede realizarse a través de entradas del registro o ganchos del kernel, entre otros. En particular, se convierte en un gran reto para las organizaciones con muchas actividades, ya que el malware se ejecuta en segundo plano y no es fácil de detectar ni eliminar.
- Comunicación con servidores de comando y control (C2): Algunos programas maliciosos se comunican con servidores remotos para recibir más instrucciones o transferir datos. Este tráfico de ida y vuelta puede incorporarse al tráfico HTTP/HTTPS normal y solo puede discernirse fácilmente mediante un análisis profundo de paquetes. De todas las redes de bots, los canales C2 se utilizan ampliamente para coordinar grandes. Impedir las conexiones a determinados dominios y filtrar las conexiones salientes puede interrumpir la cadena operativa del malware.
- Exfiltración y explotación de datos: En los ataques avanzados, el virus sustrae datos valiosos, como documentos financieros, patentes o información de identificación. A continuación, los transmite al exterior. Este paso es el núcleo de muchos de los ataques de malware actuales, con el objetivo de obtener beneficios de los sistemas infectados o de obtener información valiosa. Una suite de detección bien estructurada que incorpore el uso de alertas en tiempo real reducirá el tiempo que los atacantes pueden tardar en infiltrarse en la red y extraer datos.
- Autorreplicación o propagación adicional: Algunas de las amenazas, como los gusanos, se propagan rápidamente dentro de la red local y aprovechan los sistemas sin parches. Algunas permiten movimientos laterales: después de infiltrarse en un punto final, el malware busca más objetivos. Esta propagación cíclica muestra cómo un movimiento inicial incorrecto puede conducir a una situación de infección completa por malware. La prevención es también la mejor manera de hacer frente a estas expansiones, y esto solo se puede lograr estando muy atentos en todos los nodos.
Formas comunes de propagación del malware
Saber cómo entra el malware en un sistema es el primer paso para prevenirlo. A pesar de que algunos métodos de infiltración en una organización ya son de conocimiento común, siempre se están desarrollando métodos nuevos y mejorados.
Estos son algunos de los canales más utilizados a través de los cuales una organización puede trazar un mapa de la propagación del malware, lo que le ayudará a comprender cómo prevenirlo. En la siguiente sección, explicamos seis vías comunes de infección.
- Correos electrónicos de phishing: El phishing sigue siendo el tipo de ataque más extendido, utilizando archivos adjuntos o enlaces en correos electrónicos falsos que contienen malware. Personas inocentes de la empresa pueden abrir un archivo adjunto infectado, lo que da lugar a un ataque de malware. El caso es que incluso los usuarios más cuidadosos pueden ser engañados si el cebo del phishing es muy tentador. El primer nivel de protección es el uso adecuado de filtros en el correo electrónico corporativo y la formación de los empleados.
- Descargas drive-by: Si existen vulnerabilidades, el código se ejecuta en segundo plano tan pronto como el visitante navega por un sitio web comprometido o malicioso, y comienza un análisis de malware del sistema del visitante. La mayoría de los ataques drive-by se basan en plugins antiguos o vulnerabilidades de software. Estos ataques ponen de relieve la necesidad de actualizar periódicamente los parches y utilizar plugins de navegador que bloqueen los scripts. Un solo clic erróneo puede convertir una sesión normal de navegación web en una peligrosa infección de malware.
- Medios extraíbles: Los archivos se pueden colocar en unidades USB, discos duros externos o incluso tarjetas SD, que contienen otros ejecutables. Las funciones de ejecución automática inician automáticamente los programas cuando se conectan a un ordenador y también pueden activar otros programas que están ocultos. Sigue siendo muy utilizada en los ataques a la cadena de suministro, en los que los empleados trasladan dispositivos infectados de un punto a otro. Es habitual encontrar organizaciones que tienen políticas que exigen comprobar si los soportes externos contienen malware antes de conectarlos a las redes corporativas.
- Publicidad maliciosa: Esta técnica consiste en la infiltración de códigos maliciosos en redes publicitarias auténticas. Esto es especialmente cierto porque los usuarios acceden a sitios web de noticias o comercio electrónico de buena reputación y pueden no saber nunca que hay un anuncio malicioso. Esto puede llevarles a hacer clic en el anuncio, lo que les llevará a kits de explotación ocultos que infectan silenciosamente su dispositivo. Estos son difíciles de detectar, ya que es menos probable que sean detectados por los bloqueadores de anuncios y las estrictas medidas de seguridad de los navegadores de Internet.
- Paquetes de software: El malware a veces se puede descargar en forma de extras de otro software genuino o incluso de software pirateado que se encuentra en sitios web ilegítimos. Se ha convertido en algo habitual que los usuarios descarguen programas gratuitos y se encuentren con que están instalando troyanos, adware u otro malware. Esta táctica de "empaquetado" se dirige a la sensibilidad al coste y es capaz de moverse rápidamente a través de redes personales o empresariales. Descargar desde fuentes oficiales y analizar los instaladores con un escáner de malware contribuiría en gran medida a reducir el riesgo.
- Kits de explotación y análisis de red: Los delincuentes suelen emplear scripts para buscar objetivos vulnerables en Internet, como servidores no seguros o servicios configurados incorrectamente. Estos son explotados por kits que implantan secretamente código malicioso en estas vulnerabilidades. Tras penetrar en el sistema inicial, los delincuentes se desplazan horizontalmente para atacar otros sistemas. Las amenazas a nivel de red exigen una estrategia de parcheo rápida y una detección de intrusiones adecuada para las grandes empresas del mundo corporativo.
Ejemplos reales de ataques de malware
El análisis de los ataques de malware más conocidos puede ser útil para identificar posibles daños, medidas para mitigarlos y niveles de preparación dentro de las organizaciones. A partir de hechos reales, las empresas pueden aprender a mejorar su protección.
A continuación se presentan cinco ejemplos reales de campañas de malware extraídos de informes publicados sobre sucesos reales en los que se explica cómo y por qué ocurrieron.
- BlackCat (ALPHV) 2.0 (2023): BlackCat, también conocido como ALPHV, comenzó en 2023 con una versión 2.0 del ransomware que mejoraba la velocidad de cifrado y las capacidades antianálisis. Esta nueva cepa atacó a entidades manufactureras y de infraestructura crítica y exigió rescates por valor de millones de dólares estadounidenses. Los objetivos recibieron nuevas funciones de ocultación, como cargas útiles residentes en la memoria que no pueden ser detectadas por el software antivirus. Por lo tanto, la capacidad de detectar rápidamente el malware y responder a los incidentes era esencial para minimizar las pérdidas debidas a la interrupción de las operaciones.
- LockBit 3.0 Surge (2023): El ransomware LockBit hizo su debut con la versión 3 del malware, que cuenta con técnicas de cifrado totalmente nuevas que los programas antimalware no pueden descifrar. A lo largo de los años, muchas empresas legales y financieras de todo el mundo se convirtieron en el objetivo de sus ataques de spear phishing. LockBit 3.0 se diseñó de tal manera que incorporaba ingeniería social junto con el uso de exploits de día cero para eludir los filtros de correo electrónico. Como destacaron los analistas del sector, los ataques son un ejemplo perfecto de cómo la gestión de parches y la formación de los usuarios siguen siendo esenciales para prevenir los ataques de malware.
- Royal Ransomware (2023): Royal Ransomware cambió su nombre por Blacksuit en 2023 y estuvo activo principalmente a mediados de 2024, afectando a organizaciones sanitarias de Europa y Norteamérica. Utilizando credenciales VPN robadas, los atacantes pudieron obtener el control total mediante scripts de PowerShell para luego propagar malware de cifrado de archivos. Como resultado, debido a las elevadas demandas de rescate, la atención a los pacientes se vio gravemente afectada por el hecho de que los datos de los hospitales se vieron comprometidos. Este suceso concreto puso de manifiesto cómo un solo inicio de sesión puede dar lugar a un importante ataque de malware y generó un debate sobre la autenticación multifactorial y las redes de confianza cero.
- RansomEXX "doble extorsión de datos" (2018): RansomEXX se reinventó con la nueva táctica de la "doble extorsión de datos", que consiste tanto en cifrar archivos como en amenazar con publicar los datos robados si no se paga el rescate. A lo largo de los años, varios fabricantes y empresas aeroespaciales han sido testigos de incidentes especialmente graves. Por ejemplo, los piratas informáticos publican información sobre la empresa de forma parcial con la intención de obligarla a pagar. Esto ha aumentado la importancia de contar con medidas adecuadas de copia de seguridad de los datos, así como de realizar comprobaciones exhaustivas de malware para que los piratas informáticos no puedan hacerse con la información en primer lugar.
Efectos del malware en los sistemas y las organizaciones
El malware puede provocar desde pequeñas degradaciones del rendimiento hasta pérdidas de datos a gran escala, y eso es lo que lo hace tan peligroso. Para las empresas, estas consecuencias se traducen en pérdidas económicas, daños a la reputación y problemas legales.
Tanto si un ordenador ha sido infectado por un virus, un gusano o un troyano avanzado, los efectos pueden ser bastante destructivos. A continuación se describen cinco aspectos que describen la gravedad de un ataque de malware:
- Tiempo de inactividad del sistema: El ransomware o el secuestro de recursos pesados pueden provocar el colapso de toda la red, lo que afecta a la producción y a la productividad de los empleados. Cada hora de inactividad equivale a pérdida de ingresos, incumplimiento de plazos y clientes insatisfechos. El intercambio P2P tampoco es recomendable, ya que abre la puerta a la entrada de software malicioso que ralentiza el sistema, incluso el "menos dañino", como el adware, que consume tiempo de CPU. Esta es la razón por la que la prevención del malware no es solo una necesidad operativa, sino también estratégica, ya que afecta directamente a la continuidad del negocio.
- Robo de datos: El spyware, los troyanos o los rootkits pueden robar fácilmente información, incluida información financiera u otra propiedad intelectual. Una vez robada, esta información puede venderse en el mercado negro o ser utilizada como herramienta de espionaje por la competencia. Además de las pérdidas mencionadas, existen multas por incumplimiento normativo que pueden derivarse de las violaciones de datos si se compromete la información personal. El cifrado y la detección eficaz de malware son las formas de reducir estos riesgos al mínimo.
- Sanciones económicas y costes de rescate: Las organizaciones afectadas por el ransomware se ven obligadas a pagar elevadas cantidades, que pueden alcanzar los seis o siete dígitos, para recuperar el acceso a los sistemas bloqueados. El pago no garantiza la recuperación de todos los datos perdidos ni la confidencialidad de la información robada. Además del rescate, pueden aumentar otras multas reglamentarias relacionadas con la filtración de datos. Pagar por copias de seguridad y servicios de eliminación de malware es mucho más barato que ceder a las demandas de los ciberdelincuentes.
- Erosión de la confianza de los clientes: Los clientes proporcionan su información a las organizaciones y esperan que dicha información no se divulgue a terceros. Cuando se corre la voz de que se ha producido un ataque de malware, la confianza en las medidas de seguridad de la empresa disminuye. No es fácil recuperar la confianza de los usuarios si su información personal o financiera se ve comprometida. No hay nada de malo en realizar análisis de malware con frecuencia y ser transparente con los clientes sobre los incidentes./li>
- Daño a la reputación: Además de la confianza de los clientes, otras áreas que pueden verse afectadas son las asociaciones y los accionistas, ya que una empresa puede sufrir una importante brecha de seguridad. Los competidores aprovechan estos errores y comienzan a dudar de la capacidad de una empresa para proteger recursos valiosos. La cobertura de los medios de comunicación agrava la situación y aumenta el número de infiltraciones hasta alcanzar niveles escandalosos. Los efectos de la cobertura negativa de la prensa persisten mucho tiempo después de que se hayan controlado las infecciones de malware, lo que demuestra que más vale prevenir que curar.lt;/li>
¿Cómo detectar malware en su dispositivo?
La detección temprana del malware es importante para evitar la exposición de toda la red al malware y los ataques posteriores. Aunque el sigilo significa evitar llamar la atención, siempre aparecen señales de una forma u otra.
A través de estas señales de alerta, las personas y las organizaciones aumentan sus posibilidades de evitar o, al menos, de hacer frente rápidamente a este tipo de programas. A continuación se indican los cinco aspectos que hay que tener en cuenta para identificar una actividad inusual:
- Ralentización del rendimiento: Un rendimiento lento, bloqueos frecuentes o una carga prolongada de los programas pueden indicar la presencia de procesos maliciosos. Los virus, los rootkits y el adware suelen consumir capacidad de la CPU o de la memoria. Aunque puede haber muchas razones para estas ralentizaciones, las caídas recurrentes requieren un análisis en busca de malware. Comprobar los recursos del sistema es útil para identificar actividades asociadas al malware.
- Ventanas emergentes o redireccionamientos inesperados: El adware o los secuestradores de navegador pueden mostrar anuncios en la pantalla de la víctima o redirigir el tráfico web a sitios web no deseados. Sin embargo, incluso los sitios legítimos pueden volverse inaccesibles y el usuario tiene que lidiar con ventanas emergentes. Esto suele indicarse mediante ventanas emergentes frecuentes o el cambio constante de la página de inicio. También se puede utilizar un buen software antivirus para determinar si el sistema está infectado o no.
- Herramientas de seguridad desactivadas: Algunos programas maliciosos avanzados tienen la capacidad de eliminar o eludir el antivirus, los cortafuegos o incluso la protección del sistema operativo al obtener acceso. Una de las señales de advertencia de malware es la identificación de servicios de seguridad desactivados. En caso de que estas capas de protección no se puedan volver a activar o se desactiven automáticamente, se puede concluir con seguridad que el sistema está siendo atacado por malware. Actúe con rapidez realizando análisis sin conexión o utilizando medios de rescate especializados.
- Procesos y servicios desconocidos: Busque procesos desconocidos en el Administrador de tareas o en cualquier monitor del sistema que pueda tener en su ordenador. A veces, el malware disfraza los nombres de los archivos para que parezcan pertenecer a un programa de confianza, pero el uso de la memoria o la actividad de la CPU del archivo serán sospechosos. Es necesario recopilar las propiedades de los archivos y compararlas con las firmas de referencia de tipos de software específicos. Un inventario de referencia es útil para detectar los cambios causados por un gusano u otro código oculto.
- Picos de actividad de red: Los virus informáticos, los keyloggers, el spyware o las botnets transmiten un enorme tráfico a otros servidores o sistemas. Incluso si la utilización de la red muestra picos de actividad cuando no se espera ninguna actividad de red, las infecciones de malware pueden ser la causa. Supervise el uso del ancho de banda o utilice otras utilidades de supervisión de la red. La detección de malware en una fase temprana del tráfico es beneficiosa para eliminar las amenazas antes de que causen más daños.
¿Cómo prevenir las infecciones de malware?
Es más fácil y menos costoso prevenir una incursión de malware que intentar limpiarla después. Hoy en día, las organizaciones utilizan múltiples capas de protección, desde los puntos finales hasta la formación de los empleados.
Dado que los actores maliciosos cambian constantemente, también lo hace el método de defensa contra ellos. A continuación se presentan cinco pasos clave para protegerse contra los programas maliciosos y su penetración:
- Actualizaciones y parches de software periódicos: Las aplicaciones como los sistemas operativos, los navegadores y otras aplicaciones de terceros se vuelven vulnerables si no se actualizan. Hay muchas razones por las que los ciberdelincuentes estudian las notas de los parches para crear ataques de malware dirigidos a sus víctimas. Al instalar las actualizaciones con prontitud, las organizaciones abordan las vulnerabilidades conocidas. Esto se facilita mediante herramientas de automatización de parches, ya que es probable que se pasen por alto grandes flotas en el proceso.
- Buena higiene de contraseñas: Una contraseña débil o reutilizada es una puerta abierta para los troyanos y otras formas de código malicioso que buscan obtener datos de inicio de sesión. Utilice la autenticación multifactorial siempre que sea posible. Los gestores de contraseñas ayudan a los usuarios a crear y memorizar frases de contraseña complicadas. Tomar medidas para reforzar el proceso de inicio de sesión reduce significativamente las posibilidades de ataques de malware que explotan las credenciales.
- Formación en seguridad para los empleados: Las infecciones de malware pueden atribuirse a errores humanos, como la descarga de archivos infectados o ser víctima de una estafa de phishing. Periódicamente se llevan a cabo sesiones de concienciación sobre ciberseguridad para garantizar que el personal sea consciente de los riesgos que conlleva abrir correos electrónicos, archivos adjuntos o enlaces recibidos de fuentes desconocidas. Este enfoque ayuda a mantener la mentalidad de seguridad entre el personal, ya que se le anima a cuestionar cualquier solicitud inusual o sospechosa. De este modo, los empleados están preparados y se encargan de supervisar los sistemas en busca de signos de malware.
- Implementar soluciones de seguridad de confianza: Software antivirus sofisticado, detección y respuesta en los puntos finales y otras soluciones como SentinelOne Singularity añaden otra capa de protección contra los atacantes. Estas soluciones ofrecen análisis dinámico, sandboxing y análisis del comportamiento de los programas. Su integración en todos los dispositivos, incluidos los terminales móviles, junto con los cortafuegos y los sistemas de detección de intrusiones, conforman una sólida capa exterior.
- Segmentación de la red: La segmentación de la red interna restringe el movimiento lateral si se compromete un terminal. Por ejemplo, los servidores críticos suelen estar ubicados en segmentos seguros a los que solo puede acceder el personal autorizado. A continuación se describe una estrategia que limita el alcance de un ataque de malware exitoso. Algunas de ellas son que, incluso si un segmento se infecta, el resto no se ve afectado, lo que minimiza el alcance del problema y el tiempo necesario para resolverlo.
Mejores prácticas para protegerse contra el malware
La seguridad no consiste solo en aplicar parches o incluso ejecutar un antivirus, sino que se trata de una seguridad holística. Desde la formulación de políticas a nivel corporativo hasta el uso de capas de protección frente al mundo exterior, las mejores prácticas también son globales.
Cuando estos protocolos se estandarizan, se reducen las exposiciones a las que pueden verse sometidas las organizaciones empresariales. A continuación se enumeran cinco mejores prácticas que pueden ayudar a reforzar la defensa contra los ataques de malware:
- Principio del mínimo privilegio: Limite los derechos de acceso de los usuarios solo a aquellos privilegios que sean relevantes para sus funciones. Cuando estas cuentas tienen altos niveles de permisos, es muy fácil que los virus se propaguen por toda la red. La separación de funciones y la práctica del acceso basado en roles minimizan el impacto de estos vicios. Se puede utilizar junto con otros enfoques antimalware para confinar la propagación del código malicioso solo a componentes limitados del sistema.
- Supervisión y registro avanzados: Las herramientas de registro eficaces y las soluciones SIEM supervisan las actividades de la red, las interacciones de los usuarios y los registros de las aplicaciones. Si hay signos de anomalías o múltiples fallos de acceso, se pueden identificar los primeros indicios de infecciones de malware a partir de estos registros. En particular, cuando se comparan datos de diferentes sistemas, los equipos de seguridad pueden identificar rápidamente los intentos de infiltración. En otras palabras, los registros pueden considerarse una fuente muy útil en el proceso de respuesta a incidentes.
- Aplicar prácticas de codificación seguras: Los desarrolladores de software que trabajan en organizaciones deben recibir formación sobre las normas de codificación que evitan los fallos de inyección y los desbordamientos de búfer. Esto es necesario, ya que las aplicaciones vulnerables ofrecen un punto de entrada inicial para que el malware acceda a un dispositivo. Se deben realizar análisis estáticos y revisiones de código, así como pruebas de penetración, para comprobar que no se cuela ninguna vulnerabilidad con las nuevas versiones. En conclusión, la codificación segura es la primera barrera contra los ataques de malware basados en exploits.
- Copias de seguridad rutinarias: Las copias de seguridad externas son frecuentes y pueden ayudarle a restaurar rápidamente el sistema tras alertas de malware, como el ransomware. Las copias almacenadas fuera de línea no son cifradas ni borradas por los atacantes, ya que se encuentran en una ubicación diferente. Esta medida reduce drásticamente el tiempo de inactividad en caso de una infiltración importante. Pruebe la restauración para asegurarse de que la copia de seguridad que se ha creado se puede restaurar y que los datos se pueden recuperar sin pérdidas.
- Manuales de respuesta a incidentes: Los planes de contingencia ayudan a gestionar la confusión que puede producirse cuando se produce una infección, ya que proporcionan procedimientos escritos sobre cómo manejar la situación. Especifique las distintas funciones que se deben desempeñar, los puntos de contacto y otras acciones, como la segmentación de la red o la creación de imágenes forenses. Estas medidas preventivas garantizan que el personal pueda manejar los ataques de malware de una manera muy eficiente y serena. El uso de manuales mediante simulacros ayuda a consolidar la preparación para situaciones reales.
Eliminación de malware: pasos para limpiar un dispositivo infectado
A pesar de contar con sólidos mecanismos de protección, los ataques de malware pueden infiltrarse en los sistemas de las organizaciones si hay determinación. Si se identifican, es importante actuar con rapidez y exhaustividad para contener el problema. Para responder a la pregunta "¿Cómo eliminar el malware?", es necesario aplicar un proceso paso a paso, ya que la simple eliminación de los archivos puede no ser suficiente.
A continuación se indican cinco pasos que deben seguirse para limpiar eficazmente el dispositivo infectado:
- Desconectarse de la red: En primer lugar, el sistema infectado debe desconectarse de la red para evitar la propagación del virus y la fuga de datos. Esto se puede hacer apagando el Wi-Fi o quitando el cable Ethernet del ordenador y del conmutador. De este modo se limita el flujo de intercambio de datos entre el malware y los servidores de comando y control. El aislamiento es la primera medida que se debe tomar cuando se detecta que hay infecciones de malware activas.
- Entrar en modo seguro o entorno de recuperación: El modo seguro en Windows o los discos de rescate especializados impiden que los programas que provocan cambios en el sistema se inicien automáticamente cuando el usuario enciende el ordenador. Este entorno es limitado, lo que permite ejecutar herramientas de análisis de malware o utilidades de eliminación de malware sin ningún obstáculo. En macOS, el mismo enfoque puede ralentizar la recarga de elementos críticos por parte del malware para Mac. Es importante hacerlo antes de proceder a una limpieza más profunda de la superficie o del área circundante.
- Ejecute análisis completos: Emplee varios motores de detección de virus u otras herramientas, como SentinelOne Singularity, para comprobar si hay algún código oculto. Si es posible, realice un análisis sin conexión para que se puedan detectar los rootkits que son capaces de ocultarse de otros procesos del sistema operativo. Por eso es importante actualizar las definiciones para garantizar que los escáneres puedan identificar nuevas formas de amenazas, incluidas las sofisticadas amenazas de "día cero". De esta manera, se garantiza que no queden restos cuando se reinicie el sistema.
- Eliminar y poner en cuarentena las amenazas: El siguiente paso es aislarlas o eliminarlas en función del nivel de amenaza según el análisis anterior. Se evita que causen ningún daño, pero se permite el análisis futuro del malware durante la cuarentena. Sin embargo, los registros y las muestras infectadas pueden ser útiles para ajustar las reglas de detección del equipo de seguridad. Es importante hacerlo a fondo para evitar que el malware vuelva a aparecer después de reiniciar el sistema.
- Aplicar parches y reevaluar la seguridad: Después de la eliminación, actualice todo el software y compruebe de nuevo si quedan problemas. Esto incluye ejecutar comprobaciones del cortafuegos, habilitar las opciones de seguridad desactivadas y revisar los privilegios de los usuarios. En caso de infracción, revise los registros para establecer su origen y si todavía hay código malicioso sin detectar. El desarrollo de estas áreas reduce las posibilidades de sufrir otro ataque de malware.
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DemostraciónConclusión
Es fundamental que cualquier organización comprenda qué es el malware, ya que el panorama de amenazas aumenta en el mundo moderno. Desde el simple adware hasta los rootkits invisibles y los efectos devastadores del ransomware, el malware en todas sus variedades puede paralizar las operaciones. Mediante el examen de cómo el malware se introduce en los sistemas, la identificación de los primeros signos de penetración y el uso de medidas de seguridad, una empresa adquiere una ventaja competitiva sobre los posibles intrusos. Sin embargo, la prevención no es un método infalible para mantener un sistema alejado del malware, sino que también se requieren soluciones de respuesta y recuperación. Esta guía ha proporcionado una comprensión clara de los conceptos básicos del malware, cómo prevenirlo, cómo detectarlo y cómo eliminarlo para ayudar a las organizaciones. Ahora, la pelota está en su tejado.
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"FAQs
El malware es un software o programa malicioso que puede ejecutarse en segundo plano en su infraestructura. Puede infiltrarse, dañar u obtener acceso no autorizado a los sistemas. Según la definición tradicional, el malware incluye virus, gusanos, troyanos, ransomware, spyware y otros componentes maliciosos. Puede detectarlo y evitar que se propague si comprende cómo se inyecta, se descarga/carga y funciona.
Un virus es un tipo de malware que se infecta a sí mismo adjuntándose a archivos. Malware es un término amplio que abarca virus, gusanos, troyanos, ransomware y otros. Todos los virus son malware, pero no todo el malware son virus clásicos.
Los dispositivos infectados suelen funcionar con lentitud, muestran ventanas emergentes inesperadas, se bloquean con frecuencia y muestran una actividad de red inusual. El software de seguridad desactivado, los procesos desconocidos y los cambios repentinos en el comportamiento del sistema también son indicadores de infección por malware. Es necesario realizar análisis periódicos en busca de malware y actualizaciones oportunas para detectarlo y permitir su detección temprana. Esto garantiza una prevención eficaz.
Para eliminar el malware, primero debe desconectar su dispositivo de la red. Inicie su dispositivo en modo seguro y ejecute análisis detallados de malware utilizando tecnologías de análisis actualizadas. Ponga en cuarentena o elimine las amenazas detectadas y, a continuación, instale los parches y actualizaciones necesarios. Todos estos pasos garantizarán la eliminación eficaz del malware y evitarán nuevas infecciones. También puede utilizar SentinelOne para obtener una protección sólida contra el malware.
Sí, el malware puede robar datos personales aprovechando las vulnerabilidades del sistema. El malware son troyanos, keyloggers y spyware que roban datos confidenciales, como credenciales de inicio de sesión y datos financieros. Estos ataques de malware se ejecutan para recopilar datos de forma subrepticia. Se requieren análisis de malware de alta potencia y estrategias de ciberseguridad para contrarrestar este tipo de ataques basados en malware.
El malware es peligroso porque compromete el rendimiento del sistema, corrompe los datos y facilita el acceso no autorizado. El malware realiza ataques de ransomware, roba datos confidenciales y provoca pérdidas económicas. El malware aprovecha las vulnerabilidades para comprometer la seguridad personal y de las organizaciones. Es necesario analizar, detectar y prevenir el malware de forma regular para contrarrestar sus peligrosos efectos.
Las advertencias de malware son mensajes que indican posibles ciberataques y actividad inusual en el sistema. Pueden aparecer como ventanas emergentes, alertas de software antivirus o cambios instantáneos en la configuración. La detección de estas advertencias es importante para la detección temprana de malware, el lanzamiento de análisis instantáneos de malware y la adopción de medidas preventivas para evitar infecciones de malware y proteger sus datos.
Sí, los Mac pueden infectarse con malware a pesar de su reputación en materia de seguridad. El malware para Mac aprovecha las vulnerabilidades exclusivas de los dispositivos Apple. Aunque son menos frecuentes en comparación con Windows, los ataques de malware a los Mac están aumentando en número. Para detectar y prevenir eficazmente el malware, es necesario realizar análisis periódicos, actualizaciones regulares y utilizar escáneres profesionales de malware para Mac.
El malware infecta su PC a través de vectores como correos electrónicos de phishing, descargas no solicitadas, medios extraíbles infectados y kits de explotación. Dentro del sistema, el malware se propaga aprovechando vulnerabilidades y permisos no controlados. La navegación segura, los análisis periódicos en busca de malware y la aplicación puntual de parches son medidas importantes para detectar malware y evitar infecciones.
Los teléfonos móviles son susceptibles al malware, que puede transmitirse a través de aplicaciones maliciosas, URL de phishing o redes infectadas. El malware móvil infecta los datos personales y ralentiza el rendimiento del dispositivo. Es necesario analizar regularmente el malware móvil, instalar las aplicaciones con precaución y realizar actualizaciones periódicas para garantizar una detección y prevención eficaces del malware en teléfonos móviles y tabletas.
No, el software antivirus no es malware; está diseñado para localizar, analizar y eliminar el malware. Mientras que el malware consiste en código malicioso diseñado para destruir sistemas, los productos antivirus son guardianes que realizan análisis y escaneos de malware. Emplean bytes de malware actualizados, bases de datos de firmas y algoritmos de comportamiento para garantizar una detección y eliminación eficaces del malware.

