El uso de servicios en la nube es ahora una necesidad para todas las empresas, pero conlleva diversas amenazas para la seguridad. Este cambio a la nube ha sometido a las organizaciones a una enorme presión en materia de seguridad; un informe reveló que, durante el año anterior, más del 60 % de las organizaciones sufrieron incidentes de seguridad relacionados con las estructuras en la nube. A medida que aumenta la adopción de los servicios en la nube, la gestión eficiente de las vulnerabilidades en la nube se vuelve fundamental para proteger la información y mantener las operaciones comerciales. Esto hace que sea cada vez más importante comprender e implementar una gestión eficaz de las vulnerabilidades en la nube para evitar consecuencias costosas.
En este artículo, explicamos el concepto de gestión de vulnerabilidades en la nube y por qué es diferente del escaneo tradicional, ya que la arquitectura es compartida y los recursos son temporales. También se exploran los enfoques basados en el riesgo, las amenazas a las soluciones IaaS/PaaS/SaaS y las directrices para los ciclos de escaneo/parcheo, la automatización y el trabajo en equipo. Además, se revisa cómo funcionan los servicios de gestión de vulnerabilidades en la nube con las pilas de seguridad. Concluimos con una guía sobre cómo incorporar estas herramientas en un plan integral de seguridad en la nube plan de gestión de vulnerabilidades.
¿Qué es la gestión de vulnerabilidades en la nube?
La gestión de vulnerabilidades en la nube puede describirse como el proceso continuo de identificar, evaluar y gestionar los riesgos asociados a las debilidades de seguridad en entornos de nube, ya sean públicos, privados o híbridos. Aplica enfoques tradicionales a recursos más efímeros, como funciones sin servidor, contenedores o máquinas virtuales escaladas dinámicamente. También garantiza que se comprueben todas las capas (infraestructura, plataforma o software) en busca de vulnerabilidades conocidas o configuraciones incorrectas. Debido a la naturaleza dinámica de las actualizaciones en los entornos de nube, el escaneo se combina frecuentemente con flujos de trabajo de aplicación de parches automatizados. Por lo general, los registros y los paneles de control revelan las vulnerabilidades recién descubiertas, lo que permite a los equipos sincronizar las correcciones prioritarias casi en tiempo real. Si una organización no tiene un enfoque claro para sus procesos de escaneo y aplicación de parches, puede quedar expuesta a fugas de datos o a que sus servicios sean cerrados por actores maliciosos.
¿Por qué es importante la gestión de vulnerabilidades en la nube?
Estudios recientes muestran que el 80 % de las empresas han experimentado al menos un incidente de seguridad relacionado con la nube en los últimos doce meses, lo que demuestra la creciente dificultad del entorno actual. Muchos servicios funcionan en estados transitorios: se activan durante un tiempo y luego se apagan y se desconectan después de su uso. Sin un escaneo sólido, estos entornos efímeros pueden pasar fácilmente desapercibidos o sin parchear. A continuación se presentan cinco razones por las que es fundamental adoptar la gestión de vulnerabilidades en la nube para tener una postura de seguridad sólida:
- Activos que cambian rápidamente: La nube funciona gracias a su flexibilidad: las aplicaciones pueden crecer durante los periodos de mucho tráfico y reducirse en otros momentos. Esta fluctuación significa que cualquier biblioteca con una vulnerabilidad sin parchear o una configuración incorrecta podría seguir utilizándose durante un breve periodo de tiempo y seguir siendo una amenaza enorme. Por ejemplo, un método de análisis continuo significará que las máquinas virtuales o los contenedores recién lanzados se analizarán tan pronto como se inicien. Este enfoque, que forma parte de la seguridad en la nube y la gestión de vulnerabilidades, ayuda a los equipos a evitar puntos ciegos en medio de cargas de trabajo dinámicas.
- Responsabilidad compartida ampliada: Mientras que los proveedores de nube protegen las capas base, los clientes son responsables de las capas del sistema operativo, el código de las aplicaciones o las configuraciones de los contenedores. No tener en cuenta esta distinción significa que estos problemas no reciben la atención que merecen. Los servicios de gestión de vulnerabilidades en la nube cubren esta laguna, analizando las capas gestionadas por los usuarios en busca de CVE conocidas o configuraciones inseguras. Estas soluciones garantizan que el análisis se alinee en toda la pila, definiendo las responsabilidades de cada parte implicada.
- Superficies de ataque diversas: La nube ofrece muchos puntos finales interactivos que pueden quedar directamente expuestos a Internet, desde buckets S3 hasta API personalizadas. Los atacantes exploran sistemáticamente estos puntos finales en busca de formas fáciles de entrar. La adopción de las mejores prácticas de gestión de vulnerabilidades en la nube garantiza que los equipos localicen y corrijan las posibles exposiciones en los procesos de CI/CD, el almacenamiento de datos o las puertas de enlace web. Esto significa que incluso la más mínima negligencia da lugar a vulnerabilidades significativas que pasan desapercibidas a menos que se escaneen regularmente.
- Cumplimiento normativo y gobernanza: Políticas como el RGPD o la HIPAA exigen un escaneo y un parcheo rigurosos de los datos alojados en la nube. Los auditores exigen documentación de los problemas y de cómo se procesan y resuelven en un breve plazo de tiempo. Estos requisitos pueden cumplirse mediante marcos de escaneo detallados y estrategias de parcheo en tiempo real. A largo plazo, un escaneo eficaz ayuda a garantizar un cumplimiento coherente en toda la organización, protegiendo la marca y evitando costosas multas.
- Evolución de las amenazas en tiempo real: Los hackers siempre están al acecho de nueva información sobre vulnerabilidades o configuraciones erróneas de los servicios en la nube. Una vez revelada la vulnerabilidad, los piratas informáticos comprueban la vulnerabilidad en grandes rangos de IP o proveedores específicos. Mantener una rutina de gestión de vulnerabilidades basada en la nube con comprobaciones frecuentes reduce las oportunidades. Las correcciones o mitigaciones rápidas evitan que los atacantes aprovechen las vulnerabilidades nuevas o existentes en su arquitectura.
Componentes clave de la gestión de vulnerabilidades en la nube
El concepto de gestión de vulnerabilidades en la nube es similar al escaneo local, pero tiene consideraciones diferentes debido al entorno y la naturaleza de los recursos utilizados en los entornos de nube. En general, se pueden identificar cinco componentes: inventario, escaneo, priorización basada en el riesgo, aplicación de parches y verificación del cumplimiento. A continuación se desglosan cada uno de los pilares clave de una solución eficaz:
- Inventario dinámico de activos: La mayoría de las empresas gestionan cientos o incluso miles de máquinas virtuales, imágenes de contenedores o funciones sin servidor en diversos proveedores de nube. Se trata de entornos transitorios en los que los inventarios tradicionales y estáticos resultan ineficaces. Por eso son tan importantes las herramientas de detección automatizadas o las API que pueden encontrar nuevos recursos tan pronto como están disponibles. Esto garantiza que ninguna instancia quede sin escanear o sin parchear, un principio clave para la gestión de vulnerabilidades de seguridad en la nube.
- Escaneo continuo: Los escaneos semanales o mensuales pueden no capturar contenedores efímeros que solo están activos durante unas pocas horas. Muchas empresas cambian a escaneos diarios o basados en eventos que se producen debido a cambios en las implementaciones. Algunas también integran el escaneo en los procesos de CI/CD para evitar la publicación de dichas imágenes. A largo plazo, un proceso de escaneo continuo proporciona una visión casi en tiempo real de cualquier vulnerabilidad que pueda haber sido introducida por actualizaciones o nuevas confirmaciones de código.
- Priorización basada en el riesgo: En un entorno de nube grande, la lista de posibles problemas puede ser increíblemente larga y abrumadora. Basándose en la disponibilidad de exploits, el impacto en el negocio o la sensibilidad de los datos, los equipos de seguridad priorizan y trabajan en las amenazas más importantes. Este enfoque sustenta las mejores prácticas de gestión de vulnerabilidades en la nube, donde la gravedad por sí sola no decide el orden de los parches. A largo plazo, la clasificación basada en el riesgo garantiza que el tiempo del personal se utilice de manera eficiente en asuntos importantes.
- Parches y correcciones automatizados: Las actualizaciones manuales dificultan la agilidad. Cuando el análisis detecta la presencia de vulnerabilidades conocidas, muchos procesos de DevOps abordan las tareas de aplicación de parches de forma parcial o totalmente automática. Por ejemplo, creando automáticamente nuevas imágenes de contenedores para abordar las vulnerabilidades de las bibliotecas o implementando parches del sistema operativo cuando la probabilidad de interrupción es baja. Esto forma parte de un programa eficaz de gestión de vulnerabilidades, que reduce significativamente el tiempo que un atacante tiene para explotar una vulnerabilidad determinada.
- Seguimiento y notificación del cumplimiento: Las empresas que prestan servicios al público, especialmente en sectores muy regulados, deben demostrar el tiempo que tardan en identificar y rectificar cualquier defecto. El registro de las vulnerabilidades abiertas y cerradas fomenta la transparencia, por ejemplo, cuando se realiza para cumplir con una auditoría externa o un objetivo interno. Algunas soluciones de análisis vinculan estos registros a marcos como PCI-DSS o HIPAA para facilitar la asignación. Cuando los resultados del escaneo se integran en paneles de control de cumplimiento, los equipos alinean la gestión de riesgos con los objetivos de gobernanza.
Vulnerabilidades y amenazas comunes en la nube
Los entornos de nube abarcan una amplia gama de configuraciones, ya sean instancias IaaS, aplicaciones web PaaS o incluso marcos sin servidor, lo que da lugar a un gran número de posibles puntos débiles. Las reglas NSG inadecuadas, las imágenes de contenedores antiguas o las claves comprometidas crean oportunidades para los atacantes. A continuación se presentan algunas debilidades comunes que explican por qué es tan importante la gestión de vulnerabilidades en la nube:
- Buckets de almacenamiento abiertos: La ausencia de una configuración adecuada de los depósitos S3 o del almacenamiento Azure Blob con acceso "público" de lectura o escritura da lugar a fugas de datos. Estos almacenamientos abiertos son el objetivo de los atacantes que buscan información personal o corporativa para robarla o filtrarla. Las herramientas de análisis que revisan las configuraciones de acceso de forma regular son útiles. Es aconsejable limitar los permisos de los depósitos solo a aquellas funciones que son esenciales para su uso.
- Interfaces de gestión expuestas: RDP, SSH o consolas propietarias pueden quedar expuestas a Internet sin los cortafuegos adecuados o la autenticación multifactorial. Los atacantes descubren estos puertos mediante técnicas de escaneo de puertos. Para reducir estos riesgos, es recomendable limitar estos servicios a conexiones VPN o proporcionar acceso de forma tan temporal como sea posible. En un proceso de gestión de vulnerabilidades en la nube, el escaneo de puertos de gestión abiertos o credenciales predeterminadas es siempre una práctica recomendada.
- Claves API y credenciales débiles: Cuando las claves API son cortas o están mal almacenadas, existe un alto riesgo de robo de datos o secuestro de recursos, especialmente en un entorno multinube. Los ciberdelincuentes utilizan los datos de inicio de sesión robados para iniciar nuevas instancias de minería de criptomonedas o robo de información. Algunos equipos utilizan gestores de secretos o variables de entorno con cifrado. El escaneo continuo, junto con la rotación de claves, minimiza las posibilidades de que las credenciales se vean comprometidas por estar desactualizadas.
- Imágenes de contenedores vulnerables: Si los equipos omiten el escaneo o nunca actualizan las imágenes base, los tiempos de ejecución de contenedores basados en la nube pueden ejecutar una imagen más antigua o incluso sin parches. Los atacantes aprovechan las vulnerabilidades conocidas de las bibliotecas para moverse lateralmente o filtrar datos. Un enfoque eficaz de "desplazamiento hacia la izquierda" ayuda a los desarrolladores a abordar los problemas en una fase temprana, lo que reduce la posibilidad de que el problema se produzca en el entorno de producción. Con gestión de vulnerabilidades para contenedores, las organizaciones mantienen las imágenes y sus actualizaciones en clústeres distribuidos.
- Grupos de seguridad mal configurados: En la oferta de IaaS, el tráfico entrante o saliente se establece mediante grupos de seguridad o reglas de firewall. Estas deficiencias abren las API o bases de datos internas al público, lo que supone un grave problema. Las reglas permisivas siguen siendo una configuración errónea habitual que permite al adversario moverse lateralmente. Por lo tanto, un programa eficaz de gestión de vulnerabilidades puede garantizar que solo se abran los puertos necesarios cuando se analizan dichos grupos.
- Escape de tenencia compartida: Los CSP mantienen las cargas de trabajo de los clientes de forma aislada, pero es posible que se produzca una situación en la que algunas vulnerabilidades comprometan este aislamiento. Los atacantes pueden intentar explotar las vulnerabilidades del hipervisor o los ataques de canal lateral para eludir estas barreras. Aunque este riesgo es considerablemente menor en las nubes públicas que están bien mantenidas, no se ha erradicado por completo. Las alertas de los avisos oficiales, además del análisis de actividades sospechosas, pueden identificar posibles intentos de penetración entre inquilinos.
- Datos sin cifrar en tránsito o en reposo: Algunas organizaciones no cifran los datos almacenados en volúmenes en la nube o utilizan conexiones sin cifrar para las cargas de trabajo. Los interceptores escuchan los canales de comunicación o capturan los flujos de datos. La gestión de vulnerabilidades de seguridad en la nube incluye garantizar que cada servicio utilice TLS o protocolos cifrados y que el cifrado en reposo esté habilitado. Periódicamente, el escaneo puede determinar si la configuración de cifrado está disminuyendo o volviendo a su estado anterior.
¿Cómo funciona la gestión de vulnerabilidades en la nube?
La gestión de vulnerabilidades en la nube suele combinar el uso de herramientas de análisis, la priorización de riesgos, la automatización de la corrección y la validación. En entornos ágiles, efímeros y en constante cambio, cada fase debe alinearse con nuevos códigos o máquinas virtuales de corta duración. En la siguiente sección, destacamos las fases clave que demuestran cómo la información de escaneo conduce a la gestión de riesgos.
- Descubrimiento continuo de activos: En entornos dinámicos, un inventario actualizado de máquinas virtuales, contenedores o puntos finales sin servidor es la base de la cobertura del escaneo. Los sistemas automatizados sondean las API de los proveedores de nube, recopilando cada nuevo ID de instancia o contenedor que se pone en marcha. Esto garantiza que los recursos efímeros no queden excluidos del proceso de escaneo. De esta manera, al asociar los activos descubiertos con configuraciones conocidas, el sistema puede identificar rápidamente posibles debilidades.
- Programación automatizada de escaneos: Cuando los activos pasan a formar parte del inventario, las soluciones de escaneo realizan comprobaciones en busca de configuraciones erróneas o software sin parches. Algunos escaneos se basan en eventos y se producen cuando se forma una nueva instancia o durante las fusiones de código. Algunos de ellos se realizan a intervalos diarios o semanales. A largo plazo, los resultados de los escaneos se combinan y se colocan en una única interfaz para ayudar a los equipos a abordar los problemas en función de su gravedad.
- Priorización y clasificación de riesgos: Se sabe que los defectos se expanden cuando el entorno es grande. Los equipos priorizan las amenazas más urgentes basándose en la lógica del riesgo, como los exploits conocidos, la sensibilidad de los datos o las normas de cumplimiento. Las herramientas también pueden hacer hincapié en los "críticos con un exploit activo" para que se les preste atención urgente y se les apliquen parches. Este enfoque se integra con estrategias de gestión de vulnerabilidades basadas en la nube que unifican los datos de escaneo en múltiples regiones o cuentas de la nube.
- Aplicación de parches y despliegue de correcciones: La aplicación de parches puede significar actualizar una imagen del sistema operativo, ajustar las imágenes base del contenedor o corregir una configuración en la capa de orquestación. Dado que el tiempo de inactividad de la producción es costoso, la mayoría opta por la automatización parcial o por programar un tiempo para el mantenimiento. Después de lanzar una corrección, se reanuda el escaneo para garantizar que se ha eliminado la vulnerabilidad. A largo plazo, se utilizan flujos de trabajo de parches sin intervención para las vulnerabilidades conocidas que no tienen un impacto significativo.
- Informes y métricas: Al final de cada ciclo, se mantienen registros para mostrar el número de vulnerabilidades abiertas, el tiempo que se ha tardado en solucionarlas y la tasa de corrección. Algunos vinculan estos registros a marcos de cumplimiento normativo o paneles de control de riesgos corporativos. La supervisión de estos parámetros promueve el perfeccionamiento continuo del alcance del escaneo, la tasa de implementación de parches o la priorización basada en el riesgo. Esta sinergia consolida un programa eficaz de gestión de vulnerabilidades y define el retorno de la inversión en seguridad.
Ventajas de la gestión de vulnerabilidades en la nube para las empresas
Se ha informado de que el año pasado, el 27 % de las organizaciones experimentaron algún tipo de amenaza o brecha de seguridad en la nube pública, lo que supone un aumento del 10 % con respecto al año anterior. Este aumento pone de relieve la necesidad de realizar análisis y aplicar parches de forma continua en la nube. La gestión de vulnerabilidades en la nube ofrece numerosas ventajas, entre las que se incluyen la mitigación de riesgos y el cumplimiento normativo. En esta sección, analizamos cinco formas en las que las empresas se benefician de los ciclos de análisis estructurados.
- Reducción de la probabilidad de violaciones: Identificar y abordar rápidamente las vulnerabilidades críticas reduce la probabilidad de que los atacantes encuentren una ruta amplia y fácil para acceder al sistema. Si las cargas de trabajo se encuentran en la nube y están expuestas a Internet, el software sin parches o las credenciales débiles aumentan la intrusión. Estas vulnerabilidades se abordan rápidamente incorporando el escaneo en DevOps. A largo plazo, estas precauciones reducen la probabilidad de que las infracciones tengan éxito.
- Procesos de parcheo optimizados: Cuando se trata de entornos grandes o multinube, el parcheo manual puede convertirse rápidamente en un caos. Las herramientas de escaneo automatizadas envían las tareas de parcheo directamente a los procesos de DevOps o a los sistemas de tickets de TI. Esto permite que las imágenes basadas en contenedores o las máquinas virtuales efímeras se actualicen de forma coherente. Con el tiempo, la adopción de las mejores prácticas de gestión de vulnerabilidades en la nube da como resultado ciclos de parches predecibles y bien documentados.
- Mayor visibilidad y control: Las comprobaciones periódicas pueden mostrar activos temporales que los equipos de desarrollo pueden crear sin que los equipos de seguridad lo sepan. De esta manera, un programa eficaz de gestión de vulnerabilidades realiza un seguimiento de todos ellos para garantizar que todos los recursos se ajusten a las políticas de la empresa. Con un inventario actualizado, es casi imposible que pase desapercibida la incorporación de nuevo software o código. Esta información ayuda a mejorar la cooperación entre los departamentos de desarrollo, operaciones y seguridad.
- Mejor cumplimiento normativo: Las auditorías requieren pruebas de análisis, parches inmediatos y priorización basada en el riesgo. Los defectos descubiertos, los registros de análisis y los plazos fijados muestran el alcance y la rapidez con la que la empresa aborda estas debilidades. Cuando se trata de implementaciones en la nube que se rigen por la HIPAA, la PCI-DSS o el RGPD, una estrategia de escaneo integral garantiza una auditoría sin fisuras. A largo plazo, la sinergia en materia de cumplimiento contribuye a reducir el riesgo de sanciones y a reforzar la confianza en la empresa.
- Resiliencia operativa: La falta de disponibilidad o el rendimiento más lento pueden atribuirse a problemas conocidos que aún no se han solucionado. Si una vulnerabilidad permanece abierta durante meses, los atacantes podrían comprometer los recursos o robar información. La continuidad del negocio se preserva mediante una gestión adecuada de los riesgos. Esto también se aplica a la reputación de la marca: los consumidores confían en los proveedores que han establecido medidas de seguridad fiables y estables.
¿Cómo crear una estrategia de gestión de vulnerabilidades en la nube?
Establecer servicios sólidos de gestión de vulnerabilidades en la nube exige algo más que elegir una herramienta de análisis. Incluye la definición de funciones, la integración del análisis con DevOps, la gestión de los contenedores efímeros y la documentación del proceso en cada etapa. En las siguientes secciones, describimos cinco elementos para una estrategia práctica y viable de gestión de riesgos en entornos dinámicos en la nube.
- Determinar el alcance y la propiedad: Especificar qué equipos son responsables del análisis, la aplicación de parches y la verificación de los resultados en cada entorno. ¿Los equipos de DevOps realizan sus análisis en las imágenes de los contenedores o hay un equipo de seguridad central que se encarga de ello? Si es así, describa cómo se retroalimentan los resultados en el desarrollo. Mediante una matriz RACI claramente definida, no se puede pasar por alto ninguna vulnerabilidad. A largo plazo, las funciones aclaran cualquier confusión que pueda surgir en cuanto a quién es responsable de aplicar los parches en cada capa.
- Inventario de activos en la nube: Mantener una lista centralizada de todos los servidores, registros de contenedores o servicios basados en la nube garantiza una cobertura exhaustiva. Mediante soluciones de detección automatizadas o API de proveedores de nube, es posible realizar un seguimiento de los recursos temporales. Este inventario constituye la base de la gestión de vulnerabilidades basada en la nube, ya que garantiza que cada elemento sea escaneado. Con el tiempo, las actualizaciones frecuentes capturan las cargas de trabajo recién creadas.
- Seleccionar e integrar herramientas de análisis: Seleccione soluciones que puedan admitir el análisis de entornos IaaS, PaaS y basados en contenedores. Las herramientas deben ser capaces de identificar configuraciones, falta de parches o vulnerabilidades y exposiciones comunes conocidas (CVE) en las imágenes. A continuación, asocie estos resultados de escaneo con la orquestación de parches o las tareas de DevOps para una rápida corrección. Algunos de los últimos modelos del escáner también incluyen feeds de amenazas para ayudar a identificar primero las vulnerabilidades similares a exploits.
- Establezca políticas y calendarios de parches: Explique el plazo aceptable para abordar las vulnerabilidades críticas; por ejemplo, las vulnerabilidades que se están explotando activamente deben abordarse en un plazo de 48 horas. Las ventanas de parches estándar pueden ser mensuales o semanales, pero a veces hay elementos urgentes que no se ajustan a este ciclo. Asegúrese de documentar estos plazos para que los equipos de desarrollo, operaciones y seguridad estén sincronizados. Estas políticas se convierten gradualmente en parte de la cultura organizativa y garantizan que se mantenga una velocidad constante de aplicación de parches.
- Supervisar, informar y perfeccionar: Por último, pero no menos importante, realice un seguimiento de los promedios, como el tiempo medio de aplicación de parches o la proporción de vulnerabilidades abiertas frente a las cerradas. Los resúmenes ayudan a orientar las mejoras y a demostrar si el trabajo atrasado aumenta o si algunos equipos descuidan los parches. Si el análisis muestra que los antiguos fallos se reintroducen repetidamente, ajuste los procesos de DevOps o las imágenes base en consecuencia. Este bucle iterativo crea un programa de gestión de vulnerabilidades robusto que se adapta al entorno en constante cambio de la nube.
Retos en la gestión de vulnerabilidades en la nube
Aunque los recursos efímeros y escalables ofrecen importantes ventajas, los propios entornos de nube añaden retos al proceso de análisis. Algunos de estos retos son consecuencia de los entornos multinube, mientras que otros están relacionados con la forma en que los contenedores van y vienen. Reconocer estos retos es fundamental para diseñar un enfoque viable de la seguridad en la nube y la gestión de vulnerabilidades. En las siguientes secciones, examinamos cinco retos que dificultan la supervisión y la evaluación eficaces de forma regular.
- Complejidad de la multinube: Las empresas gestionan cargas de trabajo en AWS, Azure, GCP o incluso nubes híbridas privadas. Cada entorno es único en cuanto a su API, nomenclatura de servicios y capacidades de escaneo nativas. Combinar los datos de vulnerabilidad de estas fuentes en una única consola o herramienta de análisis requiere integración. La desventaja de tener sistemas desconectados es que hay algunas vulnerabilidades que pueden no revisarse de la misma manera.
- Corta vida útil de los contenedores: No es raro que los contenedores tengan un ciclo de vida corto, en el que pueden funcionar durante minutos o incluso horas antes de ser sustituidos. Es posible que un programa de análisis diario o semanal no los detecte en absoluto. Este desafío efímero se resuelve con herramientas que integran el análisis basado en eventos, como el análisis en la creación de contenedores. A largo plazo, el contenedor efímero se olvida y las brechas críticas del sistema permanecen sin detectar y, por lo tanto, sin abordar.
- Control limitado sobre la infraestructura subyacente: En PaaS o en ciertas formas de SaaS, el proveedor de la nube es responsable de los parches del sistema operativo. El usuario solo puede trabajar con el código de la aplicación o con capas específicas de configuración. Esta responsabilidad compartida puede crear confusión sobre quién parchea qué. Por ejemplo, una configuración incorrecta a nivel del sistema operativo podría ser responsabilidad del proveedor, mientras que una biblioteca antigua sigue siendo un problema del usuario. Es fundamental saber navegar por estos límites.
- Gran volumen de hallazgos: Un análisis de la nube puede generar cientos y miles de posibles problemas, algunos de ellos insignificantes, mientras que otros son críticos. Gestionarlos es todo un reto, por no hablar de clasificarlos si una empresa trabaja con docenas de equipos de DevOps. En ausencia de un sistema de clasificación basado en el riesgo, el personal podría dedicar demasiado tiempo a asuntos de bajo riesgo o descuidar los riesgos críticos. La combinación de la correlación automatizada y la puntuación de gravedad facilita el manejo del volumen.
- Cambio en el panorama de las amenazas: Los usuarios de la nube esperan servicios nuevos o mejorados con frecuencia, como plataformas sin servidor, contenedores o canalizaciones de compilación efímeras. Los atacantes aprovechan inmediatamente las configuraciones erróneas desconocidas o las CVE recién publicadas, por lo que se requieren técnicas de análisis ágiles. El método de análisis estático puede no ser eficaz para detectar los cambios que pueden introducir DevOps. A largo plazo, el análisis debe complementarse con inteligencia sobre amenazas en tiempo real para aplicar los parches de manera oportuna.
Prácticas recomendadas para la gestión de vulnerabilidades en la nube
Desde la identificación de análisis críticos hasta la finalización de rigurosos ciclos de parches, surgen una serie de mejores prácticas como factores críticos en la gestión de vulnerabilidades en la nube. Las nuevas vulnerabilidades se implementan inmediatamente en servicios efímeros, y la velocidad de DevOps se alinea con los principios de seguridad. En las siguientes secciones, describimos cinco mejores prácticas que ayudan a proteger las cargas de trabajo basadas en la nube de amenazas persistentes o recién descubiertas.
- Adopte la integración DevSecOps: Asegúrese de que los pasos de escaneo se integren en sus canalizaciones CI/CD para evitar que las imágenes o los códigos con vulnerabilidades conocidas se envíen a producción. Este enfoque hace que la seguridad forme parte del código, integrando comprobaciones de escaneo en cada envío o fusión. Al "desplazarse hacia la izquierda", se abordan los problemas antes y se evita el pánico de últimapánico de última hora al intentar arreglar las cosas. A largo plazo, los equipos de desarrollo cambian su percepción de la seguridad, ya que esta se integra en las revisiones de código.
- Alinee las políticas con las características específicas del proveedor: AWS, Azure y GCP proporcionan diferentes controles de seguridad, API de escaneo o servicios de registro. Adapte el escaneo a estas características, garantizando que las comprobaciones de configuración se ajusten al enfoque nativo de la nube. De este modo, se fusionan los servicios de gestión de vulnerabilidades en la nube con el registro y la detección de amenazas integrados. Una estructura uniforme puede ralentizar el desarrollo de funciones avanzadas si no se coordina con cada proveedor.
- Implemente la microsegmentación: La microsegmentación significa que, incluso si se explota la vulnerabilidad en un contenedor o máquina virtual, los atacantes no pueden moverse libremente. De esta manera, incluso si un atacante compromete un solo host, el daño potencial se limita al segmento o a las restricciones establecidas por los grupos de seguridad. Este principio se denomina "red de privilegios mínimos" y se utiliza mejor en combinación con análisis frecuentes. El resultado es una estrategia de defensa por capas que respalda la gestión de vulnerabilidades de seguridad en la nube.
- Mantener registros y métricas exhaustivos: Al supervisar la proporción de vulnerabilidades descubiertas y corregidas, el tiempo medio de reparación y el porcentaje de la red escaneada, se logra la rendición de cuentas. Algunos equipos proporcionan informes mensuales o semanales y muestran el número acumulado de defectos graves. Esto también ayuda al cumplimiento normativo, ya que estas métricas quedan documentadas. En el proceso, queda claro si el programa está creciendo o si algunos equipos de desarrollo están generando continuamente nuevos problemas.
- Revisar y actualizar periódicamente las imágenes base: Las imágenes de contenedores o las plantillas de sistemas operativos pueden quedar obsoletas en un periodo de tiempo relativamente corto. Por lo tanto, se puede mantener el número de CVE conocidas lo más bajo posible programando comprobaciones frecuentes o implementando un proceso que reconstruya las imágenes con cada ciclo de parches. Este método evita que las imágenes pasen por el ciclo de producción cuando ya no son necesarias o deseadas. En combinación con un buen programa de gestión de vulnerabilidades, se crea un ciclo de análisis, corrección y descarte de imágenes.
Conclusión
La gestión de vulnerabilidades en la nube integra el escaneo, la aplicación de parches, la priorización basada en el riesgo y la supervisión constante optimizada para entornos de nube de corta duración o distribuidos. Las máquinas virtuales efímeras y los microservicios se utilizan habitualmente en la nube pública, no se evitan. Aunque pueden presentar riesgos de seguridad, una configuración adecuada y unas medidas de seguridad adecuadas pueden mitigar estas preocupaciones. Las cargas de trabajo en la nube se protegen mediante un escaneo por capas, una priorización avanzada de los riesgos y una programación coherente de los parches. La integración de los datos de análisis con las rutinas de DevOps significa que rara vez se introduce en el sistema código nuevo con errores críticos.
En última instancia, un enfoque sólido de los servicios de gestión de vulnerabilidades en la nube fomenta operaciones estables y seguras para las demandas empresariales modernas. No se trata de un proceso estático debido a los cambios de código, las nuevas implementaciones, etc., pero la optimización constante ayuda a mantener la seguridad en consonancia con la flexibilidad empresarial. Las herramientas de análisis, los pasos de corrección automatizados y la inteligencia sobre amenazas en tiempo real abordan los problemas relacionados con el uso de recursos efímeros o entornos multinube. Con el tiempo, la sinergia entre la gestión de vulnerabilidades de seguridad en la nube y DevOps garantiza un riesgo mínimo, parches rápidos y un fuerte cumplimiento normativo. La integración de estos pasos en los procesos de trabajo significa que la seguridad ya no es una cuestión secundaria, sino una parte inherente del proceso de innovación.
"FAQs
El análisis de vulnerabilidades en la nube detecta vulnerabilidades en infraestructuras en la nube como AWS o Azure. Las API abiertas, las funciones IAM demasiado permisivas o los depósitos de almacenamiento mal configurados son problemas habituales. Es importante porque las brechas de seguridad en la nube suelen producirse por accidente: el 93 % de las brechas de seguridad en la nube son el resultado de configuraciones incorrectas. Es conveniente establecer modelos de responsabilidad compartida en los que los proveedores se encarguen de la infraestructura y los clientes de los datos y el acceso.
Los productos de seguridad en la nube, como los CASB, supervisan la actividad de los usuarios y el tráfico de datos, mientras que los escáneres de vulnerabilidades comprueban si hay configuraciones débiles. Usted correlacionará los resultados: si un escáner encuentra un bucket S3 sin cifrar, las políticas de seguridad restringen automáticamente el acceso. La supervisión en tiempo real detecta los intentos de inicio de sesión sospechosos en cuentas vulnerables, lo que activa la autenticación multifactorial o el bloqueo de la cuenta.
Analice diariamente los activos en la nube utilizando herramientas como AWS Inspector o Azure Security Center. Implemente el acceso con privilegios mínimos: revise mensualmente las funciones de IAM. Cifre los datos en reposo y en tránsito, y registre los registros de auditoría. Emplee plantillas de infraestructura como código para evitar desviaciones en la configuración. Aísle los entornos de desarrollo y producción para minimizar el radio de impacto en caso de violaciones.
Escanean automáticamente entornos dinámicos en busca de problemas como bases de datos públicas o imágenes de contenedores obsoletas. Soluciones como SentinelOne escanean las API de la nube para examinar las configuraciones en tiempo real. Se le alertará de problemas de alto riesgo, como vulnerabilidades sin parchear en clústeres de Kubernetes, y se le indicarán medidas correctivas paso a paso, como actualizaciones de gráficos Helm.
Las actualizaciones recurrentes de la infraestructura dificultan la supervisión de los activos. La TI en la sombra, es decir, la implementación no autorizada de aplicaciones en la nube por parte de grupos, añade puntos ciegos. Las políticas de IAM excesivamente complejas dan lugar a exposiciones accidentales. La escasa visibilidad de las configuraciones de SaaS deja los datos expuestos. Los entornos multinube implican combinar los resultados de AWS, GCP y Azure, que suelen utilizar diversas herramientas de seguridad.
CSPM (gestión de la postura de seguridad en la nube) se centra en las configuraciones erróneas, como los depósitos de almacenamiento públicos o las reglas de red abiertas. La gestión de vulnerabilidades en la nube se centra en las vulnerabilidades de software en las cargas de trabajo en la nube, como los núcleos de sistema operativo sin parches en instancias EC2. Necesitará ambas cosas: las herramientas CSPM, como SentinelOne CNAPP, detectan los recursos expuestos y su escáner de vulnerabilidades puede encontrar errores explotables en contenedores o funciones sin servidor.
Sí. Los escáneres identifican los puntos de entrada del ransomware: VPN sin parches, puertos RDP expuestos o cuentas de administrador comprometidas. Si se aplican parches a los servidores Jenkins expuestos a Internet, se evitan ataques como los basados en CVE-2024-1234. La detección de anomalías, como el cifrado masivo de archivos, activa una respuesta automatizada que aísla las instancias infectadas o restaura instantáneas limpias.

