La seguridad de los datos es una parte fundamental de la gestión contemporánea de los datos empresariales y personales. Incluye las prácticas, tecnologías y políticas diseñadas para proteger los activos digitales contra el acceso no autorizado, la destrucción o la interrupción. Cuanto mayor es la digitalización de todo, más importante se vuelve la ciberseguridad. Este blog explora el alcance de los riesgos de seguridad de la información y su impacto, junto con algunas estrategias para contrarrestarlos.
También analizaremos las mejores prácticas comunes en materia de gestión de riesgos. Al final de este blog, comprenderá claramente los retos que plantean los riesgos de seguridad de la información y las herramientas disponibles para abordarlos.
¿Qué es la seguridad de la información?
La seguridad de la información es un conjunto de procesos y herramientas destinados a impedir el acceso no autorizado, la alteración, la divulgación o la destrucción de datos confidenciales. Su objetivo es mantener la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de la información, tanto en formato digital como físico. Esta práctica puede incluir diversos controles de seguridad, como tecnologías y sistemas, políticas organizativas y procedimientos para proteger la información a lo largo de todo su ciclo de vida.
Los principios esenciales de la seguridad de la información son la tríada CIA, es decir, la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad. La confidencialidad garantiza que solo las personas o los sistemas autorizados puedan acceder a los datos. La integridad de la información garantiza que los datos sean precisos y no se modifiquen, tanto en el proceso de almacenamiento como en el de transferencia. La disponibilidad permite que los usuarios autorizados puedan acceder a los datos siempre que sea necesario.
Introducción al riesgo de seguridad de la información
El riesgo de seguridad de la información es la probabilidad de que se produzca una pérdida, un mal funcionamiento o una divulgación involuntaria de la información de un sistema. Estos riesgos son multifacéticos, ya se trate de ataques de ransomware o de violaciones de datos a los que se enfrenta una empresa. Las organizaciones deben identificar y mitigar estos riesgos para proteger sus valiosos activos de información, así como la integridad operativa de su empresa.
Existen diversos tipos de riesgos de seguridad de la información, desde una protección inadecuada contra el acceso no autorizado a datos confidenciales hasta la corrupción y destrucción de información crítica.
Los riesgos de seguridad de la información pueden afectar a las organizaciones de forma amplia y negativa. Las brechas de seguridad provocan pérdidas económicas directas, tanto por los costes directos de la respuesta al incidente y la recuperación del sistema, como por los posibles gastos legales. Las organizaciones también pueden incurrir en importantes costes indirectos causados por la interrupción del negocio, el impacto en la productividad y el daño a la reputación.
9 Riesgos para la seguridad de la información
Los riesgos de seguridad de la información son diversos y están en constante evolución, lo que supone un reto importante para las organizaciones de todos los sectores. Comprender estos riesgos es fundamental para desarrollar estrategias de seguridad eficaces y proteger los valiosos activos de información. Veamos diez riesgos comunes de seguridad de la información a los que se enfrentan las organizaciones hoy en día:
N.º 1. Amenazas persistentes avanzadas
Las amenazas persistentes avanzadas son ataques a largo plazo en el mundo cibernético, en los que se utiliza malware para infiltrarse en la red objetivo y luego permanecer allí y actuar durante algún tiempo. Para llevar a cabo estos ataques, los agentes maliciosos utilizan malware que a veces está hecho a medida y no puede identificarse con técnicas basadas en firmas. Para llevar a cabo un ataque APT con éxito, se dedican muchas horas al reconocimiento y la búsqueda de los objetivos y, una vez que se produce la infección inicial, se establecen tantos puntos como sea posible en la red objetivo y se propagan al máximo.
Se puede utilizar un enfoque multicapa para mitigar los riesgos de ser víctima de un ataque APT. En cuanto a la protección de las estaciones finales, las organizaciones pueden utilizar agentes EPDR que emplean el análisis del comportamiento y el aprendizaje automático. También se puede utilizar el análisis del comportamiento de usuarios y entidades, lo que puede ayudar a detectar cuándo se ha comprometido una cuenta o alguien está actuando como un infiltrado malicioso para ayudar al ataque APT. También se pueden emplear sistemas SIEM junto con fuentes de inteligencia sobre amenazas para garantizar que se tengan en cuenta y se analicen todas las actividades de la red. Aunque no existe una protección absoluta contra este tipo de ataques, estas medidas pueden al menos minimizar los riesgos.
#2. Ataques de día cero
Los exploits de día cero son ataques al software, firmware o hardware que se producen antes de que el proveedor detecte las vulnerabilidades. Estos puntos débiles del código pueden ser desbordamientos de búfer, SQLi, XSS o incluso condiciones de carrera. Todas estas vulnerabilidades pueden explotarse para ejecutar código arbitrario, elevar el acceso a determinadas aplicaciones o eludir los principios de seguridad integrados. Los ataques de día cero son muy potentes, ya que ni siquiera hay un parche disponible. La única medida que se puede utilizar es crear parches virtuales en los IPS y WAF que utilizan software comprometido. La implementación de sandboxing de aplicaciones y CFI (Control Flow Integrity) también puede ayudar como método de protección de endpoints que puede reconocer anomalías con el aprendizaje automático. Un ataque man-in-the-middle consiste simplemente en interceptar los mensajes entre dos partes y retransmitirlos a los destinatarios iniciales sin su conocimiento. Entre los trucos más comunes del man-in-the-middle se encuentran la suplantación de ARP, el envenenamiento de la caché DNS y el SSL stripping. La suplantación de ARP engaña al router local para que envíe datos a una dirección MAC incorrecta, lo que provoca que todo el tráfico se redirija a través del ordenador del atacante. Se eluden los controles de envenenamiento de caché DNS y el tráfico se envía al servidor incorrecto y se multiplica hasta llegar a su destino final. El canal de seguridad del servidor, HTTPS, se degrada a HTTP y todo el tráfico se envía al atacante en un estado no seguro. Los fallos criptográficos pueden deberse al uso de algoritmos débiles, claves cortas o una implementación inadecuada de los protocolos criptográficos. Aunque el uso de algoritmos obsoletos como MD5 o SHA-1, que pueden ser fácilmente atacados por problemas de colisión y suelen ser un factor contribuyente, los fallos criptográficos pueden producirse debido a la falta de entropía en el proceso de generación de claves, lo que da lugar a claves predecibles. Uno de estos problemas son los archivos de semillas generados por las fuentes de entropía que no se actualizan y acaban produciendo la misma clave. Una generación deficiente de números aleatorios también puede ser un factor que dé lugar a una semilla aleatoria predecible y comprometa la seguridad de las operaciones criptográficas para la creación inicial de semillas aleatorias. Otra razón para el fallo criptográfico es la implementación inadecuada de algoritmos con resistencia a canales laterales. Esto implica que las operaciones criptográficas en espacios sensibles son propensas a sufrir ataques. Para mitigar estos riesgos, es necesario utilizar un enfoque adecuado para gestionar la criptografía, incluido el uso de algoritmos fuertes como AES-256 para la criptografía simétrica y RSA-4096 o ECDSA con curvas P-384 para la criptografía asimétrica. La vulnerabilidad de inyección SQL se debe a la introducción de datos no saneados por parte del usuario que se incorporan a una consulta SQL ejecutada por una aplicación. Es el resultado de no separar el contenido de la ejecución de los datos, lo que permite a un atacante manipular la estructura SQL para realizar tareas no autorizadas, como la extracción de datos, la manipulación de datos y la ejecución de acciones administrativas. Algunos tipos comunes de inyección SQL son: Para evitar la inyección SQL, es necesario asegurarse de que las operaciones de la base de datos estén debidamente restringidas. Esto se consigue normalmente utilizando sentencias parametrizadas o preparadas que separan la lógica de los datos. Otra medida que se puede tomar es utilizar una capa protectora adicional de abstracción de los marcos ORM. Los ataques DDoS se llevan a cabo saturando los sistemas o redes objetivo de tal manera que no se puede prestar el servicio a los usuarios habituales. Entre ellos se incluyen los ataques volumétricos, que llenan la red de tráfico, los ataques basados en protocolos, que aprovechan los fallos de los protocolos de red, y los ataques a la capa de aplicación, que se centran en aplicaciones específicas. Los ataques DDoS comunes utilizan botnets (redes de dispositivos como IoT o PC) para crear enormes cantidades de tráfico ilegítimo. La reacción de estos servidores intermedios se denomina técnica de amplificación, y responder con grandes respuestas a pequeñas solicitudes puede agravar aún más la situación. La protección contra DDoS consiste en combinar diferentes técnicas de protección para lograr una mayor resistencia contra los ataques DDoS. Enrutarlo a nivel de red, contar con un buen sistema de filtrado de tráfico y alertar sobre cualquier patrón de tráfico denegado o malicioso. Además, los servicios de protección contra DDoS basados en la nube son capaces de ofrecer escalabilidad ante ataques a gran escala. Estos incluyen defensas a nivel de aplicación, como la limitación de velocidad o los CAPTCHA, para diferenciar si el cliente es un humano o un bot mediante algún tipo de análisis del comportamiento del usuario. La implementación incorrecta de los controles de acceso se produce principalmente como resultado de que el principio no se aplica correctamente (es decir, es demasiado estricto o no lo suficientemente riguroso) y/o los permisos de los usuarios no se controlan adecuadamente. Algunos problemas típicos son los permisos de archivo excesivos, la configuración incorrecta de los depósitos de almacenamiento en la nube o la configuración incorrecta de las API. Una de las mejores formas de mitigar los riesgos de control de acceso es implementar una estrategia integral de IAM. Se pueden utilizar modelos de control de acceso basados en roles (RBAC) o en atributos, así como modelos de capacidades, para alinear los permisos de los usuarios con las respectivas funciones laborales según los requisitos de seguridad. Las vulnerabilidades de seguridad de las API podrían dar lugar a un acceso no autorizado a datos o funciones confidenciales. Existen varias vulnerabilidades comunes en las API, como una autenticación inadecuada, la falta de limitación de velocidad y la falta de validación de entradas o el manejo inadecuado de datos confidenciales. Otros riesgos incluyen vulnerabilidades de asignación masiva, manejo inadecuado de errores que conduce a la divulgación de información, etc. La protección de las API debe tener en cuenta cómo están diseñadas, qué se incluye en la implementación y una supervisión cuidadosa. Aquí es donde resulta útil el uso de mecanismos de autenticación sólidos, como OAuth 2.0 con tokens JWT, que permiten establecer una política según la cual solo los clientes autenticados pueden acceder a la API. Todos los parámetros de la API también deben validarse y codificarse adecuadamente como entrada/salida para ayudar a prevenir ataques de inyección. También se pueden implementar limitaciones de velocidad y detección de anomalías para detener el abuso de una API o detectar posibles ataques. Las puertas de enlace de API le permiten realizar tareas como el tráfico entre padres e hijos, la autenticación de llamadas a API y la limitación de velocidad en los registros de API, todo en un solo lugar. Los ataques a la cadena de suministro son un tipo de ataque que se produce en la organización o entidad cuando un atacante aprovecha las vulnerabilidades de su red de suministro, el software de terceros y los proveedores de servicios de hardware. En muchos casos, estos ataques pueden ser difíciles de identificar y detener, ya que aprovechan las relaciones de confianza normales y los procesos de actualización auténticos. Un ejemplo famoso es el ataque a SolarWinds, que utiliza un parche para introducir código malicioso. Mitigar los riesgos de la cadena de suministro significa que es necesario contar con un sólido programa de gestión de riesgos de los proveedores. También implica realizar la debida diligencia con los proveedores externos, incluyendo la revisión del código y pruebas de penetración siempre que sea posible. Además, se pueden utilizar herramientas de análisis de la composición del software (SCA) para detectar los componentes de terceros que forman parte de una aplicación y realizar un seguimiento de los mismos. Para garantizar la integridad de los dispositivos, utilice métodos como la raíz de confianza del hardware y disponga de procesos de arranque seguro para mitigar el riesgo de que los actores maliciosos se dirijan a su cadena de suministro. A continuación se incluye una lista de las mejores prácticas que las organizaciones deben implementar para mejorar significativamente su postura de seguridad y mitigar los riesgos potenciales. Es necesario un sistema IAM para gestionar los privilegios de acceso de los usuarios a los recursos protegidos. Imponer el acceso basado en roles (RBAC), lo que significa otorgar a los usuarios solo los permisos necesarios para sus funciones laborales. Habilite la autenticación multifactorial (MFA) en todas las cuentas de usuario, especialmente en las de acceso privilegiado. Realice auditorías de permisos de usuario y cree comprobaciones automatizadas para detectar derechos de acceso innecesarios u obsoletos y revocarlos automáticamente. Realice análisis periódicos de vulnerabilidades en sus dispositivos y software. Realice la mayor parte posible del análisis con herramientas automáticas y, a continuación, realice pruebas manuales para cubrir un ámbito más amplio. Realice pruebas de penetración periódicas para simular ataques reales mediante análisis automatizados generalizados. Esto ayuda a detectar vulnerabilidades más complejas que las herramientas automatizadas probablemente pasarían por alto y ofrece visibilidad sobre la solidez de sus controles de seguridad. Desarrolle una fórmula para encontrar, probar e implementar parches de seguridad en todos los sistemas y aplicaciones. Aplique los parches en función de la gravedad de la vulnerabilidad y de cómo podría afectar a su organización. Aproveche las herramientas automatizadas de gestión de parches para facilitar el proceso y garantizar actualizaciones oportunas. Los sistemas que no se pueden parchear de inmediato deben utilizar parches virtuales u otros controles compensatorios para reducir el riesgo. Si es posible, divida la red en segmentos con diferentes características para controlarla de forma más eficaz. Esto limitará la propagación de las infracciones y dificultará que los atacantes se muevan por la red desde allí. Utilice la microsegmentación para aplicar políticas de seguridad a un nivel granular dentro de las cargas de trabajo. Al ofrecer un mecanismo de control del tráfico mucho más preciso, es posible exponer una superficie de ataque mucho menos abierta en entornos de nube y centros de datos. Desarrolle planes integrales de respuesta ante incidentesque definan quién es responsable de qué y describan cómo responder a diferentes incidentes de seguridad. Revise estos planes para reflejar las amenazas actualizadas y los cambios en su entorno de TI. Participe en ejercicios de simulación y simulacros para asegurarse de que sus planes de respuesta ante incidentes y la continuidad del negocio funcionan. Esto le ayudará a identificar problemas en sus procesos y a saber que su equipo está preparado para gestionar los incidentes de seguridad cuando se produzcan. A medida que cambia el mundo tecnológico en general, también cambian las amenazas a la seguridad de la información. Las organizaciones deben estar alerta y ser previsoras en su enfoque de la ciberseguridad, evolucionando sus estrategias para cubrir nuevos riesgos. Mediante la implementación de medidas de seguridad sólidas, se crea una cultura en torno a la concienciación y el uso de tecnologías avanzadas para combatir las amenazas cibernéticas. Sin embargo, no existe una solución milagrosa ni una práctica única que garantice la seguridad total. Se requiere una estrategia por capas, con soluciones tecnológicas como base, mejoradas por procesos bien diseñados y perfeccionadas mediante la formación continua de los empleados. Es necesario evaluar y actualizar con mayor regularidad las medidas de seguridad para que sigan siendo eficaces frente a las amenazas más recientes. Al fin y al cabo, la seguridad de la información es un viaje constante y no un objetivo. Manteniéndose informadas sobre las amenazas emergentes, siguiendo las mejores prácticas y manteniendo una cultura de mejora constante, las organizaciones pueden mejorar su postura de seguridad.#3. Hombre en el medio
#4. Fallos criptográficos
#5. Vulnerabilidades de inyección SQL
#6. Ataques DDoS
#7. Controles de acceso mal configurados
#8. Vulnerabilidades de seguridad de las API
#9. Ataques a la cadena de suministro
Prácticas recomendadas para mitigar los riesgos de seguridad de la información
1. Configurar la gestión de identidades y accesos
2. Realice auditorías de seguridad periódicas
3. Programa sólido de gestión de parches
4. Utilice la segmentación y la microsegmentación de la red
5. Desarrollar y probar planes de respuesta a incidentes y de continuidad del negocio
Conclusión
FAQs
Algunos de los riesgos de seguridad de la información más frecuentes son los ataques de phishing, las infecciones de malware, las violaciones de datos, las amenazas internas y las prácticas de contraseñas débiles. Del mismo modo, también son comunes las amenazas persistentes avanzadas (APT), el ransomware y los ataques que utilizan ingeniería social. Además, las vulnerabilidades del software y los sistemas configurados de forma inadecuada suponen un gran peligro para muchas empresas.
Una violación de la seguridad de la información puede tener consecuencias graves y extremadamente multifacéticas. El robo, el tiempo de inactividad del sistema y las multas reglamentarias son las principales causas de pérdidas financieras. Las empresas pueden perder la confianza de los clientes y, potencialmente, perder oportunidades de negocio. Esto puede provocar interrupciones operativas, lo que dificulta la productividad y la prestación de servicios. En ocasiones, las violaciones también pueden provocar problemas legales.
La seguridad de la información es la práctica de prevenir el acceso no autorizado, el uso, la divulgación, la alteración o la destrucción de los activos de información, ya sean físicos, como los documentos en papel, o digitales, que se desea mantener confidenciales. Si bien la ciberseguridad puede intersectarse con la seguridad de la información, se centra más en los datos digitales y los sistemas que están conectados a través de Internet o cualquier otro medio.
El cifrado convierte los datos legibles por humanos en texto cifrado, que solo pueden utilizar los destinatarios previstos con una clave adecuada para leerlos. Mantiene la integridad de los datos. Es un activo importante para proteger los mensajes y datos confidenciales en tránsito, en reposo o intercambiados.
Los riesgos de seguridad de la información no mitigados pueden dar lugar a violaciones de datos, pérdidas financieras y daños a las empresas. Esto puede acarrear responsabilidades legales y sanciones a las organizaciones por incumplimiento de la normativa. En el peor de los casos, una seguridad deficiente (o la percepción de la misma) puede provocar el colapso de una empresa.

