La superficie de ataque cibernético se refiere al total de puntos vulnerables en el entorno informático de una organización. Esta guía explora el concepto de superficies de ataque, incluidas las amenazas externas e internas, y cómo identificar y reducir las vulnerabilidades.
Conozca las mejores prácticas para proteger su superficie de ataque y mejorar su postura general de ciberseguridad. Comprender la superficie de ataque es fundamental para la defensa proactiva contra las amenazas cibernéticas.
¿Qué tipos de superficies de ataque son comunes hoy en día?
Existen varios tipos comunes de superficies de ataque en la ciberseguridad, entre los que se incluyen:
- Superficie de ataque de red: se refiere a las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada dentro de la infraestructura de red de una organización, como routers, conmutadores y cortafuegos. Los atacantes pueden aprovecharlos para obtener acceso no autorizado a la red o lanzar ataques contra otros sistemas.
- Superficie de ataque de aplicaciones: se refiere a las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada dentro de las aplicaciones de software de una organización, como aplicaciones web, aplicaciones móviles y servicios basados en la nube. Los atacantes pueden aprovecharlas para obtener acceso a datos confidenciales, comprometer cuentas de usuario o propagar malware.
- Superficie de ataque de los dispositivos: se refiere a las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada dentro de los dispositivos de una organización, como ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes. Los atacantes pueden aprovecharlas para acceder al dispositivo y robar información confidencial o utilizar el dispositivo como plataforma de lanzamiento para ataques contra otros sistemas.
- Superficie de ataque de la identidad/cuenta de usuario: Se refiere a las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada dentro de las cuentas de usuario de una organización, como contraseñas débiles o falta de controles de acceso. Los atacantes pueden aprovecharlas para acceder a datos confidenciales o lanzar ataques contra otros sistemas.
Para reducir la superficie de ataque y protegerse contra los ciberataques, las organizaciones pueden implementar controles y prácticas de seguridad para mitigar estas posibles vulnerabilidades y puntos de entrada. Esto puede incluir la implementación de cortafuegos, sistemas de detección y prevención de intrusiones, controles de acceso, la actualización periódica del software y la formación de los empleados sobre las mejores prácticas en materia de ciberseguridad.
¿Cuál es el problema de una superficie de ataque amplia?
Una superficie de ataque amplia puede ser explotada por diversos actores, entre ellos organizaciones criminales, actores estatales y hackers individuales. Estos actores pueden utilizar diversos métodos y técnicas para explotar las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada dentro de los sistemas informáticos y las redes de una organización, tales como:
- Malware Infecciones: el malware, como los virus, los gusanos y el ransomware, puede utilizarse para acceder a los sistemas de una organización y robar información confidencial o interrumpir sus operaciones.
- Ataques de phishing: Los atacantes pueden utilizar técnicas de ingeniería social, como correos electrónicos o sitios web falsos, para engañar a los usuarios y que proporcionen información confidencial o accedan a enlaces maliciosos.
- Ataques basados en la red: Los atacantes pueden utilizar ataques de denegación de servicio (DoS) o inyección SQL para acceder a la red de una organización y lanzar ataques contra otros sistemas.lt;/li>
- Amenazas internas: Los empleados u otras personas con acceso a los sistemas y redes de una organización pueden exponer vulnerabilidades de forma intencionada o accidental, o proporcionar acceso a los atacantes.
Al explotar una amplia superficie de ataque, los atacantes pueden obtener acceso a los sistemas y redes de una organización, robar información confidencial, interrumpir las operaciones o causar daños. Para protegerse contra estas amenazas, las organizaciones pueden implementar controles y prácticas de seguridad para reducir la superficie de ataque y mejorar su postura de seguridad general.
¿Qué es la reducción de la superficie de ataque?
La reducción de la superficie de ataque se refiere al proceso de identificar y mitigar las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada dentro de los sistemas informáticos y las redes de una organización que pueden ser explotados por los atacantes. Esto puede incluir la implementación de controles de seguridad, como cortafuegos, sistemas de detección y prevención de intrusiones y controles de acceso para limitar las posibles vulnerabilidades y puntos de entrada que pueden ser explotados. También puede incluir evaluaciones de seguridad periódicas para identificar y remediar cualquier vulnerabilidad nueva o emergente, así como programas de formación y sensibilización de los empleados para educar al personal sobre las mejores prácticas en materia de ciberseguridad. Al reducir la superficie de ataque, las organizaciones pueden dificultar el acceso de los atacantes a sus sistemas y redes y protegerse contra posibles ciberataques.
Aunque un CISO (director de seguridad de la información) puede tomar medidas para reducir el riesgo de ciberataques, no es posible eliminar el riesgo cibernético. La naturaleza de la ciberseguridad está en constante evolución y continuamente surgen nuevas amenazas y vulnerabilidades. Además, el uso cada vez mayor de dispositivos conectados y el Internet de las cosas (IoT) crea nuevas vulnerabilidades que pueden ser explotadas por los atacantes. Por lo tanto, un CISO no puede reducir el riesgo cibernético a cero. Sin embargo, un CISO puede implementar una estrategia integral de ciberseguridad que incluya múltiples capas de protección y revise y actualice periódicamente esta estrategia para adelantarse a las amenazas emergentes y vulnerabilidades. Esto puede ayudar a reducir el riesgo cibernético general de la organización y mejorar su capacidad para responder y mitigar las amenazas potenciales.
Un CISO puede reducir el riesgo de múltiples superficies de ataque mediante la implementación de una estrategia integral de ciberseguridad que incluya múltiples capas de protección. Esto puede incluir:
- Evaluaciones de seguridad periódicas para identificar posibles vulnerabilidades e implementar los controles adecuados.
- Sistemas de detección y prevención de intrusiones para detectar y bloquear posibles ataques.
- Software antimalware y otras herramientas de seguridad para detectar y eliminar el malware.
- Cortafuegos para bloquear el acceso no autorizado y proteger contra ataques basados en la red.
- Contraseñas seguras y únicas para todas las cuentas y cambios periódicos de contraseña para evitar el acceso no autorizado.
- Actualizaciones periódicas de los sistemas operativos y otros programas para corregir vulnerabilidades y evitar su explotación por parte de malware.
- Programas de formación y sensibilización de los empleados para educar al personal sobre las mejores prácticas en materia de ciberseguridad y protección de datos.
- Respuesta a incidentes Planes para responder de forma rápida y eficaz y mitigar las posibles amenazas.
Al implementar estas medidas y revisarlas y actualizarlas periódicamente según sea necesario, un CISO puede reducir el riesgo de múltiples superficies de ataque y proteger los sistemas informáticos y las redes de la organización frente a posibles ciberataques.
¿Qué aumenta la superficie de ataque y por qué es perjudicial?
El aumento de la superficie de ataque puede tener varias consecuencias negativas para una organización. Algunos de los principales problemas que plantea el aumento de la superficie de ataque son:
- Mayor riesgo de ciberataques: Una superficie de ataque más grande significa que hay más vulnerabilidades y puntos de entrada potenciales que pueden ser explotados por los atacantes. Esto puede dificultar la protección contra los ciberataques y aumentar el riesgo general de la organización.
- Reducción de la postura de seguridad: A medida que aumenta la superficie de ataque, la capacidad de la organización para detectar y prevenir posibles ataques puede verse reducida, lo que debilita su postura de seguridad general.
- Aumento de los costes: La implementación de controles y prácticas de seguridad adicionales para protegerse contra una superficie de ataque más amplia puede ser costosa y requerir muchos recursos, lo que exige un presupuesto y personal adicionales.
- Daño a la reputación: si una organización sufre un ciberataque, el daño resultante a su reputación y confianza puede ser difícil y costoso de reparar.
Al reducir la superficie de ataque, las organizaciones pueden minimizar estas consecuencias negativas y mejorar su postura de seguridad. Esto puede ayudar a protegerse contra los ciberataques, reducir los costes y mantener la reputación y la confianza de la organización.
Hay varios factores que pueden aumentar la superficie de ataque, entre ellos:
- El uso de múltiples aplicaciones y servicios de software: a medida que las organizaciones utilizan más aplicaciones y servicios de software, aumenta el número de vulnerabilidades y puntos de entrada potenciales, lo que dificulta la protección contra los ciberataques.
- El uso de dispositivos conectados y el Internet de las cosas (IoT): El uso cada vez mayor de dispositivos conectados y el IoT crea nuevas vulnerabilidades y puntos de entrada potenciales que pueden ser explotados por los atacantes.
- Prácticas de seguridad deficientes: Las contraseñas débiles o predeterminadas contraseñas, falta de controles de acceso y formación inadecuada en materia de seguridad pueden aumentar la superficie de ataque y facilitar a los atacantes el acceso a los sistemas y redes de una organización.
- Uso de sistemas y software heredados : los sistemas y el software antiguos pueden tener más vulnerabilidades y son más difíciles de actualizar y proteger, lo que aumenta la superficie de ataque.
- El uso de servicios y proveedores externos: las organizaciones que dependen de servicios y proveedores externos pueden ser vulnerables a los ataques a través de estos proveedores externos, lo que aumenta la superficie de ataque.
Al abordar estos factores e implementar controles y prácticas de seguridad adecuados, las organizaciones pueden reducir la superficie de ataque y protegerse contra posibles ciberataques.
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DemostraciónConclusión
Incluso si ha logrado reducir las superficies de ataque de su organización, sigue siendo importante utilizar software antimalware, protección de endpoints o XDR para proteger los sistemas informáticos y las redes de su organización contra los ataques de malware. XDR puede proporcionar capas adicionales de protección contra el malware, como virus, gusanos, troyanos y ransomware, al detectar y eliminar estas amenazas antes de que puedan causar daños o robar información confidencial. Además, XDR puede proporcionar protección en tiempo real contra amenazas nuevas y emergentes, que pueden ser difíciles de detectar y prevenir manualmente para un equipo azul. Por lo tanto, el uso de software XDR junto con un equipo azul puede proporcionar una defensa más completa y eficaz contra los ataques de malware.
"Preguntas frecuentes sobre la superficie de ataque
Una superficie de ataque es la suma de todos los puntos (vectores de entrada) desde los que un atacante puede intentar violar sus sistemas o extraer datos. Esto incluye software, puertos de red, API, cargas de trabajo en la nube y dispositivos físicos que se conectan a su red. Cuanto mayor sea la superficie de ataque, más oportunidades tendrán los atacantes de encontrar un punto débil y obtener acceso no autorizado.
Conocer su superficie de ataque le permite centrar las defensas en los puntos de entrada más vulnerables antes de que los atacantes los encuentren. Si no puede ver todos los vectores posibles (aplicaciones web, puertos abiertos o rutas de ingeniería social), dejará huecos que darán lugar a brechas. Un mapa claro de su superficie de ataque le ayuda a priorizar los controles, reducir el riesgo y responder más rápidamente a los incidentes.
Hay tres tipos principales:
- Digital: activos conectados a Internet, como sitios web, servidores, aplicaciones, servicios en la nube y API.
- Físico: Hardware y dispositivos como ordenadores portátiles, routers, unidades USB y servidores locales que los atacantes pueden tocar o robar.
- Ingeniería social: Elementos humanos, como el phishing, la suplantación de identidad o el baiting, en los que los atacantes se aprovechan de las personas en lugar del código.
La superficie de ataque externa incluye todos los puntos expuestos a Internet o a terceros: sitios web públicos, API y puntos finales en la nube. La superficie de ataque interna abarca los recursos dentro de su red: aplicaciones internas, herramientas de administración y puntos finales accesibles solo después de un compromiso inicial. Reducir ambas superficies disminuye las vías que los atacantes pueden utilizar para moverse lateralmente y escalar privilegios.
La reducción de la superficie de ataque es el proceso de eliminar los puntos de entrada innecesarios y reforzar los que se necesitan. Se empieza por enumerar todos los activos, revocar los servicios que no se utilizan, cerrar los puertos innecesarios, eliminar el código obsoleto y aplicar el acceso con privilegios mínimos.
Herramientas como los cortafuegos, las políticas de confianza cero, la segmentación de la red y la aplicación regular de parches ayudan a implementar la reducción minimizando las vías explotables.
Estas son las mejores prácticas para reducir la superficie de ataque:
- Habilite la confianza cero: verifique cada solicitud antes de conceder acceso.
- Adopte el privilegio mínimo: conceda a los usuarios solo los derechos que necesitan.
- Segmente las redes: contener las infracciones dividiendo los entornos.
- Aplicar parches rápidamente: corregir las vulnerabilidades tan pronto como lleguen las actualizaciones.
- Supervisar continuamente: realizar un seguimiento de los cambios en los activos y de las actividades inusuales.
- Formar a los empleados: enseñarles a detectar los ataques de phishing y de ingeniería social. Estas medidas cierran las brechas y limitan el alcance de los atacantes si logran violar una capa.

