La gestión de identidades y accesos (IAM) es un marco para gestionar las identidades de los usuarios y controlar el acceso a los recursos. Esta guía explora los componentes clave de la IAM, incluyendo el aprovisionamiento, la autenticación y la autorización de usuarios.
Descubra la importancia de la IAM para mejorar la seguridad y el cumplimiento normativo, así como las prácticas recomendadas para implementar soluciones de IAM. Comprender la IAM es esencial para que las organizaciones protejan sus datos y recursos de forma eficaz.
Breve descripción general e historia de la gestión de identidades y accesos (IAM)
La IAM está diseñada para facilitar y proteger la gestión de los ataques digitales identidades digitales y controlar el acceso a los recursos de una organización. Su objetivo es garantizar que solo las personas o los sistemas autorizados tengan acceso a información o funcionalidades específicas, lo que ayuda a proteger los datos confidenciales, mantener el cumplimiento normativo y mejorar la seguridad en el panorama digital actual.
Los orígenes de la IAM se remontan a los inicios de los sistemas informáticos, cuando los administradores necesitaban gestionar las cuentas de usuario y los permisos de acceso. Sin embargo, no fue hasta el crecimiento de Internet y la creciente complejidad de los entornos informáticos corporativos cuando el IAM surgió como una disciplina formal. La llegada de las soluciones de inicio de sesión único (SSO), que permitían a los usuarios acceder a múltiples sistemas con un único conjunto de credenciales, marcó un hito importante en el desarrollo del IAM. Hoy en día, las soluciones IAM son parte integral de las empresas, los gobiernos y las instituciones modernas. Ofrecen varias funciones clave:
- Autenticación de usuarios – Los sistemas IAM gestionan el proceso de verificación de la identidad de los usuarios o dispositivos, normalmente mediante métodos como contraseñas, datos biométricos, tarjetas inteligentes o autenticación multifactorial (MFA).
- Autorización – IAM controla a qué recursos y datos puede acceder cada usuario o sistema autenticado, aplicando políticas y permisos de acceso.
- Gestión del ciclo de vida del usuario – Los sistemas IAM gestionan la incorporación, los cambios y la salida de los usuarios, garantizando que el acceso se conceda y se revoque con rapidez, en consonancia con la función y la situación de cada persona dentro de una organización.
- Inicio de sesión único (SSO) – IAM simplifica la experiencia del usuario al permitir el acceso a múltiples sistemas y aplicaciones con un único conjunto de credenciales, lo que mejora tanto la seguridad como la comodidad.
- Cumplimiento normativo y auditoría – Las soluciones IAM ayudan a mantener el cumplimiento normativo al proporcionar registros de auditoría y documentar el acceso y los permisos, lo cual es vital para sectores como la sanidad, las finanzas y la administración pública.
- Mejora de la seguridad – El IAM refuerza la seguridad al reducir la superficie de ataque, mitigar el riesgo de acceso no autorizado y prevenir las violaciones de datos y las amenazas internas.
Comprender cómo funciona la gestión de identidades y accesos (IAM)
IAM comienza con la autenticación, que es el proceso de verificar la identidad de los usuarios o sistemas que solicitan acceso. Esto suele implicar la confirmación de algo que el usuario sabe (por ejemplo, una contraseña), algo que el usuario tiene (por ejemplo, una tarjeta inteligente o un token de seguridad) o algo que el usuario es (por ejemplo, datos biométricos como huellas dactilares o reconocimiento facial). Este paso garantiza que solo las entidades autorizadas puedan continuar.
Los sistemas IAM gestionan las cuentas de usuario a lo largo de su ciclo de vida. Cuando un usuario se une a una organización, el sistema le proporciona acceso en función de su rol, creando cuentas de usuario y asignando los permisos pertinentes. Este proceso agiliza la incorporación de usuarios, los cambios de rol y la retirada de permisos cuando un usuario abandona la organización. El aprovisionamiento y la retirada de permisos automatizados son fundamentales para mantener un entorno seguro.
El IAM suele emplear RBAC, que es un método de gestión del acceso basado en las funciones laborales. A los usuarios se les asignan funciones que definen sus permisos dentro de los sistemas y aplicaciones de una organización. Por ejemplo, un empleado puede tener un rol de "marketing", que le concede acceso a herramientas específicas de marketing, pero no a los sistemas financieros.
Cuando los usuarios necesitan acceder a recursos o sistemas específicos que exceden sus permisos actuales, pueden enviar solicitudes de acceso. Los sistemas IAM suelen facilitar el flujo de trabajo de estas solicitudes, involucrando a los gerentes o administradores en el proceso de aprobación. Una vez aprobadas, se amplía el acceso de los usuarios en consecuencia.
Las organizaciones también utilizan los sistemas IAM para aplicar las políticas y permisos de acceso definidos por los administradores. Esto implica determinar quién puede acceder a qué recursos y en qué condiciones. Estas políticas pueden ser muy detalladas, lo que permite un control preciso de los derechos de acceso. Para mejorar la seguridad, los sistemas IAM suelen admitir MFA. Esto requiere que los usuarios proporcionen formas adicionales de verificación más allá de una contraseña, como un código de un solo uso enviado a su dispositivo móvil o un escaneo de huella digital.
Muchas soluciones IAM proporcionan portales de autoservicio que permiten a los usuarios gestionar sus propios perfiles, restablecer contraseñas o solicitar cambios de acceso, lo que reduce la carga administrativa de los equipos de TI. También mantienen registros de los eventos de acceso y autenticación, lo que permite a las organizaciones revisar y auditar las actividades de acceso. Esto es fundamental para el cumplimiento normativo, la supervisión de la seguridad y la identificación de comportamientos sospechosos.
Explorar las ventajas de la gestión de identidades y accesos (IAM)
IAM es un sistema multifacético que coordina la autenticación de usuarios, el aprovisionamiento de accesos, la aplicación de políticas y la auditoría para garantizar un acceso seguro a los recursos digitales. Combina una infraestructura técnica con políticas y procedimientos para mantener la postura de seguridad de una organización. El IAM es esencial para controlar el acceso, mitigar los riesgos de seguridad y optimizar la gestión de usuarios en los entornos digitales complejos e interconectados de hoy en día.
La adopción del IAM ofrece varias ventajas a las empresas, entre ellas:
- Mayor seguridad – El IAM proporciona una defensa sólida contra las violaciones de datos, las amenazas internas y el acceso no autorizado. Al controlar el acceso, aplicar políticas y detectar anomalías, IAM refuerza la postura de seguridad de una organización.
- Mayor productividad – El SSO agiliza el proceso de inicio de sesión, lo que reduce el tiempo y el esfuerzo necesarios para acceder a múltiples aplicaciones. Esto se traduce en una mayor eficiencia de los usuarios y una experiencia de trabajo más fluida.
- Reducción de costes – El aprovisionamiento y desaprovisionamiento automatizados de usuarios minimizan los gastos administrativos, lo que reduce los costes operativos asociados a la gestión de cuentas de usuario.
- Cumplimiento normativo – Las soluciones IAM ayudan a las organizaciones a cumplir los requisitos normativos de cumplimiento normativo, ya que proporcionan funciones detalladas de seguimiento y generación de informes sobre el acceso.
- Gestión centralizada de usuarios – IAM ofrece un sistema centralizado para gestionar las identidades de los usuarios, los permisos y los métodos de autenticación, lo que simplifica la administración de usuarios y mantiene la coherencia entre los sistemas.
- Flexibilidad y escalabilidad – Los sistemas IAM están diseñados para adaptarse al crecimiento y a las necesidades cambiantes de las empresas. Pueden escalarse con una organización, adaptándose a la tecnología en evolución y a los requisitos de los usuarios.
Conclusión
El panorama actual de amenazas a la identidad está en continua evolución con la proliferación de servicios en la nube , los dispositivos móviles y el trabajo a distancia. Las soluciones de IAM se están adaptando para dar cabida a estos cambios, ofreciendo gestión de identidades y accesos para una amplia gama de entornos. El papel de IAM en la protección de las identidades digitales y los datos confidenciales es más importante que nunca, lo que lo convierte en una parte significativa en el campo de la ciberseguridad.
"Preguntas frecuentes sobre IAM
La seguridad de la gestión de identidades y accesos es la forma en que las organizaciones controlan quién puede acceder a los sistemas, los datos y las aplicaciones. Vincula a cada usuario a una identidad digital única y, a continuación, aplica reglas sobre lo que pueden ver o hacer. La IAM abarca la creación de cuentas, la asignación de permisos y la supervisión continua de las actividades de los usuarios.
Cuando se configura correctamente, impide el acceso no autorizado y facilita la incorporación y la salida de usuarios.
El IAM garantiza que solo las personas adecuadas vean los datos confidenciales, lo que reduce el riesgo de infracciones. Realiza un seguimiento de quién hizo qué y cuándo, por lo que las auditorías y la elaboración de informes se simplifican. Los organismos reguladores suelen exigir pruebas de control de acceso, y las herramientas de IAM generan esos registros automáticamente.
Al aplicar políticas estrictas y proporcionar registros detallados de la actividad, las organizaciones protegen sus activos y cumplen con los requisitos de cumplimiento normativo.
Los inicios de sesión basados en contraseñas siguen siendo muy habituales, pero la mayoría de los equipos añaden pasos multifactoriales, como códigos SMS, aplicaciones de autenticación o tokens de hardware. Las comprobaciones biométricas (escáneres de huellas dactilares o faciales) también están creciendo. Para los servicios automatizados, IAM suele utilizar claves API o certificados.
Estos métodos se combinan, de modo que, incluso si uno de los factores se ve comprometido, los atacantes siguen teniendo que superar una segunda capa antes de poder entrar.
La implementación de IAM puede detenerse cuando las aplicaciones heredadas no son compatibles con los protocolos modernos, lo que obliga a aplicar soluciones provisionales. Asignar roles y permisos a docenas de equipos requiere planificación, y los errores pueden bloquear el acceso de las personas o exponer los datos.
La integración de sistemas en la nube y locales añade una complejidad adicional. Sin una propiedad clara y controles de cambio, el IAM se vuelve rápidamente obsoleto o inconsistente.
Las contraseñas predeterminadas o débiles, las cuentas inactivas que se dejan activas y los roles demasiado amplios suelen crear brechas. Las cuentas de servicio con privilegios ilimitados permiten que el malware actúe sin control si son secuestradas. Las membresías de grupo mal aplicadas pueden otorgar acceso a carpetas o consolas confidenciales.
Cuando las revisiones de acceso no se realizan con regularidad, los derechos persistentes se convierten en blancos fáciles para los atacantes.
Todas las soluciones de IAM se basan en cuatro pilares: el ciclo de vida de la identidad (creación, actualización y eliminación de cuentas), la autenticación (verificación de las identidades de los usuarios), la autorización (definición de los recursos a los que pueden acceder los usuarios) y la auditoría (seguimiento de las acciones para la elaboración de informes).
Algunas plataformas añaden gobernanza, como revisiones periódicas del acceso, y el inicio de sesión único para optimizar la experiencia del usuario, pero esos cuatro siguen siendo fundamentales.

