El código malicioso es cualquier programa, script o software diseñado para causar daños a un sistema informático, una red o al propio usuario. Mientras que el software legítimo encuentra aplicaciones para trabajos productivos o no maliciosos, el código malicioso aprovecha la vulnerabilidad de un sistema para llevar a cabo actividades no autorizadas, a veces de naturaleza destructiva. Esto puede ser el robo de información confidencial, como datos personales o financieros, la corrupción de archivos críticos, la interferencia en las operaciones o, incluso, en casos extremos, el control total de los sistemas comprometidos.
Lo que resulta especialmente peligroso del código malicioso es que puede infiltrarse en los sistemas de forma que pille desprevenido al sistema atacado o difundirse de tal manera que todo el mundo se duerma cuando ya es demasiado tarde.Y entonces, de repente, comienzan a manifestarse las consecuencias en forma de interrupciones técnicas, pérdidas financieras, responsabilidades legales y un golpe irreparable a la reputación de la organización. Por lo tanto, para las empresas, podría haber un tiempo de inactividad potencial, pérdida de confianza de los clientes y esfuerzos de recuperación muy costosos. En 2023, Estados Unidos sigue teniendo el coste más alto de una violación de datos, con 5,09 millones de dólares, lo que subraya la magnitud financiera de este tipo de ataques. Para las personas, las consecuencias pueden ser igualmente perjudiciales, ya que pueden provocar el robo de identidad, el fraude y la pérdida de información personal.En este artículo, ofrecemos una visión general completa de lo que es el código malicioso, sus diversas formas, cómo se propaga y algunos consejos prácticos para prevenir estas amenazas.
¿Qué es el código malicioso?
El código malicioso, o malware, se refiere a cualquier programa, script o software relacionado diseñado con el propósito de dañar, interrumpir o comprometer sistemas e información. El código malicioso aprovecha las vulnerabilidades para llevar a cabo acciones maliciosas de formas que a menudo pasan desapercibidas para el usuario. Desde los scripts más simples en correos electrónicos o sitios web hasta ataques a infraestructuras críticas, el código malicioso puede ser fácil o difícil. Algunos ejemplos comunes son los virus que se adhieren a los archivos y se propagan, los gusanos que se reproducen a través de las redes, los troyanos que se hacen pasar por programas legítimos y el ransomware que bloquea el acceso de los usuarios a sus sistemas hasta que se paga un rescate.
Otras formas, como el spyware y el adware, están diseñadas para robar datos o manipular el comportamiento de los usuarios. Comprender estos indicadores de ataques de código malicioso es fundamental para contar con mecanismos de defensa eficaces.
¿Cómo puede afectar el código malicioso a las empresas?
Cualquier código malicioso puede suponer graves riesgos para las empresas, desde amenazas a la seguridad de los datos hasta riesgos operativos y de reputación. Dado que los ciberataques evolucionan a medida que avanza la tecnología informática, las amenazas para las empresas también aumentan.
En este sentido, estas son algunas de las principales formas en que el código malicioso afecta a una organización:
- Violaciones de datos: El malware provoca principalmente violaciones de datos, por las que se revela información privada de clientes, registros financieros, propiedad intelectual e incluso secretos comerciales. El malware como spyware o un keylogger roban la información necesaria de un sistema y la venden en la web oscura o la utilizan para cometer actos delictivos. Un ejemplo de pérdida directa de dinero son las violaciones de datos, pero al mismo tiempo se pierde la confianza de los clientes. Cuando un cliente pierde la fe en la credibilidad de una organización en lo que respecta a la protección de su información, se produce una pérdida de negocio, mala publicidad y un grave daño a la reputación.
- Interrupción operativa: El impacto más inmediato y costoso que se produciría debido a un código malicioso es la interrupción operativa. El malware también puede adoptar la forma de ransomware, que puede bloquear sistemas esenciales, cifrar datos o incluso provocar el cierre de redes completas, de modo que una empresa quede fuera de servicio durante horas o incluso días. Las pérdidas financieras por el tiempo de inactividad y la pérdida de productividad podrían ser enormes. Estas interrupciones podrían tener consecuencias catastróficas en los sectores de la sanidad, las finanzas o la fabricación, que requieren estrictamente un flujo de trabajo ininterrumpido, lo que podría poner en peligro la seguridad pública, retrasar las transacciones financieras y descarrilar la producción.
- Daño a la reputación: Un ataque con código malicioso puede causar graves daños a la reputación de una empresa, especialmente si el ataque da lugar a una violación de datos o a una interrupción significativa del servicio. Los clientes y socios comerciales pueden perder la confianza en la capacidad de la empresa para proteger sus datos o mantener la seguridad de sus operaciones. La divulgación pública de un incidente de seguridad puede dar lugar a una cobertura mediática negativa y dañar la imagen de la marca, lo que dificulta a la empresa retener a sus clientes o atraer nuevos negocios. A largo plazo, el daño a la reputación puede reducir el valor de mercado y obstaculizar el crecimiento del negocio.
- Repercusiones legales: Si un ataque con código malicioso provoca una filtración de datos o la incapacidad de proteger información confidencial, las empresas pueden enfrentarse a importantes repercusiones legales. Muchas leyes de protección de datos, como el RGPD en Europa o la HIPAA en Estados Unidos, imponen sanciones estrictas por no proteger los datos personales. Las organizaciones que incumplan estas leyes pueden enfrentarse a cuantiosas multas, sanciones y demandas por parte de las partes afectadas. Las batallas legales pueden ser costosas y llevar mucho tiempo, lo que añade más presión financiera y complica los esfuerzos de recuperación tras un ciberataque.
¿Cómo se propaga el código malicioso?
El código malicioso puede propagarse utilizando casi cualquier medio imaginable, normalmente aprovechando alguna deficiencia en un sistema, programa de software o comportamiento humano en casi todas las redes y dispositivos. Sin embargo, conocer esto es un primer paso importante para que una organización pueda desarrollar las contramedidas adecuadas contra esas amenazas.
Estas son algunas de las formas más comunes en que se puede propagar el código malicioso:
- Archivos adjuntos y enlaces de correo electrónico: Estos son algunos de los vectores más populares utilizados por el código malicioso para propagar la infección; los ciberdelincuentes suelen enviar archivos adjuntos infectados, así como enlaces a través de correos electrónicos de phishing que crean para que parezcan mensajes auténticos. Una vez que el usuario abre el archivo adjunto o hace clic en el enlace, el malware se instala en su dispositivo, lo que puede impedir el acceso a información confidencial o dañar el sistema e incluso propagarse dentro de la red de la organización. Para combatir esto, se debe formar a los empleados para que identifiquen los intentos de phishing y verifiquen la validez de los correos electrónicos antes de proceder con la acción que desean realizar.
- Sitios web infectados: Los hackers pueden infectar sitios web legítimos inyectando scripts de malware en el código de un sitio webLos usuarios que visitan los sitios web infectados pueden convertirse en víctimas a través de descargas automáticas de malware en sus sistemas informáticos sin siquiera darse cuenta. El método se conoce como descarga drive-by y es muy peligroso porque se aprovecha de la confianza del usuario en un sitio conocido, lo que aumenta la dificultad de reconocer la amenaza. Las organizaciones deben instalar soluciones de filtrado web y educar a los usuarios sobre los peligros potenciales de visitar sitios desconocidos o pirateados.
- Medios extraíbles: Estos incluyen unidades USB infectadas, discos duros portátiles y otros tipos de medios extraíbles. El código malicioso se propaga de forma significativa a través de los medios extraíbles. Cuando se introduce material infectado al conectar un dispositivo infectado a un sistema limpio, el malware puede transferirse con bastante facilidad a través de la red. Es más peligroso en lugares donde los empleados utilizan con frecuencia unidades portátiles para transferir datos. Las empresas deben contar con políticas que regulen el uso de medios extraíbles y deben adquirir soluciones de seguridad para puntos finales que analicen los dispositivos conectados en busca de amenazas incrustadas.
- Descargas de software: El malware puede introducirse en software o actualizaciones aparentemente legítimos. A veces, los hackers crean aplicaciones falsas o modifican las existentes e insertan malware en su código. Los usuarios pueden adquirir el malware sin saberlo al descargar e instalar esas aplicaciones, especialmente desde sitios no fiables o no oficiales. La amenaza del troyano se implementa normalmente de esta forma, ya que el malware se presenta como una aplicación legítima mientras realiza acciones maliciosas en secreto. Todas las organizaciones deben promover prácticas seguras en la descarga; asegurarse de que las descargas de software se realicen únicamente desde fuentes fiables y que las actualizaciones se realicen periódicamente para corregir las vulnerabilidades.
Tipos de código malicioso
Comprender las diferentes formas de código malicioso es clave para desarrollar los mecanismos de defensa necesarios. Cada tipo funciona de manera diferente y presenta diferentes peligros tanto para las organizaciones como para los usuarios.
Tres tipos de códigos maliciosos que se producen con frecuencia son:
- Virus: Los virus son un tipo de malware que se adhiere a archivos o programas de software legítimos. Se activan cuando se ejecutan estos archivos infectados, ya sea al abrir un documento o al ejecutar un programa. Los virus activados pueden corromper, alterar o eliminar datos, lo que se traduce en una pérdida significativa de datos y paraliza las operaciones. Los gusanos, similares a los virus, también tienen la capacidad de replicarse y, por lo tanto, proliferar por toda una red para infectar muchos sistemas en muy poco tiempo. Un buen software antivirus y la concienciación de los usuarios desempeñan un papel importante en la detección y prevención de infecciones virales.
- Gusanos: Se trata de malware autorreplicante que funciona sin ninguna interacción por parte del usuario. A diferencia de los virus, que necesitan un archivo huésped para atacar los ordenadores, los gusanos pueden identificar los puntos débiles de la red e infectar de forma proactiva otros ordenadores. Cuanto más se multiplican, más ancho de banda pueden consumir y causar congestión y ralentizaciones o incluso sobrecargas totales del sistema. Esta capacidad de aumentar rápidamente hace que los gusanos sean extremadamente peligrosos, ya que les permite infectar rápidamente grandes cantidades de ordenadores y causar estragos en las redes. Las medidas de seguridad críticas en las redes incluyen cortafuegos y detección de intrusiones. Son muy importantes para combatir los ataques de gusanos.
- Caballos de Troya: Los caballos de Troya, también conocidos como troyanos o virus troyanos, son una fuente de programación maliciosa que parece ser software legítimo de un programa completamente diferente. Convence a los usuarios para que lo instalen bajo apariencias inocentes como una aplicación o actualización. Una vez instalados, los troyanos pueden causar una variedad de acciones dañinas, por ejemplo, robar datos personales, crear puertas traseras que permiten el acceso remoto o alojar malware adicional. Debido a que se basan en tácticas de ingeniería social, la educación de los usuarios sobre los riesgos de descargar software de fuentes no verificadas es esencial para prevenir las infecciones por troyanos.
- Ransomware: El ransomware es uno de los tipos más insidiosos de código malicioso, que cifra los archivos del sistema de la víctima y le impide acceder a ellos. Exigen un rescate a cambio de la clave de descifrado, lo que excluye a los usuarios de sus propios datos. Las pérdidas son muy elevadas, tanto desde el punto de vista financiero como en lo que respecta a las operaciones comerciales y la información confidencial. En algunos casos, esta variante amenaza con publicar los datos robados si no se paga el rescate. Las organizaciones deben realizar copias de seguridad periódicas de los datos, actualizaciones de seguridad y formar a los empleados sobre cómo mitigar los riesgos del ransomware.
¿Cómo funciona el código malicioso?
Una vez ejecutado, la mayoría del malware sigue una serie de pasos que hacen avanzar sus funciones. Comprender este proceso es importante para una organización que desee defenderse de las amenazas cibernéticas. Conocer cómo funciona el malware ayuda a mejorar las defensas, minimiza las vulnerabilidades y permite responder de forma más eficaz a posibles ataques.
- Entrega: Comienza con el primer paso del proceso de entrega. En este caso, el malware comunica el código dañino al sistema comprometido. Esto se puede lograr de varias maneras, como archivos adjuntos maliciosos en correos electrónicos engañosos, enlaces maliciosos o sitios web fraudulentos. Los delitos cibernéticos dependen tanto de la ingeniería social que emplean diferentes tácticas para persuadir a las víctimas de que caigan en su contenido malicioso, y eso es parte de su proceso.
- Ejecución: Los códigos maliciosos, tras su entrega, entran en una fase de ejecución. Una vez iniciados, comienzan a llevar a cabo las actividades maliciosas que el programador ha diseñado. Estas pueden consistir en el robo de información confidencial, la modificación de la configuración del sistema o la propagación a otros ordenadores conectados a través de esa máquina en particular. Este tipo de ejecución es silenciosa y, por lo tanto, deja mínimas posibilidades de detección.
- Persistencia: Algunos tipos de malware se crean pensando en la persistencia; es decir, pueden permanecer en el sistema incluso después de que se hayan llevado a cabo los primeros intentos de detección. Pueden utilizar técnicas como la creación de archivos ocultos, la alteración de los registros del sistema o la instalación de otras partes. Esto es lo que permite al malware comprometer aún más la seguridad con el tiempo. Por esta razón, las organizaciones deben implementar métodos sofisticados de detección y reparación.
- Exfiltración o ataque: La última etapa se caracteriza por la exfiltración o un ataque abierto. Dado que el objetivo es robar datos confidenciales, comprometer sistemas o incluso cifrar archivos y exigir un pago a cambio de la libertad para descifrarlos y recuperar los datos, esta etapa final conduce a graves pérdidas por restricciones financieras, tiempo de inactividad operativa y deterioro de la reputación. Las organizaciones necesitan medidas de seguridad sólidas para la detección de código malicioso y una respuesta rápida a este tipo de ataques.
Prevención y mitigación del código malicioso
En el panorama digital actual, la amenaza de los ataques de código malicioso es mayor que nunca. Para combatir eficazmente estas amenazas, las empresas deben adoptar una estrategia de defensa proactiva y multicapa que abarque tanto soluciones tecnológicas como la concienciación de los empleados.
- Actualizar el software con regularidad: Una de las formas más sencillas y eficaces de defenderse del malware es mantener el software actualizado. Los proveedores publican periódicamente parches y actualizaciones que corrigen determinadas vulnerabilidades o debilidades que los ciberdelincuentes podrían aprovechar. Al mantener el software actualizado de forma regular, todos los sistemas y aplicaciones se benefician de la mejora de sus funciones de seguridad.
- Implemente cortafuegos y soluciones antivirus potentes: Los cortafuegos se utilizan para impedir que redes externas desconocidas accedan a cualquiera de las redes internas de confianza del ordenador, al tiempo que permiten a los usuarios de la red interna de confianza establecer el primer contacto. Junto con una protección antivirus potente, pueden identificar y eliminar formas conocidas de código malicioso antes de que causen daños. Es fundamental mantener sus definiciones actualizadas para que puedan proporcionar la mejor defensa.
- Educar a los empleados: La mayoría de las veces, el error humano es, sin duda, el eslabón más débil. Por lo tanto, deben organizarse sesiones de formación periódicas sobre intentos de phishing, tácticas de ingeniería social y descargas dudosas. Los empleados deben ser conscientes del peligro que supone hacer clic en enlaces desconocidos o descargar archivos adjuntos de fuentes desconocidas.
- Supervisar la actividad de la red: La supervisión de la actividad de la red puede ser realmente útil para detectar actividades sospechosas que puedan indicar un ataque de algún código malicioso. Entre los métodos eficaces para mejorar la seguridad general de la red se incluyen la instalación de sistemas de detección de intrusiones y el uso de registros para rastrear los patrones de acceso.
¿Cómo evitar los ataques de código malicioso?
Aunque es necesario adoptar medidas proactivas para prevenir los ataques de código malicioso, son igualmente importantes algunas estrategias específicas para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad general. La aplicación de estas medidas adicionales crea una defensa mucho más sólida contra las diversas formas de software malicioso que amenazan las operaciones de una organización. Algunas son fundamentales e incluyen:
- Utilizar contraseñas seguras y autenticación de dos factores: Desarrollar políticas para el uso de contraseñas seguras con combinaciones mixtas de letras, números y caracteres especiales. Cambiar las contraseñas con regularidad y hacer que se aplique la autenticación de dos factores (2FA) como capa secundaria para proteger el sistema contra el acceso no autorizado.
- Evite descargar archivos de fuentes no fiables: Los ciberdelincuentes suelen ocultar el código malicioso en archivos que parecen inofensivos. Compruebe siempre el origen de los archivos descargados antes de instalarlos; deben proceder de fuentes verificadas, ya sea a través de sitios web oficiales o de proveedores de servicios de confianza. Antes de descargar cualquier software, obtenga la autorización de los departamentos de TI para asegurarse de que estas descargas de software son seguras.
- Realice copias de seguridad de los datos con regularidad: La copia de seguridad de los datos es la medida de prevención más importante para un proceso de recuperación rápido frente a los ataques de malware, en particular el ransomware. Se deben establecer soluciones de copia de seguridad automatizadas que mantengan a salvo los datos actualizados más recientemente. Evite la pérdida de información guardando copias de seguridad en varias ubicaciones, como ubicaciones externas y la nube.
- Desactive las macros en documentos y archivos adjuntos: El malware y los troyanos basados en macros utilizan las macros de los documentos. Desactive todas las macros en los archivos adjuntos de correo electrónico y confíe únicamente en las descargas de fuentes conocidas. Eduque a sus empleados para que desconfíen de cualquier archivo no deseado y tengan cuidado de no ejecutar macros en documentos sin presencia de virus.
Consejos para protegerse contra los ataques de código malicioso (prácticas recomendadas)
A medida que las amenazas causadas por el código malicioso evolucionan y se vuelven más sofisticadas, las organizaciones de todos los tamaños deben situar la prevención contra este tipo de ataques en primera línea de sus prioridades. Las empresas deben adoptar medidas proactivas y las mejores prácticas necesarias para garantizar una estructura sólida contra estos riesgos. A continuación se presenta un enfoque integral para prevenir los ataques de código malicioso.
- Evaluaciones periódicas de vulnerabilidad: Realice evaluaciones de vulnerabilidad rutinariasevaluaciones de vulnerabilidad para identificar las debilidades de su sistema antes de que los atacantes puedan aprovecharlas. Esto incluye el análisis de redes y aplicaciones en busca de vulnerabilidades conocidas y software obsoleto. Abordar estos problemas con prontitud reduce el riesgo de ataques exitosos y mejora la seguridad general.
- Filtrado de correo electrónico: Implemente herramientas de filtrado avanzadas para los correos electrónicos, de modo que ningún archivo adjunto o enlace malicioso llegue a los usuarios finales. Las buenas técnicas de filtrado también pueden identificar intentos de phishing o cualquier otro tipo de malware, eliminando así la posibilidad de que código malicioso llegue a la bandeja de entrada de los usuarios. Formar a los empleados sobre cómo reconocer los correos electrónicos sospechosos también mejora este aspecto.
- Cifrado: En cierto modo, el cifrado garantiza que no se acceda a los datos sin autorización. Los datos se codifican en un formato que no se puede leer fácilmente sin las claves de descifrado. Esto es muy importante para los datos almacenados en dispositivos y transmitidos a través de redes y, por definición, serán seguros si alguna vez se produce una violación.
- Seguridad multicapa: La seguridad multicapa comprende múltiples medidas y, por lo tanto, proporciona una seguridad completa. Los cortafuegos, el software antivirus, las soluciones antimalware y los sistemas de detección de intrusiones ofrecen defensas por capas. Estas herramientas solo siguen siendo eficaces a medida que evolucionan las amenazas si se realizan actualizaciones periódicas y la configuración es adecuada.
Ejemplos de código malicioso
Conocer los tipos de código malicioso es muy importante para reconocer e identificar las amenazas y poder ofrecer defensas eficaces. El código malicioso suele entrar en la categoría de software dañino diseñado para interrumpir, dañar u obtener acceso no autorizado a sistemas y redes informáticos. Algunos de los códigos maliciosos más conocidos han tenido una influencia significativa en el mundo de la ciberseguridad:
- Stuxnet: En el año 2010, se informó de la invención de este gusano, que se sospecha que fue creado por los gobiernos de Estados Unidos e Israel para sabotear las operaciones nucleares de Irán. Su singularidad radicaba en que podía manipular maquinaria física, como centrifugadoras que giraban sin control, mientras indicaba a los sistemas de monitorización que todo era normal. Representaba un tipo de precisión y sigilo que anunciaba una fase completamente nueva en la guerra cibernética y demostraba cómo se podía utilizar el código malicioso para engaños geopolíticos.
- WannaCry: WannaCry es el ransomware que atacó ordenadores en mayo de 2017, afectando a cientos de miles de ordenadores en 150 países. Aprovechó la vulnerabilidad presente en Microsoft Windows para cifrar los archivos de los ordenadores de los usuarios y exigir un rescate en bitcoins para desbloquearlos. Esto causó graves trastornos en empresas, hospitales y otros servicios públicos. Dado que todo sucedió a gran velocidad, se ha puesto de manifiesto la importancia de las actualizaciones oportunas, del software actualizado y de medidas de ciberseguridad más estrictas en la lucha contra los ataques de ransomware.
- Zeus: Zeus es un troyano malicioso que roba información bancaria confidencial, como credenciales de inicio de sesión y datos financieros, entre otros. Apareció por primera vez en 2007 y se propaga principalmente a través de correos electrónicos o sitios web infectados. Una vez instalado en el equipo del usuario, puede registrar las pulsaciones del teclado y capturar su información personal sin su conocimiento. Zeus se ha utilizado en numerosos casos de ciberdelincuencia y, por lo tanto, ha ocasionado importantes pérdidas económicas a usuarios y organizaciones. Su modularidad permite al desarrollador del malware ser flexible en las modificaciones y, por lo tanto, centrarse en un tipo de ataque concreto, lo que explica el peligro constante en el entorno de la ciberseguridad.
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DemostraciónConclusión
El código malicioso sigue siendo una amenaza constante y en constante evolución tanto para las organizaciones como para los individuos, lo que conlleva pérdidas económicas, violaciones de datos o daños a la reputación. Tras una visión general de cómo los ciberdelincuentes perfeccionan a diario sus mecanismos y técnicas, resulta fundamental que las empresas comprendan la propagación del código malicioso y conozcan sus diversas formas, que pueden ser virus, gusanos, ransomware y troyanos.
Siguiendo las mejores prácticas de prevención y mitigación, como realizar evaluaciones periódicas de vulnerabilidad, implementar un filtrado de correo electrónico sólido, cifrar los datos confidenciales y adoptar un enfoque de seguridad multicapa, las organizaciones pueden mejorar significativamente sus defensas contra estos ataques dañinos.
En el entorno digital actual, el mejor enfoque consiste en realizar inversiones adecuadas en medidas sólidas de ciberseguridad, junto con soluciones de vanguardia para la protección de los activos y el mantenimiento de los niveles de confianza con los clientes y otras partes interesadas. La seguridad sigue siendo una de las áreas a través de las cuales las empresas pueden obtener información sobre la complejidad que implican las amenazas cibernéticas, incluidos los indicadores de ataques de código malicioso y la detección de código malicioso.
"FAQs
El código malicioso está compuesto por virus, gusanos, troyanos, ransomware y spyware. Su objetivo es comprometer sitios web y explotar vulnerabilidades de software.
El código malicioso puede entrar en un sistema aprovechando vulnerabilidades o mediante ciertas tácticas de ingeniería social. Otros métodos comunes de infección incluyen la descarga de archivos infectados, hacer clic en enlaces dañinos o abrir archivos adjuntos en correos electrónicos que pueden contener un script. Incluso puede entrar a través de dispositivos extraíbles como unidades USB.
Existen diferentes tipos de código malicioso, como virus, gusanos, spyware, adware y ransomware. Cada tipo tiene diferentes impactos en los sistemas y puede cifrar archivos confidenciales. Algunos pueden robar datos personales y filtrarlos a fuentes externas.
Puede utilizar soluciones de seguridad para protegerse de las intrusiones de código malicioso. Realice análisis exhaustivos y lleve a cabo copias de seguridad y recuperaciones de datos.

