La ciberseguridad es un sector emergente en el que incluso un clic del ratón, la descarga de un PDF o el botón "responder" pueden ser letales. Así son los casos cada vez más frecuentes de organizaciones que se enfrentan a exploits y pierden datos empresariales cruciales a manos de hackers cada día. Imaginemos un exploit como un ladrón que posee la llave maestra que puede utilizarse para abrir cualquier puerta de su casa, en este caso, los datos confidenciales de su organización. Los atacantes pueden, con poco esfuerzo, entrar por la puerta trasera o incluso por una ventana entreabierta sin que nadie se dé cuenta. Dado que estas puertas traseras aún son desconocidas, resulta muy difícil para las empresas garantizar la seguridad. Entonces, ¿cómo pueden protegerse las empresas de estos hackers que acechan con intención y esperan el momento oportuno para robar?
En esta guía, exploraremos qué son los exploits en materia de seguridad, cómo funcionan, las consecuencias del ataque para el usuario/la organización y las formas de garantizar que esos ladrones no vuelvan a entrar en su casa.
¿Qué es un exploit en seguridad?
Los exploits son fragmentos de código o programas que aprovechan los fallos y debilidades del sistema, ya sea en el software o en el hardware, para invadir el sistema e iniciar ataques como denegación de servicio (DoS), virus o malware como ransomware, spyware y gusanos. En otras palabras, los exploits son como repartidores: entregan el malware o el virus al sistema para atacarlo.
Impacto de la explotación en la ciberseguridad
Los exploits representan una de las principales preocupaciones en materia de ciberseguridad, ya que pueden comprometer gravemente las operaciones de una organización. Sin duda, son capaces de provocar oleadas, a veces desastrosas, en los sistemas y la infraestructura, lo que conlleva una pérdida de tiempo, dinero y clientes para las organizaciones. tiempo, dinero y clientes.
Estos impactos pueden variar desde los relativamente triviales, como la fuga de datos, los ataques a la cadena de suministro y los exploits de día cero, hasta pérdidas de miles de millones de dólares. También pueden provocar la pérdida de clientes y de la confianza de los inversores, así como una imagen pública negativa para la organización.
Las organizaciones deben ser conscientes de estos efectos clave de la explotación:
- Violación de datos: Los exploits pueden dar lugar a un acceso no autorizado a la información habitual, todas las bases de datos, secretos y todos los sistemas de archivos.
- Compromiso del sistema: Los exploits pueden ayudar al hacker a obtener el control de los sistemas para que pueda instalar puertas traseras que le permitan acceder repetidamente al entorno de una organización.
- Invasión de la red: Los hackers pueden infiltrarse fácilmente en una red y pasar de un host a otro, copiar archivos confidenciales e impedir que los usuarios accedan a determinados archivos.Pérdidas económicas: En términos de implicaciones económicas, dos aspectos importantes que pueden tener repercusiones financieras a largo plazo son los costes directos e indirectos. Estos costes son, por ejemplo, indemnizar a alguien por investigar el exploit, pagar el rescate por un ataque de ransomware o invertir en la recuperación del sistema y la mejora de la seguridad.
- Violación de la privacidad: Algunos exploits podrían reenviar datos privados, lo que daría lugar a violaciones de la privacidad.
- Interrupciones del servicio: Los exploits pueden provocar fallos en el sistema, como ralentización del rendimiento, bloqueos, datos corruptos y otras actividades inusuales, lo que dificulta el funcionamiento de las organizaciones o la prestación de servicios a sus clientes.
Grupos en los que se pueden clasificar los exploits
Los exploits en ciberseguridad se pueden clasificar en diferentes grupos en función de sus objetivos, las áreas del sistema en las que se han producido y la naturaleza de sus vulnerabilidades. Las categorías comunes de exploits incluyen:
- Red: Los exploits de red se centran en las debilidades y defectos de los servicios, dispositivos y protocolos de la red.
- Sistema operativo: Los exploits del sistema operativo pueden obtener acceso no autorizado y ejecutar código que podría dañar cualquier dispositivo en el que esté instalado el sistema operativo.
- Aplicaciones: Los exploits de aplicaciones se centran en las vulnerabilidades del software y las aplicaciones web para dañar la seguridad de la aplicación.
- Ingeniería social: Aprovecha la psicología humana para manipular y obtener acceso no autorizado.
- Físico: Obtiene acceso físico a dispositivos o sistemas.
- Inalámbrico: Se centra en las vulnerabilidades de las redes inalámbricas.
- Criptográfico: Encuentra vulnerabilidades en la arquitectura criptográfica.
Tipos de exploits
Las organizaciones deben ser conscientes de los diferentes tipos de exploits que afectan a diversas áreas de sus sistemas. Estos exploits abarcan desde el hardware y el software hasta el nivel del personal.
1. Hardware
Los exploits de hardware se clasifican en tres tipos:
- Ataques al firmware: Aprovechan las vulnerabilidades del firmware del dispositivo de hardware.
- Ataques de canal lateral: Aprovechan la información sobre las características físicas de un sistema, incluido el consumo de energía o las fugas electromagnéticas, para obtener datos confidenciales.
- Troyanos de hardware: Los exploits introducen cambios maliciosos en los componentes de hardware.
2. Software
Los exploits aprovechan las vulnerabilidades del sistema para ejecutar código no autorizado o invadir el sistema. Los ciberdelincuentes pueden utilizar diferentes tipos de exploits en función de sus objetivos:
- Desbordamiento del búfer: El desbordamiento del búfer, también conocido como sobrecarga del búfer, se produce cuando la cantidad de datos en el búfer supera su límite de almacenamiento. El exceso de datos se desborda en regiones de memoria cercanas, sobrescribiendo o corrompiendo la información.
- Inyección SQL: Conocida por ser un método popular para el hackeo web, la inyección SQL puede borrar la base de datos de una organización al insertar código malicioso en sentencias SQL a través de la entrada de la página web.
- Exploits de día cero Aprovecha vulnerabilidades no descubiertas y sin parchear.
3. Red
Los exploits de red se centran en las vulnerabilidades de la configuración o los protocolos de red. Permiten el acceso no autorizado, la interceptación de datos o la interrupción del servicio.
- Man-in-the-Middle (MitM): Interfiere y altera la comunicación entre dos partes.
- Denegación de servicio (DoS): Satura un servicio de red para que no esté disponible.
- Sniffing de paquetes: Captura y analiza paquetes de red.
4. Personal
Los exploits de personal manipulan la psicología humana para obtener acceso a información confidencial.
- Phishing: Los ciberdelincuentes intentan engañar a las personas para obtener datos confidenciales como contraseñas, nombres de usuario e información de tarjetas de crédito.
- Ingeniería social: Táctica muy utilizada por los atacantes para manipular o influir en las personas, obligándolas o engañándolas para que revelen datos confidenciales.
- Amenazas internas: Ataques llevados a cabo por determinados miembros de una empresa.
5. Sitio físico
Los atacantes entran en el área física donde se encuentran los servidores y otros dispositivos de hardware con la intención de manipular el hardware y comprometer la seguridad.
Algunas formas en que los atacantes pueden acceder a los sitios físicos incluyen:
- Seguimiento: Obtener acceso a lugares no autorizados siguiendo a alguien que tiene acceso.
- Búsqueda en contenedores: Recupera información importante de materiales que han sido desechados.
- Manipulación de dispositivos físicos: Manipula dispositivos físicos o protocolos de seguridad.
¿Cómo funciona un exploit?
Un exploit aprovecha los fallos o vulnerabilidades de un sistema para realizar acciones maliciosas. Estos sistemas pueden ser software, hardware o una red, y el atacante lanza estos exploits a través de malware y virus.
A continuación se detalla cómo funciona un exploit:
- Determinar la debilidad: El atacante intentaría encontrar debilidades, si las hubiera, en el sistema objetivo. Esto podría hacerse mediante una investigación exhaustiva, un escaneo o incluso comprando información confidencial en la web oscura.
- Crear el exploit: El atacante comienza a crear u obtener código que le permita explotar esa vulnerabilidad. Normalmente utilizaría métodos como la ingeniería inversa o la modificación de un código existente.
- Despliegue del exploit: Una vez que el código está listo, los atacantes lo implementan enviándolo al sistema objetivo a través de correos electrónicos de phishing o ataques de red.
- Activación del exploit: Una vez que el exploit se ha ejecutado con éxito, los atacantes activan la vulnerabilidad manipulando el sistema de una forma sin precedentes.
- Obtención del control: Una activación exitosa del exploit ejecutará una carga útil. Estas cargas útiles pueden ser malware o comandos que manipulan el sistema. En algunos casos de malware, el atacante podría intentar propagar el exploit a sistemas vecinos.
- Mantener el acceso: En consecuencia, el atacante intentaría mantener su acceso utilizando diferentes métodos, como crear nuevas cuentas de usuario o instalar puertas traseras para acceder rápidamente.
- Borrar huellas: A continuación, el atacante intentaría borrar todos los rastros del exploit para no ser descubierto fácilmente.
¿Por qué se producen los exploits?
Los exploits se producen por varias razones. Sin embargo, se producen principalmente cuando una organización tiene errores o un sistema inseguro, si se utiliza un sistema obsoleto o configuraciones inadecuadas. Además, también es correcto suponer que los errores que cometen las personas, por ejemplo, ser víctimas de phishing o no cumplir con las mejores prácticas de seguridad, también deben tenerse en cuenta.
- Vulnerabilidades en el software: Los errores de codificación o el uso de software sin parches pueden dar lugar a explotaciones, ya que abren los sistemas a los ciberataques.
- Sistemas complejos: Aunque el software de nueva generación es más beneficioso que el tradicional, suele estar integrado con otros sistemas. En lugar de facilitar la identificación y rectificación de la mayoría de los errores y defectos comunes, esta configuración supone un verdadero reto en este aspecto.
- Error humano: Por supuesto, la forma más conveniente de ataque para el atacante es a través del contacto humano con el sistema. Son capaces de hacer que las personas revelen sus datos personales y confidenciales. Además, las personas que se supone que están a cargo de la gestión del sistema pueden no adoptar las medidas de seguridad del software, lo que permite que se produzcan abusos.
- Falta de medidas de seguridad: Problemas como un nivel deficiente de cifrado o una mala protección de contraseñas pueden dar lugar a la explotación del sistema. Además, la ausencia de funciones de seguridad, como el software o las aplicaciones no actualizadas, también mantiene al sistema vulnerable a otros ciberataques.
- Pruebas y revisiones inadecuadas: Esto significa que unas pruebas de software y revisiones de código insuficientes o realizadas de forma inadecuada podrían dar lugar a que se pasen por alto los defectos y peculiaridades del diseño del sistema.
¿Cómo identificar un ataque de explotación?
A veces, los ataques de explotación pueden ser difíciles de detectar, ya que los atacantes pueden camuflar sus acciones. Sin embargo, existen indicios que pueden ayudar al usuario a evitar ser víctima de un ataque de explotación en primera instancia.
- Comportamiento inusual del sistema: Un sistema explotado es lento; tiende a bloquearse o a desarrollar algunos fallos técnicos y a mostrar anuncios o ventanas emergentes con mayor frecuencia.
- Supervisión de la red: Hay patrones de tráfico de red anormales, un aumento del tráfico de comunicaciones e interacciones con direcciones IP desconocidas.
- Análisis de registros: Hay mensajes o códigos extraños en los registros del sistema y de las aplicaciones.
- Análisis de comportamiento: El comportamiento del sistema no es natural o se producen cambios bruscos en las estructuras del sistema. Algunas de las cosas de las que los usuarios pueden quejarse incluyen el bloqueo de sus cuentas, la recepción de correos electrónicos extraños o el fraude.
- Intentos no autorizados: Busque signos de intrusión, como múltiples intentos fallidos de inicio de sesión con contraseñas incorrectas o transacciones inusuales.
- Archivos y actividades desconocidos: En caso de que se ejecute un exploit, es posible que se dé cuenta de que hay otros archivos y programas en el sistema además de los instalados por el sistema operativo. Algunos archivos también pueden crearse, modificarse y eliminarse, o incluso corromperse sin el permiso del administrador.
¿Cómo prevenir un ataque de exploit y mitigar el riesgo de exploits?
Para prevenir un ataque de explotación y mitigar sus riesgos, las organizaciones deben seguir las siguientes prácticas recomendadas:
- Actualizaciones periódicas de software: Asegurarse de que todos los sistemas operativos, el software y las aplicaciones estén actualizados y, cuando sea posible, habilitar las actualizaciones automáticas.
- Seguridad del software y de la red: Cuando se detecte una actividad sospechosa en una red, utilice firewalls para filtrar el tráfico de red e instalar además aplicaciones antivirus/antimalware eficaces para detener dicha actividad. Del mismo modo, elegir el diseño del cortafuegos y habilitar los sistemas de detección y prevención de intrusiones (IDPS), así como la formación de segmentos de red, ayuda a detener las actividades no deseadas.
- Copias de seguridad periódicas: Puede recuperar fácilmente sus datos en poco tiempo si realiza copias de seguridad periódicas y se asegura de que se almacenan de forma segura.
- Análisis de vulnerabilidades: Como se ha indicado anteriormente, realice evaluaciones periódicas de vulnerabilidades y aplique parches virtuales cuando no sea posible aplicar los parches reales a corto plazo.
- Protección de terminales: Refuerce la aplicación mediante la prohibición de ejecutar otros programas y software no deseados y desconocidos, así como mediante el uso de actualizaciones periódicas de programas antivirus y antimalware.
- Cifrado de datos: Proteja y asegure la información importante y adopte medidas estrictas para un sistema de gestión de claves.
- Formación de usuarios y seguridad: Para aumentar los niveles de concienciación entre los usuarios, realice seminarios anuales de seguridad para todos los empleados y, por ejemplo, lleve a cabo simulacros o ataques falsos con correos electrónicos de phishing.
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Más información¿Qué es un kit de explotación?
Los kits de explotación son conjuntos de herramientas que los ciberdelincuentes utilizan para explotar de forma subrepticia y sin ayuda las vulnerabilidades de los ordenadores de las víctimas cuando estas acceden a Internet. Estos kits buscan vulnerabilidades en el software, se infiltran en el sistema y luego distribuyen el malware.
Hoy en día, los kits de explotación se encuentran entre los métodos más utilizados por los grupos criminales para distribuir malware o troyanos de acceso remoto en grandes cantidades, lo que ha llevado a una disminución del umbral para los atacantes.
A continuación se explica cómo funciona:
- Sitio web pirateado: El procedimiento comienza con un sitio web comprometido. Los visitantes que accedan a este sitio web serán redirigidos a una página de destino o un sitio web controlado por el atacante.
- Página de destino: La página de destino analiza el dispositivo del visitante utilizando un código para encontrar vulnerabilidades, como configuraciones incorrectas y versiones obsoletas del software en programas basados en navegadores.
- Ejecución del exploit: Si se ha encontrado una vulnerabilidad durante este procedimiento, el kit de exploits ejecutará automáticamente un código malicioso en el dispositivo del usuario objetivo.
- Entrega del exploit: Una vez que el exploit ha tenido éxito, el kit entrega una carga útil, como ransomware o malware.
Ejemplos populares de exploits
Existen numerosos casos conocidos de ciberataques que pueden rastrearse en la historia de la seguridad de la información.
- Heartbleed: Este exploit se produjo en 2014 y afectó a más de medio millón de sitios web, dejándolos expuestos a violaciones de datos. ¿El motivo? Una amenaza abrumadora en la biblioteca de software criptográfico OpenSSL. Sin embargo, el exploit fue parcheado por un código creado por Bodo Moeller y Adam Langley (de Google) con medidas como la validación adecuada de la longitud de los mensajes Heartbeat entrantes.
- Shellshock: Ese mismo año (2014) se produjo otro acontecimiento que puede haber causado aún más confusión que Heartbleed. Se descubrió una grave falla de seguridad conocida como Shellshock en el shell Bash de Unix. Esta vulnerabilidad causó temor entre los usuarios, ya que significaba que los piratas informáticos tenían la oportunidad de realizar actividades ilícitas en dispositivos como servidores web, ordenadores y gadgets conectados directamente a Internet. Afortunadamente, el exploit se contuvo inmediatamente con el lanzamiento de nuevos parches. Después de eso, Unix y Linux lanzaron una actualización del shell Bash que cubría la vulnerabilidad.
- Petya/NotPetya: Petya, que más tarde pasó a denominarse NotPetya en junio de 2017, fue uno de los peores ciberataques del mercado mundial. El ciberataque comenzó en Ucrania y pronto se intensificó hasta tal punto que incluso gobiernos y otras instituciones de todo el mundo se convirtieron en objetivos; entre las empresas afectadas se encuentran FedEx, Maersk y Saint-Gobain. Al principio, se creyó que se trataba de ransomware, pero más tarde se descubrió que el malware era un malware de borrado.
En diferentes frentes, el exploit fue eliminado con el lanzamiento de actualizaciones de Microsoft para EternalBlue, otros se aseguraron de tener barreras formidables en su red para evitar la propagación del malware y reconstruir sus sistemas a partir de copias de seguridad.
Conclusión
La ciberseguridad es un ámbito muy amplio que abarca numerosos aspectos y diversos retos. Sin embargo, no es estático, ya que, al mismo tiempo, los atacantes también aprenden sobre estos retos y buscan nuevas formas de atacar a las organizaciones. Estas amenazas aprovechan las lagunas existentes en el sistema, tanto en el software como en el hardware, para causar un gran daño. Es fundamental tener en cuenta que las organizaciones que caen víctimas de las amenazas a la seguridad acaban perdiendo sus datos, la confianza de los consumidores e incluso activos monetarios. Sin embargo, estos ataques pueden evitarse si las organizaciones empresariales comprenden cómo funcionan y se producen los ciberataques. Por lo tanto, la concienciación y la respuesta ante las amenazas cibernéticas son importantes para salvaguardar las estructuras del sistema.
"FAQs
Los exploits en ciberseguridad son fragmentos de código o software que aprovechan un fallo o una vulnerabilidad en un sistema informático para obtener acceso a datos confidenciales con la intención de realizar acciones maliciosas.
Un exploit es un fragmento de código o una técnica que permite a un atacante violar la política de seguridad de cualquier objetivo. Una vulnerabilidad es una laguna, debilidad o fallo en el diseño y la configuración de un sistema informático.
Un exploit de día cero aprovecha fallos del software o del hardware que aún no se han solucionado, lo que significa que los proveedores del producto no los conocen. El ciberdelincuente debe identificar estos puntos débiles del software antes de que los proveedores hayan logrado neutralizarlos, hacer que el exploit sea funcional y utilizarlo en un ataque.
Un ataque es uno de los intentos de robar datos confidenciales o acceder sin autorización a ordenadores y redes, mientras que un exploit sería un método específico o fragmento de código que aprovecha una debilidad en un programa o sistema.

